Sucio

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Su visión se encontraba algo borrosa mientras seguía bailando. Su cabeza sólo se encontraba un poco confusa por el alcohol que corría por su venas, y hacía que sus piernas se sintieran de goma. 

-Otro más - llegaba su mejor amiga con un nuevo cóctel. 

-¿Qué? ¡No! - respondió alzando su voz por la música - no puedo beber más, me pondré enferma - respondió levantando su nariz. 

La morena no pudo evitar reírse fuertemente de la castaña - Sólo han sido cuatro tragos, Abbi  - bromeó - Además es por mi cumpleaños - hizo un puchero. Abigail la miró, era un juego sucio -  ahora tu pide unos tragos más, y yo iré al baño - habló divertida. 

Estaba dispuesta a protestar, pero su mejor amiga desapareciendo entre la multitud no se lo permitió. Resoplando se acercó a la barra. 

Se inclinó sobre la barra para poder observar si el barman venía hacia su lado de la barra. Observó su espalda; unos ceñidos jeans y una negra camiseta que dejaba al descubierto sus brazos y parte de su espalda. Mordió su labio inconscientemente, por lo que podía ver su trasero se veía apetecible y su espalda con un atractivo más que especial. Pero... ¿Desde cuándo los barman se visten así?  Estaba felizmente mirando su trasero, cuando él se dio vuelta, por lo que accidentalmente su vista se centró en su entrepierna. Ruborizándose, apartó rápidamente su mirada, rogando que el tipo tras la barra no lo hubiera notado. 

-Hola, ¿quieres una bebida o estás contenta mirando el escenario? - preguntó con una sonrisa de autosuficiencia.

Maldiciendo mentalmente, la castaña volteó. 

-Bueno, el escenario es bastante bueno aquí - respondió intentando sonar lo más segura posible, pero el leve tono tembloroso de su voz la delataba levemente. Lo observó detenidamente, podía jurar conocerlo, pero los tragos en su cuerpo la hacían dudar de si aquello era verdad. 

Sonriendo, el barman le entrego un trago, que no se veía nada apetitoso -¿qué es esto? - frunció su entrecejo. 

Él sonrió irónico  - se llama "orgasmo gritado" . Y pensé en darte uno pues me has caído bien - se lo entregó.

La castaña se sonrojó como nunca pensó. -No se llama así - lo miró divertida. 

-Así se llama ¿acaso nunca has tenido uno? - la miró con una ceja alzada. 

Apretó sus labios, divertida y sonrojada por la situación. 

-¿A dónde vas? Déjame pagarte - cambió de tema al ver que el alto y moreno chico saltaba por sobre la barra y se alejaba. 

-No soy el barman, preciosa - rió - soy el guitarrista de la banda que toca hoy en el club - guiñó un ojo. 

Algo atónita y confundida ante la situación decidió acercarse al escenario. Y ahí estaba. Y todos comenzaban a gritar.  Y todo agarraba mayor sentido con las luces sobre ellos permitiéndole reconocer  a cada integrante. 

-¡te encontré! - se acercó su mejor amiga. - espera ellos no son.. - articulo lentamente mientras veía a los chicos del escenario

Y si te digo que no, mientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora