IV

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Las semanas pasaron y muchas cosas cambiaron, una de ellas fue que ahora prácticamente todo el tiempo me la pasaba con Chloe. Al día siguiente de nuestro día juntas, ella espero por mí en la puerta de la escuela para que camináramos juntas hasta nuestras clases; me gustaba pasar tiempo con ella, en verdad era una chica increíblemente genuina y fácil de hablar, pero al mismo tiempo había algo que me molestaba y era el hecho de que Chloe era una persona muy posesiva, casi no pasaba tiempo con Mila o Laur y todo era porque siempre estaba con Chloe.

Otra cosa que también cambio fue el hecho de que por fin, y después de un mes de la llegada de Chloe a Calton High, había aceptado el hecho de que Chloe me gustaba más que una amiga. Lo acepte por que no podía negarlo más, lo acepte porque lo que me pasaba con ella jamás me había pasado con Lauren o con Camila...Lo acepte porque estaba segura de que me gustaba Chloe y quería ser algo más que una amiga para ella.

Era un viernes después de la escuela y me encontraba con Chloe, Thomas, Booboo y los demás chicos, Thomas estaba más que entusiasmado con una fiesta que iba a organizar en mi casa, ya que mis padres saldrían todo el fin de semana a Nueva York a visitar unos amigos. A mí no me gustaba la idea y no tanto por que tendríamos en la casa a adolescentes sin control bebiendo y bailando como si no hubiera un mañana, no me gustaba la idea porque, según Mitchell, iba a ser el momento en el que mi hermano le pediría a Chloe que fuera su chica.

El solo pensar aquello hacía que mi corazón se encogiera unos centímetros a causa del dolor. Suspire al ver como Thomas tomaba la mano de Chlo entre las suyas, me metí al automóvil, me puse mis audífonos y espere a que mi hermano terminara lo que estaba haciendo. Pasaron 30 minutos y este simplemente seguía de estúpido sonriéndole a Chloe, el cólera se incrementó en mí y salí del auto, azote la puerta y comencé a caminar hasta la casa. Pude escuchar los gritos de Chloe, pero no me detuve, no quería verla a ella, no podía soportar como le seguía el cuento a mi hermano.

La verdad no sabía si a ella le gustaba Thomas, nunca me lo había mencionado en esas pláticas nocturnas que tenemos todas las noches antes de irnos a dormir. Pero si a mi amiga le gustaba mi hermano, no tendría otra opción más que soportar el hecho de que así serán las cosas. Por fin llegue a la casa, con todos mis pensamientos revueltos en mi mente, me quite la mochila, mi gorro y me tiré en la cama con mi mirada sobre el techo, después de ver aquello, caí en la realidad que no me gustaba Chloe, sino que estaba enamorada de ella.

Final del Flash Back

Presente

Recuerdo que en efecto, en esa fiesta Thomas le declaro a la rubia todos sus sentimientos. Le pidió a mi amiga que fuera su novia y Chloe acepto. El solo recordarlo hace que mi corazón se quiebre como lo hizo aquella noche. Dolió, en verdad que lo hizo, nunca antes me había enamorado y ahora que lo había hecho, me había enamorado de la que ahora era novia de mi hermano.

Lo más raro del asunto fue que Thomas nunca me pregunto por cosas de Chloe, al igual que ella nunca menciono algún interés amoroso por mi hermano. Pero ya habían pasado 6 meses desde su relación y las preguntas seguían rondando en mi mente. Nunca tuvieron una cita, se conocían de un mes y en ese mes casi nunca estuvieron solos. Si, caminaban de vez en cuando por allí, como aquella vez que los vi en la biblioteca, pero de allí en fuera, todo lo que ellos hacían siempre estaban los demás chicos.

—Hola—saludo Mitchell al momento que se sentaba junto a mí y me daba un beso en la mejilla

Yo sonreí—Hola, galán—él sonrió— ¿Qué te pasa?—pregunte al ver como reía levemente.

—Siento que en algún momento, Chloe saltara sobre mí a golpearme—dicho esto por él, voltee a ver hacía donde ella estaba y en efecto, su mirada no era la más amigable en esos momentos. Yo suspire, estaba segura de que cuando estuviéramos solas, me reclamaría por eso.

—Son imaginaciones tuyas—quise quitarle importancia pero el negó.

—Sofía, soy un chico pero no uno imbécil—yo lo mire confundida—digo que Chloe está saliendo en PÚBLICO, con el Daccarett equivocado. No me des esos ojos. ¿Recuerdas la semana pasada, cuando Chloe se "puso mala" y tú la acompañaste a la enfermería?—yo asentí—pues las seguí, no por morbo sino porque la profesora me dijo que fuera por si necesitabas ayuda, fue cuando vi como esa pequeña te daba unos besos, que ¡Uff! Quise ser yo.

Sentía que mis mejillas estaban ardiendo de vergüenza. No podía creer aquello que Mitchell me decía. Me sentía tan...las palabras no podían describir como me sentía en aquellos momentos. Sentí como Mitchell ponía una de sus manos en mi hombro derecho.

—Amiga, no juzgo. Pero ¿ella está contigo al mismo tiempo que con Thomas?—yo asentí—lo digo, eres mi héroe—Yo negué. Pero él se puso serio—eres mi amiga y te quiero porque eres como yo, pero recuerda que es tu hermano y que cuando hay una tercera persona en una relación de dos, esa persona termina con el corazón roto.

Yo lo sabía. Y Mitchell tenía razón. Todos tenían razón, pero ¿Qué podía hacer yo? Amaba a Chloe y por más que sabía que lo que pasaba entre ella y yo estaba mal, dentro de mi corazón todo estaba bien. Allí es cuando se aplica: cuando el corazón no entiende de razones. A lo lejos volví a mirar a Chloe, quien estaba sentada al lado de Thomas. Ella me sonrió sinceramente y yo le devolví el gesto.

—Lo sé, Mitch y gracias—me levante del lugar y bese su mejilla.

El me miró y se levantó también— ¿A dónde vas?

—A despejar un poco mi mente.

Corrí hasta el estacionamiento, encendí el auto y arranque hacía la nada. En aquellos momentos no tenía dirección alguna, simplemente quería largarme de ese lugar, olvidar todo, seguir mi camino, pero sabía que los que huyen de sus problemas son los cobardes, y yo no soy una cobarde. Mi padre me había inculcado valores inigualables y mi mamá día a día me decía lo fuerte y preparada que estaba para enfrentar cualquier problema.

Cualquiera menos uno llamado Chloe. Cuando llegue al muelle y ver como las olas reventaban en la orilla, recordé como reventé y también ese día...

Dos es mejor que uno (Dofia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora