Capítulo 8

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Habían ido a la azotea a almorzar como siempre Gumi contaba sus malos chistes, Miku estaba más seria de lo normal y los chicos lo habían notado más no querían molestar a su amiga.

-Miku no piensas comer.-Cuestionó Gumi-Sabes ya estas en forma no creo que la dieta funcione así.

-No traje almuerzo y tampoco tengo hambre.-Contesto mirando el cielo.

Era un dia nublado, tal vez lloveria más tarde, en todo caso no traía un paraguas, su actitud preocupaba a sus amigos más estos no querían insistir.

-Miku ahora que recuerdo dame tu número de célular.-Hablo Gumi sacando un célular de color verde con una decoración de zanahorias.

-No tengo.-Contestó sin dejar de ver el cielo.

-¿Como que no tienes?.-Preguntó incrédula más se lo imaginaba.

-No tengo que repetirlo.

-Mi-Chan ¿tienes célular?.

-Si.-Dijo mientras su vista se pocicionaba en la de Len.

-Entonces si tienes número.-Rin cruzaba sus brazos no imagino que su amiga seria tan inocente o algo así.

-Tengo un célular aunque solo lo uso para escuchar música.

-¿Y cómo la descargas si no tienes internet?.-Bufo Gumi.

-Tengo el internet del vecino, un vez lo ayude y me la dio para que según hiciera mis tareas.-Contestó mientras se sentaba ahora viendo a sus amigos.

-Y se nota que si las haces.-Río Gumi.

-Como sea, por aquí ah de estar esa porquería.-Dijo mientras buscaba entre su sudadera-Oh aquí está.-Extendió el célular a Gumi.

-Gracias Miku.-Observaba el celular de la aquamarina era negro con algunos toques aquamarinos.

-Lindo.

-Gracias.

Y con esa grata conversación Gumi empezo a buscar el número de su amiga que para su suerte estaba en las notas del celular, agregó su número y pidio a los gemelos el suyo cuando término entregó el celular a su dueña.

-Bién así podemos manternos en contacto.-Sonrio perversa.

-Más bien quieres molestar incluso fuera de la carcel.-Hablo con ironía la aquamarina.

-Yo nunca haría eso.-Contestó fingiendo indignación.

-Bien chicos es hora de ir a clases.

-Tienes razón Rin-Chan.

Tras decir esto todos salieron de la azotea Miku cerró la puerta y avanzó hacía sus amigos.

Las clases habian terminado todos se estaban retirando del salón a excepción de los rubios y la aquamarina.

-Saben que no me pasara nada no.-Hablo mirando a sus amigos.

-Después de lo que paso la última vez.-Contestó Len

-Yo no estaría tan segura.-Término Rin.

-Esta bién solo querían vengar a sus amigas.

-Esta bien pero si pasa algo llámanos nuestros números están registrado.-Dijo Len no tan convencido de dejarla sola.

-Se los prometo.-Sonrio para calmar a sus amigos.

-Bien, entonces nos vamos.

-Adiós Miku-Chan.

Salieron del salón dejando a Miku que suspiraba pues no quería ser una molestia para sus amigos, con esos pensamientos se dirigió a el área que tenía que limpiar.

«Mi salvación o mi perdición» [•Lenku•]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora