Mi chica

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-¡Abbi! - la llamó al abrir la puerta. Se extraño al notar aquellos ramos de flores y el lugar en silencio. 

Con la caja de pizza en sus manos, comenzó a buscarla.

-¿Abbi? - la llamó al abrir la puerta de su habitación.  Su boca formó una pequeña "o" al verla tendida en la cama. 

-¿No se supone que habías salido a trotar? - habló en una pequeña risa al notar la caja de pizza. Secándose las lagrimas.

-Si pero - sonrió levemente - de vuelta la pizzería estaba abierta - encogió sus hombros. 

Ambas sonrieron. 

-¿Estuvo Richie aquí, cierto? - preguntó la morena colocando la caja en la cama.

Abigail suspiró y asintió con su cabeza. 

-Ven aquí - estiró sus brazos para abrazarla y reconfrontarla durante algunos segundos. 

-Me encanta - confesó sollozando. 

-Lo sé, y Sambora es un idiota por no reconocerlo también 

-¿Reconocer qué? - se separó de la morena. 

La morena rió - Tú le gustas tanto como él a ti - la castaña la miró sorprendida. 

-¿yo le gusto? 

Cata rió alcanzando la caja de pizza. 

-Lo diré una sola vez porque esto no se me da bien, y realmente que rabia que ustedes encuentren el amor y uno este sola - rió divertida, provocando que su amiga también lo hiciera- mira no entiendo a Richie ni el por qué lo hace, pero intenta mantenerse alejado cuando ni siquiera puede durar dos minutos sin llamar tu atención. Ahora... sé que para ti también es difícil y que es fácil hablar cuando uno no esta en los zapatos del otro - sonrió - y porque seguramente yo ahora lo digo como si fuera lo más sencillo del mundo, cuando si me estuviera sucediendo a mi, no sabría ni en lo más mínimo qué hacer... así que - tomó aire - háganse saber cada uno lo que siente por el otro

Abigail se recostó en la cama pensando en lo que su amiga le había dicho. Algo enredada y confusa al siempre desviarse levemente de lo que hablaba. Pero si había entendido completamente lo que le había querido decir.

-¿Vas a querer pizza o sólo me la como yo? - soltó mientras ambas yacían tiradas sobre la cama. 

Abigail rió - realmente como psicóloga debes tratar esa manera de expresar tus emociones y sentimientos y todo lo que implique afecto - se burló de la morena para tomar un pedazo de pizza y seguir con una amena platica entre ambas. Agradecía que sólo estuviera ahí acompañándola y apoyándola cuando lo menos que quería era perderse entre sus pensamientos. 

[...]

Se detuvo justo afuera del estudio, y tomó una respiración profunda tratando de calmar sus nervios, rabia y vergüenza que la invadían. Estaba a punto de entrar cuando oyó una fuerte carcajada. Abrió levemente la puerta, claramente la pareja de adentro no se dio cuenta. 

-Eso fue divertido. Realmente hiciste más interesante el final de la grabación - ronroneo mirándolo a través de sus pestañas, y colocando su mano en el antebrazo de él.

-No creo que fuese divertido - contesto Richie, sintiéndose culpable e idiota por el cómo había reaccionado hace solo algunos minutos. La castaña no pudo observar su rostro, ya que se encontraba de espaldas. 

Si fuiste un grandisimo idiota, Sambora. Pensó la castaña.

-¿Quieres que nos encontremos hoy al salir? La otra vez no pudimos ir - preguntó sonriendole seductora. 

Y si te digo que no, mientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora