Palabras sordas

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Salí del dichoso instituto y sentí una mirada intensa sobre mi, gire mi vista encontrándome con el moreno y el pecoso de la mañana solo me limite a mirarlos unos segundos y regresar la mirada al frente para marcharme a casa.

Kyden

Me desperté con pesadez, me encamine al closet tome unas botas marrones oscuras, unos vaqueros ajustados claros y rasgados, una camisa ajustada de color rosa pastel, una sudadera azul marino con negro y un gorro rojo vino, deje mi cabello suelto, tome unos auriculares, mi mochila y me la colgué en el hombro derecho, me mire al espejo y sonreí, a mi reflejo, finalmente salí de mi habitación en el sofá estaba el cuerpo moribundo y crudo de mi hermano, rodé los ojos y me acerque a este, tome las dos botellas de cervezas tiradas por toda la sala, las tire al bote de basura, tome la que estaba en su mano y la estruje con mi mano izquierda y en cuanto esta se rompió, y los vidrios cayeron a la mesa de cristal reacciono mi hermano, mi hermano medía de 1, 86 de altura, cabello negro con un flequillo de un largo considerable cubriendo su ojo izquierdo, ojos de color azul-grisacio, tes pálida, igual a la mía, y un par de lunares por sus mejillas.

-Kyden, que mier..._se estaba por quejar por el ruido_ ¿Qué hiciste?_ miro mi mano preocupado_

De un minuto a otro miro mi mano y se acerco a mi, tomo mi mano y la abrió los últimos pedazos del cristal cayeron a la mesa, al igual que un poco de sangre, sin esperar más me obligo a sentarme y fue por el botiquín de primeros auxilios, vendo mi mano, y luego lo mire molesta, el miro el vidrio de la botella el desastre del departamento y asintió, me levante, cuando abrí la puerta regrese la vista a mi hermano y le lance una última mirada inquisitiva, este bajo la mirada y yo azote la puerta, ya fuera de mi departamento mire mi mano vendada y solo cerré fuertemente el puño, levante la mirada y quite cualquier emoción de mi expresión, avancé a mi vehículo una Harley Davidson clásica negra y me subí a la belleza de moto que tengo.

Anton

Caminaba por un pequeño parque cerca de casa, veía el caer de las hojas de los arboles, la brisa de viento delicada, que golpea mi cuerpo y el dulce aroma del pan recién hecho, saludaba de forma amable a las personas que caminaban en la acera, los corredores, después de unos minutos caminando por la acera, llegue a la entrada del colegio, sonreí a los chicos del equipo de básquet, los del club de arte, los de el club de ciencias, y las de voleibol, estaba por entrar a recinto cuando sentí unos brazos rodearme en un abrazo desdé atrás, al instante pare y mire a mi novia, esta me soltó y me dio un beso, al finalizar el beso coloque mi brazo sobre sus hombros, y a los segundos la mano de Marcus estaba sobre mi hombro derecho, empezamos a avanzar cuando escuchamos el motor de una moto, lo cual era algo inusual, los tres miramos hacia atrás y miramos el vehículo responsable de varias miradas.

Kyden

Había llegado por fin, algo que había notado es que pocas motocicletas y en especial una tan hermosa, eran vistas en aquel lugar y no realmente por estar prohibidas sino que solamente eran poco usuales, estacione mi hermoso vehículo, me quite el casco, y deje que mi cabello fuera controlado por la brisa helada que hacía, apague la moto, me levante, coloque el casco bajo mi brazo derecho y me puse mi gorro mientras acomodaba mi cabello, un par de miradas estaban sobre mi pero solo una era con fervor insistente, esa provenía del moreno oji-chocolate, la mirada del pecoso oji-chocolate, era de interés y con miedo, a la par del moreno estaba una chica de pelo castaño chocolate largo hasta la mitad de la cintura, de 1,69 de altura, tes caramelo, labios rosados como de paleta, ojos de color café como el chocolate amargo, ojos estándar, figura marcada, con un escote atractivo pero sin exagerar, su mirada era de confusión y de miedo, algo que pude notar de la caramelo era que tenía el brazo del moreno sobre sus hombros y en cuanto me vio comenzó a tiritar ligeramente por lo que el moreno le extendió la mano, la caramelo la tomo, cansada del empalagoso ambiente solo rodé los ojos y suspire hacía un mechón que caía sobre mi frente, regrese la vista al frente, emprendí mi camino hacía la institución, pero al avanzar me di cuenta que el Moreno, la Caramelo y el Pecas no se habían movido por lo que quede a un par de pasos de distancia de ellos, pero como respuesta solo recibí sus miradas confundidas, por lo que solo rodé los ojos me cruce de brazos y al no ver respuesta de ellos, simplemente avance importándome poco quienes fueran o por qué no se movían, seguí avanzando,  la Caramelo, al ver que no tenía intención de rodearla o esquivarla, decidió apartarse de mi camino pero a diferencia de ella el Moreno no hizo nada, pase a su lado y de nuevo esta sensación extraña, y esa brisa recorrió mi cuerpo.

Una peculiar melodíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora