Diario de una Antisocial

Queen of nobody

No siempre he sabido confiar en la gente y me cuesta abrirme mucho.

De pequeña era una persona algo sensible y eso me daba vergüenza. No me gustaba mostrar mis sentimientos porque siempre han sido muy fuertes.

En el colegio un día lloré porque en el recreo mi equipo había perdido, eso sí, intentaba ocultar mis lágrimas ya que era consciente que llorar por eso era una tontería, pero a mi sinembargo me afectaba ya que pensaba que había fallado a mi equipo y tenía envidia de mi mejor amiga que era la capitana del equipo ganador, que por el contrario al equipo perdedor lo estaba celebrando por todo lo alto.

El caso es que del cansancio y de la angustia de haber perdido se me escaparon las lágrimas y algunos niños lo notaron, intentaron consolarme, yo no sabía como reaccionar y lloré mas de la vergüenza que me daba llorar en público.

De la nada el profesor vino y dijo algo como <No pasa nada, es que (mi nombre) es muy sensible>.

Eso me marcó, yo no quería ser sensible, yo quería ser fuerte, lo suficientemente fuerte para ocultar mis sentimientos y no avergonzarme de ellos.

Por muchos años logré construir una coraza que protegiese mis sentimientos del mundo exterior, pero eso trajo consecuencias. La gente me empezó a ver como una persona insensible, sin sentimientos, tan fuerte como una piedra, como un diamante. Pero eso no era bueno.

Al pensar que era una persona sin sentimientos a veces me dañaban sin saberlo ya que yo no me mostraba realmente a mi.

Lo que quiero decir es qué hoy en dia me estoy liberando poco a poco de mi coraza impenetrable para poder disfrutar de la vida desde una vista mas amplia desde dentro y desde fuera, para conseguir buenos amigos y soportes que puedan echarme una mano si me dañan. Ellos serán mi coraza.

Obviamente no estoy dependiendo de nadie, no me gusta la simbiosis alternativa, solo quiero explicar que la vida no es bueno vivirla solo, hay que dejar entrar en tu castillo mental a personas para que no parezca un castillo abandonado sin luz y sin vida.

Dejar que unos pocos sobrepasen el puente levadizo no es lo mismo dejar que pasen a tu torre.