El Despertar Del Caballero Dragón (Pausada)

Capítulo 4: La verdad detrás del Phoenix

Mundo humano - Casa de Corrin

Tras recibir sus piezas, el peliblanco fue en dirección a su hogar en el mundo humano, al llegar notó que todas las luces estaban encendidas, indicando que Azura ya había llegado antes que él.

-¡Oye, Azura!, ¡Tengo algo que mostrarte!- llamaba Corrin buscando a la mencionada por toda la casa, llegando finalmente a la habitación del peliblanco, lo cual le parecía extraño, ya que Azura tenía su habitación propia, no había una razón en específico para que estuviera ahí.

-Voy a entrar Azura- avisó el peliblanco abriendo lentamente la puerta, encontrando a la peliazul durmiendo en su cama, sacándole una gonta estilo anime al peliblanco, ya que le causó algo de gracia encontrarla ahí.

-Creo que ahora no es buen momento- dijo entre risas en voz baja Corrin sentándose en la silla de su computador, revisando su celular.

3 horas después

Azura estaba despertando, dándose cuenta que estaba en la habitación del peliblanco...e incluso lo escuchaba, lo cual le provocó un fuerte sonrojo por lo que dirá Corrin.

-Parece que alguien estuvo en mi cuarto algo entretenida- dijo burlón Corrin causando que Azura desviara la mirada avergonzada.

-Ah, por cierto. Quiero enseñarte esto- dijo el peliblanco apareciendo en un circulo mágico el estuche plateado con sus piezas, entregándoselo a Azura para que le diera un vistazo.

-!Felicidades, ya tienes tus piezas!, Aunque...¿no crees que deberías buscar algunos candidatos a tus piezas?- dijo alegre la peliazul, causando que Corrin solo sonriera por la última pregunta.

-Jeje, eso debería hacer pero...es que justo ahora veo a la mejor candidata que jamás podré tener- dijo el peliblanco a la vez que la pieza de reina levitaba en el aire y se colocaba en el pecho de Azura, brillando ligeramente de color púrpura.

-¿Quieres decir que...?-. -Azura, ¿quieres ser mi reina?- interrumpió Corrin con tono amable y con una sonrisa amigable, causando que en respuesta Azura solo esbozara una sonrisa radiante.

-¡Por supuesto que sí!, ¡Acepto ser tu reina!- exclamó alegremente la peliazul abrazando a Corrin, quien aceptó el gesto y sacó el papel que Serafall le había entregado hace algunas horas, comenzando a leerlo una vez más.

-No puedo creer que lea esto, jeje. Como sea, eh... Por orden de Corrin Astalor, Tú, Azura Hyodo. Volverás a caminar en este mundo, ¡cierra este contrato conmigo y conviértete en mi sirviente!- dijo el peliblanco leyendo el papel, a la vez que la pieza de reina en el pecho de Azura brillaba y entraba en ella, saliendo al final debajo de sus pies el símbolo de la casa Astalor.

-Bueno...¿Y ahora qué?- dijo Corrin divertido haciendo reír un poco a Azura, mientras que a su vez el símbolo de la casa Astalor aparecía en el centro de la sala, convirtiéndose en un circulo mágico de donde salieron Xander, Camilla, Leo y Elise.

-Hola Corrin- saludó Xander chocando su puño contra el de el peliblanco con una sonrisa. -Hola, Xander. ¿Qué hay Leo?- respondió divertido Corrin mirando a Leo, quien le devolvió la sonrisa, cosa algo extraña. Parece que ya había dejado un poco atrás su actitud tan firme en contra de Corrin, y bajo su guardia un poco...solo un poco.

-Un momento...ugh, estás cubierto de la magia de la pieza del sacrificio, es desagradable- dijo Leo confundiendo al peliblanco. -La pieza del sacrificio, ¿no has oído de ella? Estos niños sin cultura...verás, esa cosa es un artefacto demoníaco cubierto de magia negra extremadamente potente, creo que servía para controlar las mentes de las personas y robar sus poderes hasta matarlos o algo así, llevo mucho sin saber nada de ella, se la entregamos a Ajuka-Sama después de arrebatársela a Iago tras matarlo por traición. ¿Por qué diablos estás impregnado de su magia?- explicaba Leo algo serio, causando que le peliblanco pusiera una de sus manos en su mentón.