Cuando los astros se mueven.

Feliz cumpleaños.

El primero en despertar fue el dueño del hogar, quien en pijamas y algo despeinado fue a preparar el desayuno, hizo café, siempre muy necesario para despertar a Sakura, después fue a asearse, cuando lo hubo hecho, golpeo la puerta de la habitación del invitado forzoso, según su punto de vista. 

-Ya voy- escuchó desde dentro. Sasuke fue a la puerta de su hija y abrió lentamente estaba durmiendo, verificó que no habían rastros del chico allí, entrecerró los ojos con desconfianza. Desde ahora en esa casa no se mueve ni una hoja sin que él lo sepa.

Su esposa estaba saliendo con la polera de su pijama levantada y el flequillo volteado completamente, el surco de la saliva se dibujaba en su cara, había dormido como un tronco -¿Qué haces?- se talló los ojos.

-Aún esta durmiendo, no la despertemos- Sakura asintió. 

Salio Mitsuki de la habitación y está al verlo lo abrazo, dejando perplejo a Sasuke y al niño por igual -¡Feliz cumpleaños!- dijo con toda dulzura. Se separó de pronto de él, mirando la vieja ropa de su esposo en el niño, sonriendo complacida -te queda bien, un poco ajustada, si quieres puedes quedártela. 

-¿Perdón?- te atreves a regalar mi ropa en mis narices, mujer, pensó Sasuke.

-Oh vamos, ni te acordabas que la tenia guardada ¡bien vamos a desayunar! -Se olvidó completamente de su aspecto, y fue a la mesa que ya estaba servido el desayuno.  

Sasuke se acercó a Mitsuki, quien creyó que le iba  obligar a quitarse la ropa en el momento y devolvérsela -Felicidades niño- puso su mano sobre el pelo de Mitsuki y lo despeino, fue a sentarse con su esposa a desayunar, Mitsuki los siguió. 

-No sabia que te gustaba- dijo Sasuke cuando este se sentó. Pero Mitsuki estaba sin palabras -Es tu cumpleaños al menos deberías desayunar lo que te gusta. - El Uchiha tenia otra definición diferente al que tenían su esposa y su  hija. Habían otras formas de celebrar este día. 

Frente al albino habían huevos revueltos con tocino, jugo de naranja y un vaso de leche, también había fruta picada, levanto la vista para ver el resto de la mesa, varias mermeladas, panes tostados, sopa de miso para Sasuke con arroz y pescado, en resumen había cubierto varias opciones. El chico sonrió, no le iba a decir que usualmente comía comida comprada por ahí, cuando se daba el tiempo de desayunar, o iba a comer hamburguesas con Boruto casi al medio día, pero huevos revueltos era su comida favorita. 

-Son mis favoritos- dijo muy bajo pero Sakura lo escucho de todas maneras. 

-¿De verdad? ¡Es estupendo!- festejo con alegría.

Al terminar dejaron la mesa puesta con el desayuno de Sarada, todo lo demás guardaron y lavaron, Sasuke le había dicho a Sakura que la iría a dejar al trabajo. 

-Yo entrenaré al engendro de Naruto, así que no despiertes a mi hija -su voz sonó a amenaza. Fue lo que dijo Sasuke antes de irse, tomado de la mano de Sakura, quien estaba más que feliz, su esposo no era demostrativo, pero hacia en la justa medida lo suficiente para ella.

Sarada se despertó cuando Mitsuki estaba cerrando la puerta de la entrada, ya estaba vestida y preguntó de inmediato por sus padres. Después del desayuno dejo a Mitsuki terminar los adornos y colocando los según un boceto que había hecho ella misma, era muy detallista en cuanto como debían ir, ella comenzó trabajar preparando la comida, aperitivos y bebidas para la fiesta. Chou chou llegó a media más tarde a ayudar,, y al terminar los preparativos por completo los tres fueron por el pastel que había encargado Sarada. 

-¿Quienes vendrán?- preguntó Chou chou, sacando una y otra vez las papitas de su bolsa, para masticarlas mientras hablaba. 

-Solo los amigos- dijo Sarada.