Todos de pequeños, hemos tenido sueños que parecían alcanzables por muy imposibles que fueran. Unos soñaban con volar a pesar de que sus pies estuvieran acariciando la suave arena. otros con ir al espacio, otros con montarse en una atracción que no deje de dar vueltas y más vueltas. Yo de pequeña, soñaba con volar, con poder dar la vuelta al mundo, me imaginaba con mis alas que irradiaban el color del arcoíris, mientras relucía y endulzaba las sonrisas de cualquiera que pasara por mi lado.
Con el tiempo vas creciendo, vas dándote cuenta de la realidad sin necesidad de que nadie te la diga, porque te van a mentir, para que vayas saboreando ese caramelo, hasta que de repente sabe agrio. Pero lo mejor de todo es que sigues soñando, sigues ilusionándote.
Algunos sueñan con su príncipe azul, desean que les salve de sus problemas, soñando que las rescata de la tenebrosa torre, mientras vivieron felices y comieron perdices.
Una cosa son los cuentos que leemos, otra es la historia que vivimos. La otra parte que no nos cuentan, el final que te imaginas pero no sabes si es el de verdad. La historia que se va trazando con el tiempo, ese desarrollo que sentimos en nuestra propia piel, haciéndonos saber que seguimos vivos, que todavía vemos los colores que conforman las luces de la vida.
¿Por qué un príncipe azul? ¿Por qué una princesa? ¿Por qué debe estar en apuros? ¿Si existe ese príncipe azul, porque no viene a mi rescate?
No creo que se necesite de un príncipe.
Las historias de amor, nos hacen creer que debemos encontrar a nuestra media naranja. Pero tú eres la naranja, estás completa no necesitas de tu otra supuesta mitad.
Eso no significa, que no debas buscar a la persona que te complemente.
Creo que eso decía, esa novela romántica que me obligó a leer mi madre.
Pero no me hagáis mucho caso, solo soy una adolescente que no cree en el amor en sí, porque ya se ha perdido el romanticismo, las ganas de ir con lentitud, no de hablar por un teléfono y luego hablar cara a cara y que las personas no sean capaces de tener una conversación decente sin mencionar el sexo de por medio.
Los años pasan, los sueños permanecen, no todos se hacen realidad, y algunos de tus sueños se rompen. Pero, a pesar de ello, sigues siendo positiva, si la vida te empuja y te caes, tú te levantas, así lo haces porque no deseas que esas fuerzas que has recaudado con los años se desmoronen así sin más.
Pero, mientras un sueño tras otro se van rompiendo, te das por perdida, ya te cansaste de levantarte, de fingir que todo está bien.
Y es allí, cuando viene un huracán que te golpea, haciendo que tus rodillas se desgarren.
Tu vida cambia, gira con tal brusquedad que del impacto tan repentino no sabes explicar cómo sucedió. Dejas de soñar, ya no sonríes, ya decides quedarte sentada, en vez de levantarte.
Tus ojos se apagan, ya no distingues un color del otro, todo se sumió en negro y blanco.
Las esperanzas de vivir se marchitan, tu vida corre a contrarreloj, las sonrisas, las risas, la felicidad que emanaban los de tú alrededor, se convierten en miradas de lástima que comienzan a decir:
«Sé fuerte, que tú puedes con todo» «Comprendo tu dolor» o lo típico de:
« Donde hubo tinieblas, aparecerá la luz»
Lo peor es cuando tu cuerpo te obliga a comer, a seguir andando, a seguir sintiendo, a seguir existiendo. Eres ausente del ambiente en el que vives, te encuentras en tu propio mundo, uno que está lleno de tinieblas que te asfixian.
Me parece absurdo que la gente que no te hablaba, que no te soportaba, sean capaces de decirte palabras de aliento que en realidad, no valen nada, que no sienten en su interior. Ya que no saben cómo estas sobrellevando el dolor. Porque todos sobrellevamos el dolor de diferente modo, algunos de un modo más doloroso que otros.
¿Sabes que?, afrontar la realidad es doloroso.
Por esa razón, me gusta mirar las nubes, se mueven, cambian de color, pero siguen estando allí, no dejan de ser ellas mismas.
No te engañan para luego destrozarte.
Lo mejor es cuando es cuando anochece y observas las estrellas en el firmamento. El día se adormece, las nubes desaparecen, pero miras como brillan y te llenas de alegría.
Hola, me llamo Savannah Smith, y bienvenidos a mi desastrosa vida.
Solo puedo decirte que al final todo acabará y no sentirás el dolor.
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Nubes de amor ©
Dla nastolatków"Cuando la respiración se te atore en la garganta, recuerda que puedes levantarte con más fuerza aún." #NOALPLAGIO Espero que disfruteis de la lectura.