Abrí las puertas del instituto y me tope con varios adolescentes emocionados por volver a ver a sus amigos, algunos me volteaban a ver y otros apenas notaban que era la nueva. Camine hasta la dirección en busca de mi horario y después me dirigí a mi nuevo casillero, el cual estaba junto al ventanal en el cual se podía observar el campus. Acomode mis libros en este y la campana sonó indicando el inicio de clases. Caminaba por el largo pasillo cuando un chico distraído pasó corriendo junto a mi y derramo su café en mi bonito suéter.
- Disculpa - grito el chico mientras seguía corriendo.
Camine algo molesta hasta el lavabo, donde me tope con cuatro chicas: una rubia, otra morena, una castaña y por último una pelirroja, todas con curvas bien marcadas y ropa muy apretujada.
Las ignore y comenzó a limpiar mi suéter con agua.
- Valla, alguien acaba de arruinar tu bonito suéter - dijo la rubia.
- Lo sé, un chico distraído me tiro su café encima - le dije.
- Ya veo, espero y logres quitar la mancha - dijo la rubia y salió del baño junto con la morena y la castaña moviendo sus caderas.
- Hola - me saludo amablemente la pelirroja.
- Hola.
- ¿cómo te llamas? Nunca te había visto por acá.
- Soy Anne y me acabo de mudar.
- Valla, nueva vida - me sonrió - soy América, un gusto Anne.
- Lindo nombre - le dije.
- Gracias - dijo mientras miraba como batallaba para eliminar la mancha la cual parecía imposible de borrar - te diré algo, te puedo prestar un suéter para que no andes por ahí con esa horrible mancha.
- No es necesario, la quitare en un momento.
- Anne esa mancha no saldrá a menos que uses detergente, insisto, toma mi suéter, de cualquier manera no lo necesitare - me dijo ofreciéndome un suéter color blanco muy parecido al modelo que yo traía.
- De acuerdo - dije tomado el suéter - muchas gracias - le sonreír.
- De nada nena - me dijo mientras se aplicaba rímel.
- Bueno, tengo que ir a clase, te lo regreso a la salida.
- No te preocupes - me sonrió y me coloque el su suéter antes de salir del baño.
Camine por los pasillos apresurada ya que la clase había comenzado.
Llegue a mi salón, pero al parecer aún no había llegado mi profesor de historia así que me apresure a entrar antes de que llegase.
Me senté en medio de la última fila y minutos después entro América seguida por un chico que a kilómetro se notaba que moría por ella, América tomo asiento junto al puesto desocupado junto a mi y me guiño el ojo, yo sólo sonreír.
Cuando llego el profesor toda la clase guardó silencio .
- Disculpen la demora jóvenes, pero tenía asuntos que arreglar.
La siguiente media hora el profesor se dedicó a explicar el semestre y yo estaba que moría del aburrimiento.
Entonces alguien llamo a la puerta.
- ¿puedo pasar? - dijo un chico.
- Señor Weyland, ¿que le hace pensar que puede llegar a mitad de mi clase?
- Eh, disculpe pero me detuvieron un momento en la dirección - dijo el chico casi dudando.
- ¿La razón? - pregunto el maestro mirando fijamente al chico.
Todos guardaron silencio para poder escuchar la excusa del chico.
- ¿La razón? - pregunto el chico algo nervioso.
- ¡Sexo! - grito alguien del fondo.
- ¡Silencio! - grito el profesor molesto para después fulminar con la mirada al chico - Es la primera y última vez que le permito la entrada después del toque - reclamo molesto, mientras cerraba de un portazo - Y va para todos - nos lanzo una mirada asesina.
El chico entro en el aula y camino hasta la última fila pasando junto a mi, me sonrió al notar que lo miraba.
- Es un idiota - me susurro América y yo sólo me encogí de hombros.
Y si lo era, valla que era un desperdicio de chico, sé sentó al final de la fila junto a la rubia que me había encontrado en el baño.
- Joven Weyland siéntese en otro lugar.
- ¿Pero por que? - reclamó el muchacho.
- Por que yo lo digo - grito el profesor y el Joven Weyland se cambió de puesto sentándose justo detrás de mi.
América lo miro y al parecer hizo algo que le desagradó por que América lo miro con asco y le susurró "Eres un tremendo hijo de puto" y pude escuchar como el sé río.
Pasaron al rededor de quince minutos y el chico toco mi hombro.
- Oye - me llama.
- ¿Que pasa? - le pregunte sin interés.
- ¿Cómo te llamas?
- Oye, estamos en clase por si no te has dado cuenta, deja que me concentre.
- Uhhhy discúlpame bonita.
- ¿Cómo me llamaste?
- Bonita ¿por qué?
Y antes de que pudiera responderle el Profesor nos llamo la atención.
- Joven Weyland, es la última vez que le advierto que a mi clase no se viene a jugar y si tiene asuntos con la señorita le sugiero que salgan a solucionarlos.
- No, esta bien - dije nerviosa.
El profesor sólo bufo y continuo escribiendo en su lista.
- Ya vez bonita, salgamos a solucionar nuestro asuntó - me susurro.
- Eres un idiota - le dije finalizando nuestra conversación.
Por suerte el resto de la clase no me molesto en lo absoluto y en cuanto sonó la campana me apresure a salir para evitar hablar con Weyland.
Hola chicas❤️
Aquí les dejo el capítulo, espero y les gusté mucho.
Espero y estén muy bien, yo estoy en clases y con mucha tarea pero bien.
Gracias por leer y si les gusta comenten y voten mucho.
Las quiero y gracias por sus buenos comentarios💕
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Contigo siempre.
Fiksi RemajaEsta es la historia de una chica de 17 años llamada Anne Collins. La cual con tan corta edad a experimentado una vida llena de problemas, pasados obscuros y amores conflictivos. Esta es una historia en la que si no eres fuerte, no vale la pena segui...