Me desperté gracias al molesto ruido del despertador.
Me resultaba casi imposible levantarme de la cama ya que hacia un frío espantoso y el simple hecho de salir de la cama no me gustaba. Pero al final de cuentas me levanté y corrí a la ducha para darme un buen baño de agua caliente, salí con una toalla enredada debajo de las axilas con el cabello mojado y me coloque unos jeans negros, un suéter color melón y calce unas vans del mismo color que mi suéter, después seque mi cabello y lo cepille, tenía el cabello hasta la cintura y era color Rubio obscuro aunque parecía más castaño claro, lo sujete con un moño alto, tome mi bolso y me di un último vistazo en el espejo, estaba bien peinada, mi ropa parecía la adecuada para dar una buena impresión y del frío que hacia, mis mejillas se habían enrojecido un poco creando un par de chapas naturales, también aplique un poco de gloss en los labios y no me apliqué rímel ya que me molesta usar maquillaje, así que estaba lista.
Baje las escaleras y me dirigí al comedor donde me encontré a mis padres desayunando, charlaban sobre algún tema que al parecer a mamá le disgustaba.
- Ya te dije que no Robert, no, no y no - reclamaba mamá.
- Johanna entiende, esto sucederá te parezca o no - dijo mi padre furioso.
- Pero ¿por qué a ella? Sabes lo mal que esta y aún así te empeñas en lastimarla más, ¿qué clase de padre eres? - dijo mi madre casi entre sollozos y entonces supe que se trataba de mi.
- Soy la clase de padre que busca lo mejor para su hija ¿que no lo vez?
No quise seguir escuchando su discusión y menos si era por mi.
- ¿Buenos días? - dije entrando al comedor.
- Buenos días Anne, siéntate a desayunar que tu madre a preparado unos huevos revueltos con tocino exquisitos - dijo papá mientras tomaba un sorbo a su taza de café.
- No gracias, no tengo hambre.
- Anne - dijo mamá advirtiendo.
- De acuerdo, comeré unas rosquillas antes del instituto.
- Nada de Rosquillas, te sientas a desayunar lo que tu madre preparo y se acabo - dijo papá molesto.
- Esta bien - dije fingiendo una sonrisa.
Me senté frente a mamá y me sirvió un plato lleno de cóctel de fruta el cual tarde una eternidad en terminar. Durante el desayuno papá me comento que tomaría el autobús el cual pasaría por mi y me llevaría hasta casa pero por ser el primer día, mamá se encargaría de llevarme y recogerme y por mi no había ningún problema.
- Papá, ¿quien era el joven que estaba ayer en tu despacho? - pregunte mientras comía un pedazo de mango.
- Anne no hables con la boca llena - reclamo mamá.
- Perdón - me disculpé esta vez sin comida en mi boca.
- ¿Te refieres a Josh? - pregunto papá.
- Si, ese chico.
- El trabaja conmigo.
- Pero ¿no crees que es demasiado joven para trabar en tu empresa?
- Si que lo es pero el se encarga de mandar y traerme un par de encargos que necesito para la empresa.
- Ah, de acuerdo.
Termine mi tazón de fruta y me despedí de papá, tome mi bolso y salí seguida de mamá para abordar el auto. Durante el camino me atreví a preguntarle a mamá de que charlaba con papá antes de que yo llegara.
- Ya sabes, asuntos de trabajo - respondió mamá, era más que obvio que no me contaría nada.
Después de treinta minutos de recorrido llegamos a mi nuevo instituto.
Una vez que mamá aparcara el auto, baje de este y me despedí.
Camine a la entrada con un par de miradas sobre mi.
Antes de abrir las puertas suspire... Aquí vamos Anne, una vez más, desde cero.
Holaaaa(: lamentó mucho el no haber subido capítulo antes, pero ya entré a clases y casi no tengo tiempo.
Estaré subiendo capítulo TODOS los viernes y si tengo tiempo entre semana.
Espero y les gusté y disculpen si sólo es "esto" pero ya más adelante la cosa se pondrá buena(;
Muchísimas gracias por leer y en verdad apreció sus buenos comentarios.
Voten y comenten mucho, porfa.
Gracias, las quiero. ❤️

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Contigo siempre.
Ficção AdolescenteEsta es la historia de una chica de 17 años llamada Anne Collins. La cual con tan corta edad a experimentado una vida llena de problemas, pasados obscuros y amores conflictivos. Esta es una historia en la que si no eres fuerte, no vale la pena segui...