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𝕬𝖓𝖌𝖊𝖑𝖚𝖘 𝕮𝖆𝖊𝖘𝖚𝖘
CAPÍTULO 1N E W L I F E,
N E W F R I E N D S════════════════════
Era una fría mañana de invierno en la conocida ciudad de Nueva York.
Kaelyn una vez más,salía apresurada de su ahora ya antigua casa,cargando dos pesadas cajas apiladas en una torre y dejándolas caer en el camión de mudanzas,donde el hombre que lo conducía la miraba mal.
- Llegas 15 minutos tarde.- vaciló este.
- Perdona,estas cajas contienen objetos con un valor muy personal para mi. Mientras los guardaba en las cajas me he puesto melancólica,y se me ha pasado el tiempo.- dijo Kaelyn en un intento de sonrisa,para tranquilizar la situación.
- Bueno que sí,no me cuentes tu vida que para esto no me pagan. Dentro de cuatro horas aproximadamente descargaremos tus pertenencias en tu nueva casa,así que se puntual.
- ¡Allí estaré!- dijo Kaelyn despidiéndose con su mano derecha,mientras el conductor la miraba rodando los ojos desde el retrovisor.
La chica se dirigió a su coche y se montó en él,dirección al aeropuerto para coger el avión Nueva York destino a Los Ángeles.Tras unas largas cuatro horas de viaje en avión,Kaelyn al fin aterrizó.
Se subió al tren de embarque,para después recoger sus maletas y recibir a su amada tía que la esperaba impacientemente.
- ¡Oh cariño,mira como has crecido!- dijo con su agradable voz,fundiéndose en un abrazo con la chica.
- Ya soy una mujercita y todas esas cosas que decís las mayores.- dijo ella rodando los ojos.
- Una mujercita muy bien hecha,estás muy guapa angelito.- dijo su tía,riendo suavemente.
Después de liberar emociones se subieron en el viejo coche de la tía de Kaelyn rumbo a la nueva casa de la chica.
Era un barrio precioso,los niños jugaban en sus patios,los adultos hacían barbacoas y sobretodo transmitía seguridad.
Casi al final de la calle se encontraba la casa que la chica había adquirido; una casa típica americana,que destaca por su elegancia y majestuosidad,en opinión de la chica.
La casa estaba pintada de un gris ni muy oscuro ni muy claro,rematada con toques blancos como los bordes de las ventanas,el marco de la puerta...
También disponía de un porche precioso y una puerta gigante que conducía a un inmenso garaje. Todo esto,sin mencionar el pedazo de jardín con el que contaba la casa,podría decirse que era como un pequeño bosque.
Kaelyn bajó del coche y contempló su nuevo hogar con una sonrisa muy amplia.
- Hogar dulce hogar.- susurró,a la vez que su tía la rodeaba por los hombros.
- Es preciosa. Seguro que con tu gusto en muebles queda impresionante.- dijo dándole las llaves.
Kaelyn introdujo las llaves en la cerradura y al abrir la puerta se encontró con un pequeño caminito de piedras que conducía a la puerta principal de la casa.
Dejó pasar a su tía y antes de cerrar la puerta que daba a la calle,observó enfrente suya una casa diferente a las demás.
Era de una arquitectura diferente,una casa victoriana con un gran jardín muy descuidado,probablemente estaría abandonada.
La expresión de fascinación de la chica cambió a ser una de sorpresa cuando vio a un hombre observándola desde uno de los grandes ventanales. Rápidamente cerró la puerta y retrocedió unos pasos,para después darse la vuelta y caminar hasta el interior de la casa.
- ¡Es súper espaciosa!- dijo su tía,eufórica.
- Es una buena inversión,la verdad.- dijo Kaelyn con calma,admirando su nuevo hogar.
De pronto,llamaron al timbre.
La chica se adelantó a que su tía abriera,encontrándose con el hombre de mudanzas.
- He sido más rápida que tú.- dijo con una sonrisa.
- Bien por ti. Descarga tus cosas,que tengo cosas que hacer.
- Tan simpático como siempre...- dijo la chica en voz baja.
- ¿Perdona?
- Ah,nada,que me gusta lo bien que trabajas.- se excusó Kaelyn,cogiendo un par de cajas,mientras su tía aparecía corriendo para ayudarla.
Tras unas dos horas de estar desempaquetando pertenencias y algún mueble,la tía de Kaelyn se marchó y la chica por fin pudo descansar un poco.
Se acababa de sentar en el suelo justo cuando llamaron otra vez al timbre.
Con algo de vaguez,Kaelyn abrió la puerta de entrada,dejando ver a un chico rubio de ojos azules.
- ¡Hola!- dijo él,simpático. - ¡Soy tu vecino! He venido para presentarme.- dijo estrechándole la mano,la cual Kaelyn rápidamente aceptó.
- Soy Michael,Michael Langdon.- dijo con una gran sonrisa.
- Kaelyn White,llámame Kaelyn. Te invitaría a comer algo pero no tengo nada instalado aún. - dijo haciéndose a un lado,para que su vecino viera todo el desastre de cajas.
- Tranquila,instálate. Tan solo venía a saludar.
¡Ah,por cierto! Te traigo esto.- dijo dándole un pastel. - Lo ha hecho mi abuela,al parecer se enteró de que llegaba una chica nueva al vecindario.- dijo emocionado,con un típico tono infantil.
- ¡Muchas gracias! Dile a tu abuela que lo agradezco un montón,ahora podré comer algo de postre.- dijo la chica riendo.
- ¡Da por hecho que se lo diré! - dijo Michael con una sonrisa. - Cambiando de tema,¿vives sola? -
A Kaelyn le pareció un poco rara la pregunta,pero no le pareció mal contestarla ya que según pensó el chico no podría tener malas intenciones.
- ¡Sí! Supongo que lo preguntarás porque a lo mejor has visto a una mujer salir de aquí. Es mi tía,me está ayudando con la mudanza,pero después se irá y viviré totalmente sola.- dijo con una sonrisa de emoción,era lo que ella había soñado desde pequeña.
- Debe de ser súper aburrido vivir sola.- le dijo Michael haciéndole un puchero.- Ya sabes,cuando te aburras puedes llamarme y pasamos el rato.- dijo Michael,interrumpido por los gritos de una mujer que lo llamaba al otro lado de la acera.- Tengo que irme,¡encantado de conocerte!- dijo retrocediendo unos pasos,y volviendo a la casa.
- ¡Igualmente!- dijo Kaelyn con sus dos manos en la boca,intentando aumentar el tono de su voz,consiguiendo que Michael riera.
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𝑨𝒏𝒈𝒆𝒍𝒖𝒔 𝑪𝒂𝒆𝒔𝒖𝒔 | Michael Langdon
Fanfic"¡Cómo has caído del cielo, Lucero, hijo de la Aurora! Has sido abatido a la tierra dominador de naciones! Tú decías en tu corazón: " Escalaré los cielos; elevaré mi trono por encima de las estrellas de Dios; me sentaré en el monte de la divina asam...