¿Amigos?Nunca!🤪

😶El Día De La Verdad😶

Se hizo tarde y Adri me llamaba.
📞En llamada:📞
- Hola.
- Hola,  ¿qué tal?
- Bien, estoy con Patri.
- Ah, hola Patri, es que te llamaba por si podías quedar esta noche.
- Eh, sí, te vienes a mi casa y...
- Vale, ¿en media hora te viene bien?
-Sí, aquí te espero.
☎️Fin de llamada.☎️
Patri me ayudó a recoger el salón que habíamos dejado mal, haciendo gilipolleces nuestras. Hasta que llegó Adri, llamando a la puerta.
- ¿Hola? - preguntó Adri.
- Ey ya bajo, está Patri recogiendo su cena jajaja.
- Jajaja. Bueno, voy al baño.
Cuando bajé, me encontré a Adri sin camiseta, pero al despedirme de Patri, me dijo
- Joder como está el cabron, ya puedes aprovechar - dijo con voz perturbada.
- Jajaja, venga te quiero, mañana nos vemos.
- Adiós Adri, te quiero Luna.
Cuando marchó Adri me abrazó por detrás, y salté del susto.
-¡Adri! Que susto joder.
- Jajaja, ven vamos.
Subimos a mi habitación y se tumbó en la cama.
- ¿Qué vamos a hacer?
- Nada, pero tenemos que hablar...
- ¿Pasa algo?
- No, es que creo que ya es hora de contárselo a José, corté esta mañana con Celia.
- Ya, además creo que sí, porque estos días lo noto raro. Mañana hablo con él ¿vale?
- Perfecto y ahora...
Hizo gesto de hacerme cosquillas y nos caímos de la cama como dos tontos riéndonos.
- Todo esto por tu culpa jajaja.
- ¿Ah si? - dijo riéndose conmigo.
Los dos nos miramos a los ojos y nos tocamos los labios dulcemente, y con delicadeza entrando en un tímido beso. Al separarnos Adri me miró sonriente y yo me puse roja.
Volvimos a besarnos hasta que...
- Adri creo que...
- Ya, ¿lo intentamos?
Volvimos a besarnos y la cosa fue bien.
Horas después.
-Adri, ¿qué hora es?
- No sé, serán sobre la una o así.
- Espera voy a mirar el teléfono. ¡Son las cinco de la mañana!
-¡¿Enserio?! Diré que estuve en casa de Hugo jugando y nos quedamos dormidos.
- Pobrecito el niño, dando explicaciones, mientras que yo estoy en mi casita sola durante todo este tiempo.
- Anda, vamos a dormir, es tarde.
- ¿Ah si? ¿El señor está cansado? - dije riéndome.
- Tú quieres que mañana no me levante ¿verdad?
- Exactamente, quiero que te quedes siempre.
- Y yo.
Nos abrazamos y dormimos. De repente sonó un teléfono y...