𝑨𝒏𝒈𝒆𝒍𝒖𝒔 𝑪𝒂𝒆𝒔𝒖𝒔 | Michael Langdon

5. 𝕬𝖗𝖆𝖉𝖎𝖆

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𝕬𝖓𝖌𝖊𝖑𝖚𝖘 𝕮𝖆𝖊𝖘𝖚𝖘
CAPÍTULO 5

A R A D I A
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         Michael acariciaba la sábana con la mejilla,las cuales mojaba con lágrimas también.
Fue criado sin sus padres,sin hermanos.
Lo único que había tomado como una referencia familiar lo acababa de abandonar,dejándolo solo.
Tal vez de esta desgracia nacieran sus mayores pecados.
Aquella blandura de los colchones era todo lo maternal con lo que podía contar,pues no había más suavidad para el pobre chico que el delicado tejido de sus sábanas y el delicioso perfume que identificaba a la chica que lo cuidaba.
Se acordaba de las grandes contrariedades que había vivido en su vida,desde discusiones con su abuela hasta el acto que más le marcó; cuando su madre intentó asesinarlo.
Todos aquello le repugnaba recordarlo,pero le inspiraba una dulcísima lástima de sí mismo.

Con la llegada de noviembre murió en Los Ángeles el buen tiempo. Al mediar diciembre solía lucir el sol por la mañana,pero como si fuera un astro que tuviera prisa por esconderse y dejar que la noche reinara.
Aquella semana la tristeza del chico acostumbró a aparecer a la hora de siempre: por la noche.
Michael se mudó con Kaelyn para no estar solo;decorando su habitación con objetos que le recordaban a su difunta abuela y a su alguna vez querida familia.
Las tardes lluviosas se las pasaba mirando la calle,le gustaba observar cómo las gotas emprendían una rápida carrera descendiendo por el gran ventanal de su habitación.
De la tristeza pasó a la ira,en cuestión de meses,aunque más bien era un odio que poco a poco era alimentado por dentro,ya que por el exterior era controlado por Kaelyn.
La chica lo distraía,le hacía hablar,intentaba que pasara un buen tiempo.
Pero lo que realmente no sabía era que el anticristo estaba surgiendo.

Aquel día Michael se encontraba acostado en su cama,algo adormilado.
Seguía intentando conciliar el sueño sin percatarse de la presencia de Kaelyn,que lo observaba con la cabeza ladeada,como cuando un perro no entiende algo.
- ¿Qué pasa Kaelyn?- dijo Michael con la voz algo ronca,desperezándose.
La chica tan solo se limitaba a mirarlo;su mirada recorría toda las facciones del chico y se percataba de todos sus gestos.
- Kaelyn,¿estás bien?- dijo el chico zarandeando a la chica.
- Sí,lo estoy. Tan solo contemplo a un ser de tal potencial.- habló la chica,pero para sorpresa de Michael la voz de ésta era diferente,más profunda pero sin perder ese toque femenino,incluso llegando a sonar seductor.
El chico pasó su mano por la mejilla de Kaelyn,recibiendo una sensación que no podía negar.
- ¿Aradia? - dijo él. La chica asintió.
Michael se levantó rápidamente,mientras la inquilina que habitaba en el cuerpo de Kaelyn lo seguía con la mirada.
Él chico gesticulaba con los brazos en alto,incrédulo por el descubrimiento que acababa de hacer.
- Hermana de Lucifer.-dijo con asombro.
- Y reina de las brujas,esa soy yo. Y si no me equivoco estoy enfrente del anticristo,¿es así?
- Estás en lo cierto.- dijo el chico con una cierta madurez,todo este tiempo de reflexión le había hecho madurar un poco.
Kaelyn,o más bien Aradia,se acercó a él con total cautela.
Posó su mano sobre el mentón del chico y ligeramente lo giró hacia un lado,dejando a Michael de perfil.
Con un dedo apartó el mechón dorado que cubría su oreja,dejando ver la marca de la bestia.
Un conjunto de tres seises perfectamente tallados y con un tono rojizo se posaban detrás de la oreja del chico.
Aradia sonrió satisfecha.
- Justo como me lo imaginaba,o incluso mejor.- dijo el ser.- Como bien sabes,utilizo la magia negra,sin embargo,poseo magia blanca.
Visto desde otro punto de vista ni soy buena ni mala,según me convenga.
Pero estaba esperando ese acontecimiento que determinara mi carácter,y por fin lo he encontrado.
Lo daría todo por mi hermano,para que junto a Satán cumplan su sueño,governar el mundo.- dijo Aradia caminando por la habitación,con total seguridad.
- ¿Entonces cuento contigo?- dijo Langdon,impaciente.
- Así es. Conmigo y con mis poderes,Kaelyn sabe utilizarlos. Yo tan solo la guío,ella posee el cuerpo.
- ¿Acaso Kaelyn sabe que soy el anticristo?- dijo Michael con curiosidad.
- No. La pobre solo sabe que estoy interesada en ti,y no entiende el porqué.
Tan solo limítate a seguir siendo como eres,y espera al momento adecuado para decírselo.
Es muy lista,lo entenderá. Y si es por amor,aún más. - dijo Aradia,haciendo que el chico abriera los ojos ante lo que acababa de decir.- Ahora cógela,si no quieres que se caiga.-
Rápidamente Michael sostuvo a la chica desmayada que pronto emprendió una rápida caída,parada a tiempo por el chico.
¿Qué quería decir Aradia con lo de "si es por amor,aún más"?
El chico recostó a Kaelyn en su cama y se sentó en el butacón de enfrente de ella,frotándose los ojos en un ademán de entender lo que la mayor de las brujas le había dicho.

¡Estoy muy orgullosa de este capítulo!
Creo que he intentado cuidar el lenguaje utilizando palabras más "cultas",y la verdad que considero que han quedado de lujo!
Pronto subiré otro capítulo,como veis Aradia y Michael ya se han conocido. ⭐️