Nos encontrábamos en la sala de espera, mis ojos contemplaban una hermosa pintura, mientras mi madre jugueteaba nerviosa con su collar.
Luego de estar esperando por treinta minutos mi psicóloga abrió la puerta del consultorio, permitiendonos entrar.
Comenzó a preguntarme cosas sobre mi familia, mis amigos, mis profesores, y cuando tuvo más confianza me consultó sobre ti.

"Háblame de el"

Me resultaba algo raro pero de todas formas, le hablé sobre todas nuestras anécdotas divertidas, sobre como yo te amo a ti, y tu a mi, sobre como me hacías reír con tanta facilidad.

"Háblame del daño que causó en ti."

La sonrisa se borró de mi rostro, apreté los labios, fruncí el ceño, y la única palabra que logré articular fue:
"No"

Después le ordenó a mi madre que me colocara unos audífonos con la canción que yo le pedí.
Miraba como ella y mi madre hablaban.
Pause la canción, y logré comprender como mi psicóloga decía

"Ella padece de depresión infantil"

Burbuja...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora