XIII

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Los días habían pasado y la tensión entre Thomas y yo aumentaba constantemente cuando ambos estábamos reunidos en un mismo salón, cuarto o lugar. Era increíble como la energía se volvía pesada cuando mi hermano llegaba a la escena. Me enojaba mucho el hecho que no siguiera en su plan de niño caprichudo, vamos tiene 17 años, tiene que actuar como el "adulto" que es.

Mi relación con Chloe, en otro plano, iba de maravilla. Nunca me había sentido de la manera en la que me siento con ella, tan completa, tan realizada, tan segura de mi misma. Cuando estoy con ella, siento que puedo conquistar al mundo, seguir un camino que nunca pensé que antes hubiera podido seguir.

Caminaba al segundo periodo de clases, tenía clase de ética con Mila y Laur. Mis dos amigas seguían tan presentes como siempre en mi vida y contaba con su apoyo moral y total. Ambas estuvieron a punto de ir a golpear a Thomas cuando me vieron con el ojo morado y los hematomas en mi cuerpo, fue un poco graciosa la reacción de Camila, sin embargo. Verla enojada y llena de rabia era algo que nunca había visto.

La relación entre Chloe y mis amigas era buena, de hecho se había mejorado con el tiempo. Desde aquella vez en donde Camila y Chloe tuvieron aquella "platica", su amistad se volvió un poco más única y no digamos a Lauren. Ella ama a Chloe como la hermana pequeña que nunca tuvo.

¿Y que más podía hacer yo? ¡Vamos que mis mejores amigas se llevan de maravilla con mi novia!... espera, ¿novia?

Nunca había pensado aquello. La relación que tenía con Chloe se limitaba a saber que ambas estábamos completamente enamoradas, sin embargo nunca se puso una etiqueta a nuestra relación. Para mi ella solo era mi chica, la persona que se había robado mi corazón pero nunca mi novia.

Novia, esta palabra de cinco letras con un significado enorme, es como el amor. Pequeñas palabras con grandes significados.

Si algo tenía el Profesor Avalos era que las clases de ética se limitaban a los valores, aquellos que sabíamos desde el primer día de clases en la primera. A tus 17 años esperas algo más de aquella clase, sin embargo con el profesor Avalos todo era diferente, por lo que Lauren, Camila y yo decidimos mejor adentrarnos en una plática a lo largo de la clase.

La hora del almuerzo llego y las tres llegamos a la cafetería, suspire pesadamente al ver como Thomas llegaba también al lugar. Al pasar junto a mi aventó su hombro izquierdo para que chocara con el mío haciendo que me tambaleara un poco. Conté hasta 20, no quería armar un escándalo en la escuela.

A los ojos de los demás, Chlo seguía con Thomas, nadie sabía de su ruptura y por mucho que yo quisiera hacerles saber a todos que la rubia ahora era mía, las cosas no podían ser así puesto que Chloe no necesitaba más drama en su vida.

Con el que se trae Thomas es más que suficiente.

—Si no nos vamos de aquí, iré y le romperé las nueces a Thomas—susurro Camila y yo solo negué con la cabeza.

Caminamos hasta, la que siempre había sido nuestra mesa. Estaba por comenzar mi desayuno cuando Chlo aparecía más hermosa que nunca por la puerta de entrada de la cafetería. Era increíble como unos simples jeans y una blusa la hacían la mujer más hermosa. Sonreí como idiota cuando la vi y a lo lejos escuchaba las burlas de Laur y Mila.

Mis mejillas comenzaban a arder de lo sonrojada que estaba. Aún, después de todo este tiempo, seguía sonrojándome por cualquier cosa que tuviera a Chloe de por medio.

Ella camino hasta nuestra mesa, no sin antes llamar la atención de esas dos nuevas chicas que habían llegado hacia unos días a la escuela. Creo que sus nombres son Claire y Paulina, son, al parecer, amigas de Washington de Chlo y ambas se habían venido a estudiar para acá.

Dos es mejor que uno (Dofia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora