Tranquilidad

Capítulo 3.

Ariana caminó hasta la biblioteca de la escuela y se sentó en la esquina trasera en uno de los pasillos a los cuales casi nadie va. Ella colocó su mochila en su regazo y sacó su libro una vez más. Ella siguió leyendo tranquilamente hasta que finalizó el período de almuerzo.

Una vez que la campana sonó, ella suspiró y volvió a poner su libro a medio terminar de vuelta en su mochila. Salió del pasillo y pasó junto a la bibliotecaria que ya le estaba sonriendo mientras que Ariana le ofrecía una sonrisa falsa.
 — ¿Cómo va el libro? — Preguntó la bibliotecaria como tema de conversación. Ariana se detuvo a hacerle un breve gesto de pulgar hacía arriba mientras se aproximaba a su siguiente clase.

 — Bueno si no es la señorita "Freak Show".
Ariana puso los ojos en blanco, ya sabiendo quién era y que le esperaba.
 —Sky, para, no podemos llegar tarde a clase otra vez. — Le recordó la amiga.
Skylar rodó sus ojos manteniéndolos frente a Ariana. Sky sonrió, mientras apartaba fuertemente a Ariana de su camino, causando que su mochila se cayera de su hombro.
 — Ups, lo siento, no puedo llegar tarde a mi próxima clase. — Dijo mientras se reía y se alejaba de ahí.
 — Lo siento. — La amiga de Sky susurró mientras recogía la mochila de Ariana del suelo y se la entregaba.

Ariana se quedó estupefacta mientras seguía caminando a su siguiente clase; EF. Una vez que ingresó al gimnasio de la escuela, se sentó en la sección central de las gradas, y volvió una vez más a sacar su libro. Pasó la página que dejó, colocó su mochila en su regazo mientras todos estaban comenzando a correr.

 —Muy bien clase, hoy jugaremos un pequeño partido de baloncesto. — Grita el entrenador llamando así la atención de todos, al notar que algunas chicas gimieron en señal de miedo y otros chicos aplaudieron, agregó;  — No jugaremos chicas contra hombres porque algunas creen que es sexista hacer eso, así que mm..Zack, Ethan, y uh, el niño nuevo.

La cabeza de ariana disparó, tienen que estar bromeando pensó mientras volteaba sus ojos y volvía a poner la atención en su libro.
 — De acuerdo chicos, elijan sus equipos por favor, dejen de chismorrear y comiencen. — Dijo el entrenador mientras los chicos escogían sus jugadores. — ¡Moller, ven y juega, no querrás fallar en mi clase niñita! — Gritó sorprendiendo a Ariana mientras lo miraba.

— No puedo. — Ella afirmó.
— Moller, tienes que participar en mi clase o fracasarás.

Ella sacudió la cabeza molesta mientras sacaba la nota que la enfermera le había dado esta mañana y se la daba al entrenador.
— Como dije, no puedo. — Ella afirmó una vez más cuando el entrenador tomó en sus manos la nota.
— Muy bien, continúa con lo que sea que estés haciendo. — Leyendo nuevamente el papel, y sonríendole cortésmente mientras regresaba al centro del gimnasio.

Ariana continúo para terminar su libro, ya que se sentía feliz por ella misma de que casi habia terminado. En cierto modo, se alegraba de haber sido empujada esta mañana a los casilleros, de no haber sido así, ahora estaría con su libro a la mitad y realizando gimnasia.

— ¡Cuidado! ¡Cuidado! — Alguien gritaba, mientras que a Ariana le llegaba la pelota en camara lenta a su cabeza, causando que el libro se le cayera de las manos.
— Zack, ¡¿qué mierda?! — Ethan gritó mientras Zack se reía y apreta su estómago con sus manos.
— Oye, ¿Nos darás la pelota o qué? — Gritó Zack en tono burlón. — ¡Oh!, espera, lo olvidé, ella no puede oírme.

— Cállate amigo. — Justin escupió mientras caminaba hacía donde se encontraba Ariana. — Lo siento, de verdad, y no tomes en cuenta a Zack, es un imbécil.  —Dijo mientras agarraba la pelota y la empujaba bajo su brazo derecho. — ¿Estás bien? — Preguntó mientras recogía el libro de ella desde el suelo y se lo entregaba.

Ella asintió mientras agarraba el libro y dijo; — Gracias.
— De nada. — Dijo mirandola a los ojos y sonriendo, sorprendiendo a Ariana.

— ¡Justin deja a Moller sola y vuelve al juego! — Gritó mirando hacia donde se encontraban los dos, mientras las mejillas de Ariana se tornaban un poco rojas.

— ¡Lo siento entrenador, no volverá a pasar! — Dijo Justin devolviéndole el grito mientras corría nuevamente hacía de regreso al juego y lanzaba la pelota hacía el pecho de Zack dejándolo sin aliento. — ¡Oh!, espera, lo olvidé, no estás en mi equipo. — Dijo sonriendo mientras Ariana sostenía una carcajada.

Zack miró a Justin, y Ariana volvió a leer. Pero se encontaría mirando hacía Justin, tratando de averiguar cuál era su trato hacía ella. Probablemente quiera que sean amigos, pero ¿por qué? Pensó mientras lo observaba  atentamente.
Es una especie de juego que quiere hacer conmigo quizás, al igual como lo está haciendo Zack. Pero negó con la cabeza y volviendo a guardar sus cosas, colgándose la mochila por encima de su hombro.

La campana sonó cuando ella caminaba por las gradas y todos los demás se dirigían al vestuario para cambiarse.
— !No olviden que mañana estaremos jugando en el campo de fútbol! ¡Y tú, hey Moller, significa que también deberás jugar! — Gritó el entrenador cuando todos comenzaron a irse.

Ariana suspiró y salió del gimnasio para dirigirse hacía su otra clase. En el pasillo se topó con mucha gente y agradeció internamente que no la hayan empujado. Encontró su sala de matemáticas, al entrar se dirigió exactamente al final, cerca de la ventana, apoyó la cabeza contra el escritorio con los brazos cruzados debajo para apoyarse mientras miraba por la ventana admirando el cielo frío y sombrío.
Una vez que la clase comenzó, Ariana sintió que alguien la estaba observando, giró la cabeza un poco para encontrarse con quién era y se topó con un par de ojos color miel. Ella sacudió la cabeza con incredulidad, haciendo como si no hubiera pasado, mirando hacía la ventana.
Por supuesto que tenía que sentarse a mi lado. De todos los asientos posibles que hay en que Justin podría haberse sentado, decidió sentarse junto a mí. Pensó.

— Oye no sé si captaste mi nombre antes, pero me soy Justin. — Susurró el tratando de no llamar la maestra.

Ella suspiró, ignorándolo, esperando que así la dejara sola.

— Está bien... — Dijo mientras fruncía sus cejas en señal de confusión. — Um, ¿lo siento? — Dijo inseguro mientras que justó la maestra comienza a hablar nuevamente, y el presta atención a la clase.

Ariana se sintió mal por una fracción de segundos, pero al fin y al cabo, sabía cual eran sus intenciones con ella. Solo te estás protegiendo, se recordó a si misma. Mientras que sacaba su cuaderno de arte para tener en algo que entrenerse, no era como si le gustara mucho matemáticas.

¿Por qué el interés de Justin de hablar conmigo? Al final lo que dice Zack, tiene la razón, solo soy una pérdida de tiempo. Pensaba mientras miraba fíjamente su cuaderno de artes.