El día se ha pasado rápido. Es hora del almuerzo y estoy sentada sola en una mesa de la cafetería, esperando a las chicas. Me gusta estar sola y últimamente no lo he estado.
—Hayes, ¿verdad? —se me acerca un tipo alto, muy blanco, con ojos casi negros y su cabello igual. Va vestido de pies a cabeza de color negro. La verdad, no me desagrada nada.
—¿Se te ofrece algo? —pregunto seca.
—Conocerte, Hayes. —dijo sonriendo y sentándose en frente de mí.
—Lástima que no tengo el mismo deseo, pero aprecio tu buen gusto. —dije segura.
—Alguien tiene un ego muy grande. —se burló.
—¿Y bien? —no sabía que decir.
—Soy Jake, un gusto. —dijo sonriendo de lado.
—Hayle, pero supongo que ya lo sabes. —me presenté y empecé a comer. No soy de las mujeres que les da vergüenza comer en frente de un hombre, todos lo hacemos, que tontería.
Las chicas supongo que se dieron cuenta que hablaba con él y por eso no se acercaron, no lo sé, ya que nunca llegaron.
—¿Y bien? ¿De dónde eres?
—Carolina del Norte.
—He estado ahí. Nada del otro mundo. —dice sonriendo.
—¿Tú?
—De aquí, Nueva York.
—Muy bien hombre de negro.
—En fin Hayes, mañana habrá una fiesta en la misma fraternidad en la que fue su bienvenida y quería invitarte, ya sabes, para conversar un poco más. — dijo.
—Me lo pensaré. —le sonreí mientras él rozó mi mano, lo observé unos segundos, él sólo sonrió y se levantó.
—Un gusto. —Volvió a decir y sólo sonreí.
Él sólo salió de la cafetería, joder, era realmente atractivo.
Él me recuerda a algunos de mis amigos.
Pude notar que tiene la piel tan clara, se le notan un poco sus ojeras, a lo mejor no duerme bien...Acabé mi desayuno y me fui al salón, encontrándome con Isabell.
—Hola, las estuve esperando. —le dije.
—Sí pero me encontré a Lizz en el baño y se sentía un poco mal así que la acompañé a la enfermería. —me explicó.
—Oh, esta bien de todos modos.
—¿Y el tipo de la cafetería? —Me preguntó.
—Ah, no lo sé, sólo nos sentamos a hablar un rato pero él ya sabía mi nombre.
—Oh, es que Scott me dijo que no te le acerques mucho, dice que no es una buena persona. —me informa. Espera ¿qué?
—Me invitó a la fiesta de mañana, dijo que esperaba verme ahí, de todos modos espero ir con ustedes. —Le conté, ignorando lo que había dicho el señor mal educado, ni siquiera lo había visto en la cafetería cuando hablaba con Jake.
—Pues no se diga más.
—Bien. —Sonreí emocionada.
Este día era muy tranquilo, al ser viernes salíamos a la 1:00 pm, más temprano que otros días. No tuvimos nuestra última clase así que podíamos irnos ya.
Me despedí de Isa y me dirigí a la residencia.Al llegar, arreglé el cuarto un poco. Me considero de alguna manera, ordenada.
Sólo era cosa de hacer las camas y doblar alguna que otra ropa de vestir, nada del otro mundo.
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TÓXICA TENTACIÓN.
RomansaHayle Hayes se enfrenta a una nueva etapa. La universidad. Su único plan es terminar su carrera y reconstruir su corazón. Huyendo de un pasado obscuro, pero con una nueva meta de vida. Pero a veces, las cosas no salen como queremos. Scott O'Conne...