El Fin Da Un Comienzo😉

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- ¿Qué coño haces? - dije empujandole.
- Anda que saludas.
- ¿Por qué  tendría que hacerlo? Yo estaba con Carlos.
- Déjalo - dijo entrando a clase, mientras yo le seguía.
Nos sentamos y cuando el profesor empezó a explicar la materia note como se acercaba una silla y se sentaba alguien al lado mía mientras que yo estaba copiando lo de la pizarra.
- Hola - era su dulce, pero ronca voz.
- ¿Qué te pasa ahora? - dije mientras seguía escribiendo.
- Te veía un poco sola, Rocío no ha venido.
- Ya, lo he notado - dije intentando ignorarlo.
- ¿Me dejas un boli? - dijo cogiéndolo.
No hablamos mucho más, y cuando por fin logré escuchar el sonido del timbre que hacía finalizar la clase, me levanté para poder visualizar por el pasillo a alguien conocido, que me sacara de ese lugar. Pero cuando fui a ver a Adrián para poder pedirle un momento para hablar noté como alguien me cogía de la muñeca y me tiraba hacia él.
- Tú y yo tenemos que hablar - dijo ruborizandome la piel, por lo cerca que habíamos acabado.
- Vale, pero puedo ir un momento a... - no me dejo terminar la frase y sin darme cuenta nos habíamos quedado solos en clase.
No nos dimos cuenta de que teníamos que cambiar de aula y nos dejaron encerrados dentro a los dos juntos.
- Joder, tocaba música, ahora nos pondrán falta, y encima tengo que estar contigo - dije para que no pudiera oírme.
- Así mejor, no tendríamos a nadie que intentará escucharnos hablar - dijo guiñandome el ojo.
Cuando hacia cosas que no me esperaba sentía un escalofrío que me recorría toda la piel. Sí, es mono, y tiene su forma de atracción, pero ¿por qué me causa escalofríos sin conocerle de mucho?
- Mira has conseguido lo que querías, ahora dime, ¿qué querías hablar? - dije cruzándome de brazos.
- Bueno si no te importa tranquila, nos podemos quedar toda la hora callados, claro, a no ser que... - dijo medio riéndose.
- Venga, ya que nos hemos encerrado aquí por tu culpa, dilo - por unos instantes estuvimos en completo silencio hasta que decidió hablar.
- Tú y el tal Adri ese, ¿tenéis algo? - dijo sentándose encima de la mesa donde me senté yo.
- Que más te da, además, lo dejamos hará 2 días o así.
- ¿Y como es que os besasteis? - dijo con el ceño fruncido.
- Le dejé, aunque no quisiera, pero el tuto trae consecuencias, y después de los rumores del año pasado, no quiero que le metan en más a él.
- Entiendo, bueno queda más de media hora para que vuelva a sonar el timbre, podríamos contarnos cosas de nuestra infancia ¿no crees? - dijo sentándose donde la silla del profesor, enfrente mía.
- No hay mucho que contar, además no me gusta hablar de mi infancia, pocos saben de ella - dije recordando a José y a mi sentados en el campo.
- La mía tampoco es que me guste mucho, mi padre pegaba a mi madre y poco después se divorciaron, ahora vivo con mi madre y mis hermanos - dijo notándose la sinceridad en sus ojos mirando hacia el suelo.
- Es jodido, pero para qué recordar esas cosas... - dije mientras me sentaba al lado suya.
- Tienes razón.
Estuvimos riendo, contándonos anécdotas increíbles etc. Pero nos interrumpió el timbre.
- No ha estado nada mal - dijo mientras reía.
- La verdad es que no - solté antes de oír como abrían las puerta.
La profesora nos miraba extrañada.
- ¿Que hacíais ahí dentro? - preguntó mientras nos miraba fijamente.
- Íbamos a coger las mochilas y al ir por ellas nos encerraron - dije mirando a Derek.
La profesora asintió y se marchó, dejando entrar a los demás compañeros en clase. Derek se volvió a sentar a mi lado las demás horas, pero esta vez si que hablábamos, hasta llegaron a regañar por estar riéndonos y tirandonos cosas.
Era la hora de irnos a casa, cuando llegué, comí e hice la tarea, cuando recibí una llamada de un desconocido. Al cogerlo escuche la voz de David, un amigo de Carlos.
- Luna, es Carlos, estábamos andando y de repente... Se ha caído, no me respondía, estamos en el médico... - dijo nervioso.
- David estate con el todo el tiempo que puedas, yo no puedo ir, mis padres no están y mis hermanos tampoco. Hablame si vas sabiendo algo de él. - dije intentando tranquilizarle, mientras que yo intentaba contener las lágrimas.
Colgué y me tumbe en mi cama agarrando la almohada intentando calmarme, hasta que quedé dormida.
Me despertó el sonido de la alarma. Por fin era viernes, y hoy había quedado con Paula para quedarme a comer con ella, pero guardo fui a mirar el móvil me encontré con un mensaje de David.
- Ha sido una taquicardia, se pondrá bien.
- Le has dicho que tome unas pastillas, mañana mismo lo verás.

-Gracias, luego nos vemos.

Cuando cogí el bus, durante el proyecto no pude parar de pensar que le daría el mayor abrazo a Carlos, nunca soportaría que le pasara algo. Sé que fuma, bebé y hace de todo menos cosas sanas, y que la lía un montón pero si le pasa algo o le intentan separar de mí de cualquier manera, no podría contener el dolor.
Cuando llegamos voy hacia el grupo y veo a David y Carlos hablando, y al verlo me abalanzo sobre él hasta casi tirarle al suelo, necesitaba un abrazo suyo.
- Como te vuelva a pasar algo te mato ¿me entiendes? No me vuelvas a dar un susto así - dije sonriendo.
- Vale, pero tú tampoco vuelvas a soltar me después de un abrazo - hay veces que resulta tan buenas persona.
Al volver al grupo no ví a Derek, y aunque me extrañara, no pregunté.
Entre a clase, y todas se volvieron como al principio, larguísimas. A la salida me encontré con Paula y cuando estábamos saliendo visualice a Derek por la zona de unos bancos. No quise acercarme, pero escuché como me llamó.
- Luna, ¿no vas en bus? - dijo preguntándome.
- No, hoy me quedo, por cierto Derek, esta es Rocío, mi mejor amiga, Rocío, este es Derek un compañero - dije para poder presentarlos, mientras que asintieron.
- ¿Te voy a ver esta tarde? - dijo mirándome mientras mordía su labio.
- Seguramente.
No sé porque pero tengo la sensación de que algo en él me atrae, no se el qué.
Después de pasar la tarde mi madre me vino a buscar y volví al pueblo. Le ví unas cuantas veces en las pistas junto a su grupo, él fuma porros, etc y aunque no conozca mucho su grupo preferí no acercarme.
Al llegar a casa me cambié y cuando intentaba dormir, no paré de pensar en él, su mirada y su media sonrisa.
El fin de semana pasó rápido. Cuando desperté a las 7 del lunes, supe que esto sería un rutina hasta que llegaran las vacaciones de Navidad.

¿Amigos?Nunca!🤪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora