Capitulo 4.

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Abrí las puertas del instituto y me tope con varios adolescentes emocionados por volver a ver a sus amigos, algunos me volteaban a ver y otros apenas notaban que era la nueva. Camine hasta la dirección en busca de mi horario y después me dirigí a mi nuevo casillero, el cual estaba junto al ventanal en el cual se podía observar el campus. Acomode mis libros en este y la campana sonó indicando el inicio de clases. Caminaba por el largo pasillo cuando un chico distraído pasó corriendo junto a mi y derramo su café en mi bonito suéter.

- Disculpa - grito el chico mientras seguía corriendo.

Camine algo molesta hasta el lavabo, donde me tope con cuatro chicas: una rubia, otra morena, una castaña y por último una pelirroja, todas con curvas bien marcadas y ropa muy apretujada.

Las ignore y comenzó a limpiar mi suéter con agua.

- Valla, alguien acaba de arruinar tu bonito suéter - dijo la rubia.

- Lo sé, un chico distraído me tiro su café encima - le dije.

- Ya veo, espero y logres quitar la mancha - dijo la rubia y salió del baño junto con la morena y la castaña moviendo sus caderas.

- Hola - me saludo amablemente la pelirroja.

- Hola.

- ¿cómo te llamas? Nunca te había visto por acá.

- Soy Anne y me acabo de mudar.

- Valla, nueva vida - me sonrió - soy América, un gusto Anne.

- Lindo nombre - le dije.

- Gracias - dijo mientras miraba como batallaba para eliminar la mancha la cual parecía imposible de borrar - te diré algo, te puedo prestar un suéter para que no andes por ahí con esa horrible mancha.

- No es necesario, la quitare en un momento.

- Anne esa mancha no saldrá a menos que uses detergente, insisto, toma mi suéter, de cualquier manera no lo necesitare - me dijo ofreciéndome un suéter color blanco muy parecido al modelo que yo traía.

- De acuerdo - dije tomado el suéter - muchas gracias - le sonreír.

- De nada nena - me dijo mientras se aplicaba rímel.

- Bueno, tengo que ir a clase, te lo regreso a la salida.

- No te preocupes - me sonrió y me coloque el su suéter antes de salir del baño.

Camine por los pasillos apresurada ya que la clase había comenzado.

Llegue a mi salón, pero al parecer aún no había llegado mi profesor de historia así que me apresure a entrar antes de que llegase.

Me senté en medio de la última fila y minutos después entro América seguida por un chico que a kilómetro se notaba que moría por ella, América tomo asiento junto al puesto desocupado junto a mi y me guiño el ojo, yo sólo sonreír.

Cuando llego el profesor toda la clase guardó silencio .

- Disculpen la demora jóvenes, pero tenía asuntos que arreglar.

La siguiente media hora el profesor se dedicó a explicar el semestre y yo estaba que moría del aburrimiento.

Entonces alguien llamo a la puerta.

- ¿puedo pasar? - dijo un chico.

- Señor Weyland, ¿que le hace pensar que puede llegar a mitad de mi clase?

- Eh, disculpe pero me detuvieron un momento en la dirección - dijo el chico casi dudando.

- ¿La razón? - pregunto el maestro mirando fijamente al chico.

Todos guardaron silencio para poder escuchar la excusa del chico.

- ¿La razón? - pregunto el chico algo nervioso.

- ¡Sexo! - grito alguien del fondo.

- ¡Silencio! - grito el profesor molesto para después fulminar con la mirada al chico - Es la primera y última vez que le permito la entrada después del toque - reclamo molesto, mientras cerraba de un portazo - Y va para todos - nos lanzo una mirada asesina.

El chico entro en el aula y camino hasta la última fila pasando junto a mi, me sonrió al notar que lo miraba.

- Es un idiota - me susurro América y yo sólo me encogí de hombros.

Y si lo era, valla que era un desperdicio de chico, sé sentó al final de la fila junto a la rubia que me había encontrado en el baño.

- Joven Weyland siéntese en otro lugar.

- ¿Pero por que? - reclamó el muchacho.

- Por que yo lo digo - grito el profesor y el Joven Weyland se cambió de puesto sentándose justo detrás de mi.

América lo miro y al parecer hizo algo que le desagradó por que América lo miro con asco y le susurró "Eres un tremendo hijo de puto" y pude escuchar como el sé río.

Pasaron al rededor de quince minutos y el chico toco mi hombro.

- Oye - me llama.

- ¿Que pasa? - le pregunte sin interés.

- ¿Cómo te llamas?

- Oye, estamos en clase por si no te has dado cuenta, deja que me concentre.

- Uhhhy discúlpame bonita.

- ¿Cómo me llamaste?

- Bonita ¿por qué?

Y antes de que pudiera responderle el Profesor nos llamo la atención.

- Joven Weyland, es la última vez que le advierto que a mi clase no se viene a jugar y si tiene asuntos con la señorita le sugiero que salgan a solucionarlos.

- No, esta bien - dije nerviosa.

El profesor sólo bufo y continuo escribiendo en su lista.

- Ya vez bonita, salgamos a solucionar nuestro asuntó - me susurro.

- Eres un idiota - le dije finalizando nuestra conversación.

Por suerte el resto de la clase no me molesto en lo absoluto y en cuanto sonó la campana me apresure a salir para evitar hablar con Weyland.

Hola chicas❤️

Aquí les dejo el capítulo, espero y les gusté mucho.

Espero y estén muy bien, yo estoy en clases y con mucha tarea pero bien.

Gracias por leer y si les gusta comenten y voten mucho.

Las quiero y gracias por sus buenos comentarios💕

Contigo siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora