➽ 0 5 』

326 57 20
                                    

Mi mano sangra, el dolor es un poco molesto pero tolerable, aún así, mis ojos cautivados por la hermosa vista que tenía, y mis oídos vueltos el cielo al haber escuchado esa hermosa voz una vez más. Supongo que él será el dueño de la voz que no sale de mi cabeza hace ya varias semanas.

Las gotas de sangre se extienden por el largo de mi brazo, pero yo sigo en un tipo de shock al por fin ver a este ser encantador posado frente de mi. ¿Una salvación a mis problemas será su presencia?

— ¿Estás bien? — pregunta. Es obvio que no, no estoy bien, tengo los ojos hinchados y lagrimeando, mi mano sangra, hay piezas de jarrón roto en el piso, bueno, es un completo momento un tanto lamentable para que alguna persona me vea, pero simplemente ahora me da igual.

— ¿Por qué no contestas? — reclama.

Me levanto de donde estoy, mirando el piso para evitar pisar algún pedazo de cristal perteneciente al dichoso jarrón.

Por alguna razón me he quedado mudo, no puedo mover la boca o decir alguna palabra. Las emociones que siento ahora mismo son tantas que simplemente no puedo dejar de pensar en ninguna. El chico me mira a cada acción que hago, mientras lavo mi mano con agua, agarro alcohol del botiquín de primero auxilios que reposaba en el estante, sabía que algún serviría tenerlo ahí. Termino de curar la herida, y noto que la presencia del chico se hace más cercana a donde estoy.

Bajo mi la cabeza, pero aún así puedo ver su rostro acercarse, ya que soy más alto que él.

Toma mi mano y la reposa entre las suyas.— ¿No crees que sufrir solo esta mal? — dice. Yo simplemente me quedo en silencio.

He buscado al dueño de la voz, la cual pertenece a la persona que tengo enfrente, durante tanto tiempo que jamás pensé que hacer cuando lo encontrara; a lo cual simplemente disfruto de su cálido sonido, y por alguna razón en especial me siento en confianza y en completa seguridad con él tocando mis manos.

Muevo mi cabeza cabeza un poco más abajo de donde la tenía, acercándome a su rostro, quería admirarlo más de cerca, aunque sea durante unos segundos.

Aunque suene raro, el estar en esta posición con alguien que simplemente no conozco podría decirse que es incómodo, pero yo no me siento así, siento, calidez, y comodidad acercándome a él.

— ¿Por qué te tardaste tanto en aparecer frente a mi? — suelto. De mis ojos caen lagrimas, y mis manos tiemblan, he reprimido mis emociones tanto tiempo, he llorado solo, en silencio, y me he callado todo lo que siento durante mucho tiempo, qué tan solo escuchar su voz una vez al mes me hacía agarrar fuerza, suena raro pero sentía un poco de apoyo de su parte, aunque no lo conozca, siento que lo hago, siento que sus intenciones conmigo no son dañinas, y que tampoco me hará daño, o me lastimara.

— Tenía miedo.— Responde.

— ¿De qué? — digo con la voz temblorosa.

— Tú estás mal, y él escucharte llorar cada noche me hacía ponerme mal a mi también. Aunque no te conozca, siento que debo cuidarte de ti. — suelta mis manos y pasa sus brazos a lo largo de mi cuello, abrazándome, dándome su calor, cariño, y sobre todo un poco de paz y apoyo.

— ¿Quién eres? — preguntó.

— Soy tu vecino.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 31, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cuenta hasta 3 ❀ Vmin; ¡mini fic!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora