-¿Amor? - pudo oírlo vagamente, mientras su mente era como una niebla, sin idea de lo que pasaba - ¿Amor? - volvió a llamarla un poco más fuerte. Abigail gimió y entreabrió un poco sus punzantes ojos, mirando hacia la voz - Amor, despierta, los chicos acaban de llegar - susurró, acariciando el lado de su rostro.
-Todavía estoy cansada - se quejó, bostezando. Cerró sus ojos de nuevo, queriendo sólo otra hora más de sueño. O tal vez, incluso cinco minutos más serían suficientes.
Sonrió cuando sintió sus labios presionar contra los de ella, besándolo, incluso con cansancio. Sin embargo, no estaba lo suficientemente cansada como para notar el pequeño escalofrió que corrió por el largo de su columna vertebral, o el cosquilleo en su estomago, o cómo el pelo en la parte posterior de su cuello parecía picar.
Envolvió sus brazos alrededor de su cuello, atrayendolo más cerca de ella, haciéndole caer a su lado en la cama. Él se rió y se apartó un poco mientras ella deslizaba su mano hacia arriba por la espalda de su camiseta, hundiendo sus dedos en su piel.
-No demasiada cansada para eso ¿cierto? - bromeó él, volviendo a besarla ligeramente.
Abigail rió y sacudió su cabeza - Nunca demasiado cansada para eso, ya lo sabes - guiño un ojo sugestivamente, y él sonrió.
Nunca se acostumbraría a la felicidad y jubilo que había encontrado junto a él. Y es que cuando menos lo había esperado, él había llegado.
-Estaba soñando contigo - murmuró, presionando su rostro en el costado de su cuello, acurrucándose más cerca de él.
Él se echó a reír.
-¿De verdad? ¿Y qué estábamos haciendo? ¿Algo sucio? - preguntó, señalándola divertido.
La castaña rió, y se apartó para verlo - No en realidad. Estaba soñando cuando llegaste al aeropuerto - respondió.
-¿alo?¿Cata? - llamó a su mejor amiga. -¿puedes hablar?
-¡Cumpleañera! -respondió con gracia - Si, estoy esperando que llegué el siguiente paciente ¿pasó algo?
La castaña sonrió - no, sólo quería despedirme - respondió sin fuerza.
-¿Qué? ¿Cómo? ¿Te vas?
-Cambie el boleto de avión
-No, pero si tenía todo arreglado para tu cumpleaños de hoy, era la despedida, no puedes irte ahora. Se supone que era en la noche. - habló rápidamente.
-Si... lo siento pero realmente quiero llegar luego a casa.
-Pero Abbi... - la morena suspiró - ¿a qué hora sale tu vuelo?
-Ahora - se obligo a sonreír - prometo llamar - habló para luego cortar. Sólo quería llegar a casa luego y olvidar todo.
[...]
Bajó las maletas del taxi. De todas las despedidas que imaginó, el llegar sola al aeropuerto no era la que más hubiera preferido.
Avanzó con sus maletas, y esperó pacientemente su turno. Negó con cierta gracia al ver al chico parado unas personas antes, buen trasero, excelente espalda... le recordaba el día en que conoció a Richie en el bar. Bajó su mirada a su pasaporte e intentó no comenzar a llorar.
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Y si te digo que no, miento
Random"Lo confesaré antes de que te vayas. Porque si te digo que no, miento" *Historia Corta*