TÓXICA TENTACIÓN.

Capítulo 5.

Es domingo. Me desperté y lo primero que quería hacer era bañarme. Lo hice y después de mí lo hizo Lizzie.
Al ser domingo, el día más aburrido de la semana y sin nada de tarea por hacer, nos quedamos en la residencia todo el día viendo películas, es muy relajante.

*

Lunes por la mañana. 6:00 am. Realmente no me puedo dejar de bañar por las mañanas, aunque haga mucho frío no importa.

Regreso de darme una ducha con una toalla en mi cabeza y mi pijama puesta. Lizz ya se está preparando para ir a clases.
Nos vestimos, un poco de maquillaje aquí y allá y listo.

Nuestra primera clase es a las 7 de la mañana.
Lizzie y yo compartimos una obsesión por el café así que pasaremos todas las mañanas por uno para después  cada quien dirigirse a su salón correspondiente.

Llegando al salón me siento en una mesa cualquiera cuando veo en la puerta a Isabell hablando con el tipo mal educado de la fiesta. ¿Serán novios?
Ella entra echando humos y él se va, creo que discutieron o algo así. Cuando ella me ve pone una sonrisa y se sienta a lado de mí.

—Hola Hayle. —me saludó.

—Hola, ¿te encuentras bien? —le pregunté al notarla algo cabizbaja.

—Sí, bueno no. Peleaba con mi hermano por cosas familiares, es un imbécil.

Así que el mal educado es su hermano...

—¿El grosero? —¿Lo dije o lo pensé?

—¿Lo conoces?

—Sí, bueno, en la fiesta, Derek, el hermano de Lizz nos presentó y él sólo se despidió de él y se fue.

—Oh, Scott suele ser así, en todos lados.

—¿Cómo? —pregunté.

—Bueno, Scott no es una mala persona, pero trata a la mayoría de las personas como una mierda. Tiene muchos problemas con mis padres, casi nunca está en la casa, y con las mujeres ni se diga, no tiene ni la menor idea de como tratar a una, prácticamente sólo le sirven para el sexo. —dice triste. —Perdona, dirás que te conozco de sólo hace días y ya te cuento todo esto.

—No te preocupes —la tranquilizo — Es bueno desahogarse y a veces los desconocidos son perfectos para eso. ¿Estaban peleando?

—Gracias, sí, por lo mismo de siempre, será el cumpleaños de mamá y le dije que fuera a la casa, pero él se negó rotundamente.

—Oh, lo siento, no sé que decirte realmente pero él se puede ir al carajo.

—Sí. —rio.

Llegó el profesor y dijo que teníamos que hacer un ensayo para el jueves sobre la Psicología  clínica. Isabell y yo nos pusimos de acuerdo para hacerlo juntas.

Después de tres clases llegó la hora del almuerzo. Isabell y yo nos sentamos en la primera mesa vacía que vimos. Luego se nos unió Lizz. Platicabamos y nos íbamos conociendo.

—Hay una chico en mi clase que me parece atractivo. —dijo mi compañera de cuarto.

—¿Quién? —preguntamos al mismo tiempo Isabell y yo.

—Se llama Ian, Ian Taylor.

—No, no, y no. —dijo Isabell. —No puede gustarte él, él es un hijo de puta al igual que mi hermano, por eso son amigos.

—¿Cómo? —preguntó desconcertada Lizzie.

—Bueno, para empezar no toman a ninguna chica en serio. Cada que se acuestan con una sólo es para subirles el ego. —sonó molesta — Lo sé porque así es mi hermano, así que si te quieres evitar sufrimiento, evita tener contacto con él.