TÓXICA TENTACIÓN.

Capítulo 7.

Me levanté alrededor de las 10:00 de la mañana. Lizzie ya no estaba.

Tenía hambre, así que me arreglé un poco y salí a comprar algo de comer. Cuando regresé, sólo habían pasado unas dos horas.
No tenía nada que hacer, así que seguí con mi serie. Soy una adicta a Netflix sin duda alguna, pero tarea ya no tengo.

**

A las 7:00 de la noche era buena hora para empezar a alistarme. Quiero ir a esa fiesta algo coqueta. Aunque ya me advirtieron que no me conviene estar cerca de Jake, quiero conocerlo.

Me levantó y busco entre toda mi ropa. Me decido por un vestido negro casual que me queda arriba de la rodilla. Unos botines del mismo color con un poco de tacón. Dejé mi cabello negro suelto. Pienso ya darle una buena cortadita, ya que lo tengo abajo de la cintura. Me pongo un poco de maquillaje. Quiero estar presentable pero sin exagerar. Estoy lista. Me levanto de mi cama y confío en como me veo, al no tener un espejo de cuerpo completo, no me puedo observar del todo, pero sé que me veo bien.

No tenía como ir, pero sí sabía en donde era. Salí de la residencia y espere a un taxi. Iré y regresaré en ese transporte. Debo comprarme un auto sin duda, aun que sea de segunda mano.

Le hago la parada a un taxi amarillo. El conductor es un señor de una edad avanzada pero al parecer es amable. Le doy la dirección y él rápidamente se dirige a la fraternidad.
En el trayecto me di cuenta que no tenía el teléfono de Isabell, tenía que pedírselo.

Le pagué al señor taxista y me bajé.
Cuando entré a la gran casa me sentía algo extraña porque no veía a nadie que conociera. Me adentré del todo y decidí ir por algo de beber, una cerveza estaba bien, era lo único que tenía taparrosca.

—Mira a quien tenemos aquí, la señorita malhablada. —Volteé a verlo y por ende ya sabía quien era. Scott.

—¿Ha venido tu hermana? —Le pregunté por Isa.

—Dijo que llegaría en una hora. —Dijo frío pero mirándome descaradamente de arriba a bajo.

Ninguno de los dos dijo nada más, así que me fui y me dirigí hacia dentro de la casa a buscar algo de tomar. Al salir de la cocina vi a Jake hablando con alguien. Me vio y se despidió con quien sea que estuviera hablando. Se dirigía hacia mí. No pude evitar echarle un vistazo. Venía con unos jeans negros, una camisa de color blanco como sus tenis. En sus mano derecha traía un vaso rojo que supongo contenía alcohol. Su cabello negro estaba alboratado, que lo único que hacía es que se viera más atractivo de lo que ya era, maldición.

—Viniste, que genial. —Me saludó de beso.

—Dije que vendría.

—Vaya, veo que ya tienes algo de cerveza. Bien, vamos a sentarnos por allá. —Dice y me toma de la muñeca. Me dirige a un sillón  que tiene forma de U.

Me indica con sus manos de forma exagerada que me siente, lo hago y en enseguida él imita mi acción. Estábamos muy cerca. Mi vestido se sube un poco y él lo nota. Observo como ve mis piernas y sólo sonríe para luego preguntar.

—Así que, eres de primer año, ¿no?

—Sí. Estudiante de psicología de hecho. ¿Y tú?

—Ya veo. — me mira con curiosidad — Estudio una ingeniería en sistemas.

—Oh. — es lo único que se me ocurre decir. ¿Ingeniería? ¡Dios! Eso tiene que tener muchas matemáticas ¿cierto?
Soy terrible es esa materia. ¿Ya lo había mencionado?

—-¿Y te gusta? —pregunta sacándome de mis pensamientos hacia las matemáticas.

—¿El qué? —pregunto confusa.