5 razones para no confesarme

Razón.1

Razón 1

Desde que Seokjin se mudo a Seul a los 9 años creyó que todo lo bueno se quedaba en su antigua ciudad sus amigos y  familiares, no se le permitió quejarse cuando cambiaron su bella casa con un gran patio por un pequeño departamento en el centro tampoco cuando tuvo que despedirse de la mayoría de sus cosas, su padre estaba en la ruina y debían salir a delante nuevamente a el le habían ofrecido un buen trabajo en Seúl y debían ir si o si, Seokjin le tenia mucho miedo al primer día de clases, el siempre había sido diferente no amaba las mismas cosas que los demás mientras los chicos pateaban el balón y ensuciaban sus ropas el prefería vestirse bien y cocinar ricos pasteles con su abuela, Seokjin era afeminado y sus padres  lo amaban como era al igual que sus amigos los cuales dejo, en Seúl las cosas eran distintas los niños eran malos y le ponían apodos como mariquita, le gritaban es niñita y tiraban sus cosas así paso todo un año agradeció las vacaciones por que vería a sus amigos Ken y Sandeul hicieron sus días mas felices ellos no lo juzgaban lo amaban tal y como era paso su cumpleaños en su ciudad natal pero su alegría duro poco tuvo que volver a Seúl a la escuela sus días de nuevo se vieron llenos de golpes, insultos y llantos sus padres no sabían lo que sucedía su hijo ya no les hablaba y eso les preocupaba pero tampoco podían dedicarle mucho tiempo debían trabajar por que aun debían mucho dinero solo esperaban que su hijo los comprendiera.

Seokjin lloraba encerrado en el baño de la escuela miraba su cabello todo pegoteado esos niños mayores habían pegado un gran trozo de chicle en su cabello y no podía sacarlo mientras mas trataba mas se enredaba amaba su cabello castaño y no sabia que hacer además ese día habían tomado su almuerzo y los stickers que sus amigos le habían regalado, su rostro estaba empapado de lagrimas, la puerta se abrió y el salto creyendo que eran los niños malos que venían a molestarlo de nuevo pero para su suerte no era ninguno de ellos, el niño moreno entro y hizo sus necesidades fue a lavarse las manos y Seokjin escondió su rostro, el niño se acerco hasta el y lo miro sorprendido.

- Eres lindo que te sucede

Jin se sonrojo el niño lo miraba expectante y el limpio sus ojos con su manga

- Pusieron, chi-cle-en mi pe..pelo

El niño se acerco y Seokjin le mostró su pelo, el niño lo miro y le dijo un escueto espera y salió corriendo de ahí, el se quedo ahí sin moverse y el niño volvió bajo la mochila que había traído y comenzó a buscar algo un par de tijeras que asustaron a Jin el no quería quedarse calvo el amaba su pelo.

- Debemos cortarlo si no se pegara mas y será imposible sacarlo

- Noooo mi pelo, por fa—vor

El niño se acerco y limpio sus mejillas

- Tratare de cortar solo un poquito lo prometo.

- Solo...solo un poquito si

El niño asintió y Jin se sentó en el piso el pequeño tomo el mechón con chicle y lo corto Seokjin sentía el ruido de las tijeras y las suaves manos del niño acariciando su cabeza.

- Listo mírate al espejo quedo bonito

Jin se miro y no estaba calvo solo tenia un leve recorte en la parte de arriba de su cabello sonrió y agradeció al niño que le sonrió, Jin se sonrojo al ver los hoyuelos que se le formaron no resistió y metió un dedo en la mejilla el niño sonrió mas.

- ¿Por que tocas mis hoyuelos?

- Quería ver si eran profundos, son lindos

El niño sonrió y Jin metió su dedo nuevamente, el niño tomo el cabello que corto y lo miro atentamente, lo olio y sonrió.

- Huele a frutas, oye ¿puedo quedármelo?, tu cabello es bonito

Jin asintió y el niño guardo el mechón de cabello en su mochila en una pequeña libreta, salieron del baño y caminaron con grandes sonrisas en sus rostros.

- Aaaah ¿como te llamas?, yo soy Kim Seokjin

el niño sonrió nuevamente y estiro su mano en forma de saludo

- Yo soy Kim Namjoon

Desde ese día Kim Namjoon y Kim Seokjin se convirtieron en amigos el menor siempre iba en auxilio de su hyung , comían juntos y disfrutaban de sus recreos y Jin creía que no había sido tan malo el haber llegado a vivir en Seúl después de todo había conocido al que seria su mejor amigo de por vida y con los años así lo confirmo, se le había hecho costumbre el tocar con su dedo índice los hoyuelos profundos de Namjoon cada vez que este sonreía, Namjoon siempre revolvía los cabellos de su amigo eran sus costumbres, Namjoon era su salvador, su protector y su mejor amigo, Namjoon era su príncipe.