Parte única

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Ni siquiera los adornos navideños de la cafetería ni la nieve que caía afuera, aligeraba la situación. La intensa mirada que el chico de cabellos celestes le dirigía lo estaba distrayendo.

Ninguno hablaba. Lo único que se escuchaba eran los villancicos que sonaban de aquella vieja radio del establecimiento y el sonido que emitía el peliceleste al sorber su café.

No había más clientes, solo los dos. El ambiente era sumamente incómodo.

Se inició una guerra de miradas.

El peliceleste comenzó a toser, se había atragando con el café.

La tensión se había cortado. El castaño soltó una pequeña risita.

-Taehyung.- El peliceleste ladeo la cabeza confundido. Adorable pensó. -Mi nombre es Taehyung.

Una sonrisita se hizo visible en rostro del más pálido. Iba a hablar, pero de inmediato se calló. La timidez invadió su cuerpo.

Y esa era la principal razón de que no tuviera amigos. Siempre que quiere hablar con alguien, lo analiza y observa por mucho tiempo, mientras piensa en lo que va a decir. Eso termina asustando o molestando a la mayoría de personas. Lo que nos lleva a esta situación. Siguió observando a Taehyung como lo estaba haciendo desde que llegó a la cafetería.

-¿Tan hermoso soy que no puedes dejar de verme?- Bromeó intentando aminorar el ambiente que volvió a ponerse tenso. El contrario siguió callado, mientras sus mejillas enrojecían al punto de parecer dos melocotones. Taehyung tenía que aceptar algo, el chico era jodidamente adorable.

Pero el chico seguía tomando su café sin responder nada y Taehyung se sentía vilmente ignorado.

En primera, ¿Por qué seguía poniéndole atención? Debería seguir estudiando. Su profesor le dio otra oportunidad y tenía que aprovecharla.

Bah, un pequeño receso no hace daño. Intentemos hablar con el chico.

Por cosas como esas se encuentra estudiando para un examen en Navidad.

-Quizás te estés preguntando por qué estoy aquí rodeado de cuadernos y estudiando. Y si no es así igual te lo voy a decir.- Ese era el problema de Taehyung, que al contrario del peliceleste, éste no podía dejar de hablar. -Verás, este bello chico de aquí.- Dijo mientras se apuntaba. -No prestó atención en las clases de Biología y reprobó, pero después de rogarle y rogarle, pero en serio rogarle al amargado de su profesor. Este le dio una oportunidad.- Dijo de lo más feliz, mostrando una hermosa sonrisa que hizo derretir el corazón del peliceleste.

Taehyung se quedó un par de segundos esperando al que el otro chico hablara. Decepción es lo único que llegó, el contrario solo sonrió nervioso en respuesta.

-Al parecer eres tímido... Interesante.- Mencionó, dirigiéndose a la mesa en la que el otro se encontraba, para sentarse enfrente de él. -Entonces te voy a hablar de mí, para que entres en confianza. Tengo 17 años, pero en 5 días cumplo 18.- Dijo emocionado.- Tengo dos hermanos menores, soy de Daegu. Realmente no entiendo como te haz tomado seis cafés desde que llegaste, yo no soporto su sabor. -Dijo haciendo cara de asco. Luego comenzó a contar anécdotas de su infancia.- Cuando era pequeño, estaba feliz de la vida columpiándome, mientras mi primo Namjoon me empujaba, y de la nada esa cosa se salió de su lugar y termine cayéndome de cara. Mi mamá en vez de ayudarme me fue gritando a mi y a Nam. Fue un triste día para los Kim. Ah, cierto mi apellido es Kim...- El castaño no dejaba de hablar y eso estaba colmando su paciencia.

Explotó del enojo...en su interior. No tenía el valor para callar al chico.

-Mi nombre es Yoongi.- Dijo en un tono apenas audible. Al contrario de lo que esperaba, Taehyung dejó de hablar y sonrió. Yoongi pensó que su martirio había acabado. Se equivocó.

-¡Por fin hablaste!- Dijo para luego apoyar sus manos en la mesa y acercar su rostro a Yoongi.

Yoongi podría morir de un infarto en este mismo momento.

-Eres tan lindo cuando te sonrojas, Yoongi.- Dijo soltando una risita. -Yoongi, Yoongi, Yoongi, hasta tu nombre suena lindo.- Taehyung siempre decía todo lo que pasaba por su mente.

-Gracias, creo.-Taehyung soltó un grito de emoción.

-¡Ya estas comenzando a hablar más!- Yoongi sentía la respiración de Taehyung en su cara. Demasiado cerca. Su temperatura estaba aumentando, quizás el enojo estaba volviendo. O el café estaba muy caliente.

No, Yoongi sabía que no era eso.

-¿Cuántos años tienes? Creo que tienes mi misma edad.- Comenzó a preguntar curioso.

-19 años.- Respondió rápidamente, para darle otro sorbo a su café. Taehyung volvió a gritar. El chico era muy escandaloso.

-Oh, entonces es mi hyung. ¿Debería hablarle de usted?- Yoongi se encongió de hombros, era mejor dejar al niño hacer lo que quiera.

-¿Yoongi hyung o solo Yoongi? Nah, te voy a decir YoonYoon y tú me puedes decir TaeTae. Sip, eso me parece bien.- Ese chico era un confianzudo.

Yoongi solo quería intentar hablar con alguien, pero no se esperaba que ese alguien fuera así. Estaba jodido.

Su café se había acabado. Taehyung se dio cuenta de eso.

-YoonYoon, ¿quieres bailar?- Estaba completamente jodido. Taehyung se levantó para ir a subir el volumen de la radio, donde estaba sonando los villancicos. ¿Quién rayos baila con eso?

De repente sintió como el castaño lo tomaba del brazo, jalándolo hacia él.

-¡Vamos a bailar Mi burrito sabanero!- Exclamó emocionado, mientras tomaba a Yoongi de la cintura. -YoonYoon a pesar de ser mayor que yo, eres pequeñito, pequeñito.- Dijo agudizando su voz al final. Yoongi quería golpearlo por burlarse de él y por invadir su espacio personal. ¿Por qué tenía que poner su cabeza sobre la suya? Lo hacía sentir tan pequeño.

Taehyung comenzó a dar vueltas sosteniendo a Yoongi aún por la cintura.

-Taehyung, suéltame.- Dijo tratando de parecer enojado. Solo se rió de él.

-Dime TaeTae, así te haré caso.

-TaeTae...-El nombrado soltó una carcajada.

-Nop, no te voy a soltar.

Se resignó, era mejor dejarse llevar.

Las risas de ambos comenzaron a llenar el lugar. Yoongi se estaba divirtiendo. Y quizás Taehyung comenzó a sentir su corazón acelerarse. Yoongi definitivamente era hermoso.

El momento se rompió. El único empleado que se encontraba en el establecimiento salió de su oficina, quejándose.

-Aish. No dejan dormir tranquilamente.- Murmuró, dejando salir un bostezo al final -¡Salgan de aquí!

Solo asintieron. Al menos no tuvo que pagar el café.

-YoonYoon, ¿quieres que te invite algo de comer?-Preguntó tomando la mano de Yoongi para salir de la cafetería. Definitivamente era un confianzudo. - Ese va a ser mi regalo de Navidad para tí.

Navidad. Por un momento había olvidado la razón por la que se habia encontrado tomando café sin nadie que lo acompañe. Quizás la compañía de Taehyung no iba a ser tan molesta. Si podía hacerlo olvidar, bienvenido sea.

Se limitó a asentir, mientras sonreía mostrando su adorable sonrisa de gomita. La mano de Taehyung era cálida, se podría acostumbrar a eso.

De repente recordó algo.

-Taehyung.- El nombrado regresó a ver con el ceño fruncido. -TaeTae.- Ahora mostró una sonrisa y Yoongi solo suspiró. -¿No tenías que estudiar para un examen?- Quizás esa ha sido la oración más larga que ha dicho en su vida.

Taehyung pegó un grito. Soltando su mano de la de Yoongi. Corrió hacia la cafetería donde había dejado sus cuadernos. Probablemente reprobaría el examen.

-¡YoonYoon, ya regreso!-Gritó durante el trayecto- ¡Gracias!

Definitivamente la compañía de Taehyung no iba a ser molesta. Quizás por fin encontró alguien con quien hablar. Quizás por fin encontró un amigo.

Quizás por fin encontró alguien con quien pasar Navidad y si todo iba bien, por fin encontraría alguien con quien pasar todo el año.



Coffee ● [Yoontaegi] OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora