Extra.

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Estaba plácidamente dormido hasta que sintió un manotazo en plena cara, despertó sentándose de inmediato, un poco desorientado, pero alcanzo a reaccionar para tomar antes que cayera al suelo,  al vuelo el  pequeño que al igual que él de había quedado dormido, se froto los ojos donde recibió el golpe del menor. 

-Con un demonio ¿cómo puedes dormir así Taisei? dejó a un lado al pequeño infante, lo tapó y se puso de pie. Su hijo en primera instancia se había quedado dibujando en la mesa, hace unos instantes, hasta que acabo durmiendo sobre su cabeza.

Él se había quedado dormido en la sala, tratando de dormir a la bebé, bueno no tan bebé ya tenia dos años, pero de ella no había ni rastro, la pequeña debería estar gateando por ahí, se arrodillo y empezó a buscar debajo de los muebles, preguntando se como mierda, haces dormir al engendro equivocado, se supone que estaba haciendo dormir a su hija , Satsuki, no al primogénito de cuatro años, no había ni una ciencia en hacerlo dormir a él, bastaba con ponerle una manta. 

-Satsuki- comenzó a llamarla, pero no había respuestas de la bebé. 

Reviso si la puerta o alguna ventana estaba abierta, pero estaba todo cerrado, tal y como lo había dejado él, de pronto vio un par de pies pequeñitos  salir por la sombra del sillón, se agacho y encontró a los dos niños que le faltaban, los tomo sin ningún cuidado y los puso junto al que tenia pésimo dormir, a ese mismo lo envolvió en la manta hasta que pareció un gusano y fue por otra manta para los otros dos, se sentó junto a ellos mientras los observaba dormir. Ya había pasado el medio día y era la hora de la colación muy seguramente en el edificio de administración de la aldea, bostezo, aún tenia sueño, llegó de madrugada despues de una misión a casa, su cuerpo llevaba muchas jornadas sin dormir adecuadamente, lo más que alcanzo a dormir fueron los instantes que trato de hacer dormir a Satsuki, su pequeña hija de dos años, acaricio su pelo. Era su ángel, su motor, ahora su vida. De Ángel no poseía nada, la niña solo quería ver el mundo arder, llegando a veces a asustar a sus hermanos mayores, la puerta del frente de la casa se abrió, y escucho unas grandes pisadas entrar, seguidas de otras pisadas pero de un andar más desganado. 

-¿Quién les dijo que llegue? -preguntó un poco molesto, no los iba a echar pero planeaba estar con sus hijos y aprovechar de verlos cuanto pudiera. Crecían demasiado rápido para su gusto y su propio bien.

-Boruto- dijeron los dos al mismo tiempo. 

-Tan amigable como siempre -dijo con sarcasmo -planeaba dormir un rato, pero tengo guardia paternal.

-¿Por qué te cortaste el pelo?- preguntó Shikadai, sabia que al albino le gustaba su cabello largo. Hacía lo prefería su amigo.

-Con Sarada tuvimos que cortar le el pelo a los niños y no querían hacerlo. Mucho no puedes hacer con el cabello chamuscado- recordar la razón del porque... había sido un completo caos, fue la segunda vez que más pánico sintió en su vida, la primera fue la instancia del parto de su hija. 

-Hombre tu hija es un demonio, con suerte no les quemo la casa. Agradece que solo paro con el pelo de sus hermanos-  Kawaki lucia como si disfrutara de ello. Él tenia una niña de la misma edad que Satsuki, Manami, la que traía en sus brazos en ese momento. -Hima cree que es por que le falta alguien con quien jugar -rodó los ojos, claro que no opinaba igual, temía por su hija -me obligó a traer a Mana pero yo no me fió de tus engendros, de ninguno de ellos. 

No lo dijo pero sobretodo de los varones.

-Tranquilo- dijo Mitsuki aún la niña solo sentía deseos de aniquilar a los gemelos, no sentía interés en otros niños que no llevaran su sangre. -¿Almorzaron? 

-No- dijeron los dos. 

-Voy a servirles, pero tú ves la comida de Manami. Tu hija, tu responsabilidad- lo señaló con un cuchillo. Shikadai acomodo el tablero, el Nara se pasaba las tardes buscando con quien jugar, su padre Shikamaru aún no entregaba su puesto, por lo que solo trabajaba durante la mañana, se terminó aburriendo de tanto estar en casa.   

Cuando los astros se mueven.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora