La luna era lo único que alumbraba la oscura calle, lugar que se encontraba en una total paz por el silencio que se encontraba en esta. Todos los habitantes se encontraban dormidos por altas horas de la noche, pero una luz, pequeño desde lo lejos se encontraba prendida para la joven que intentaba con todas sus fuerzas estudiar.
La muchacha humana con tanta dificultad trataba de entender lo que leía pero no comprendía nada, maldecia no haber estudiado horas antes para el examen del último semestre, odiaba con toda su alma historia, pero no podía ir y quejarse al profesor, tenía que mantenerse al margen para conseguir lo que quería de ese último año.
Mientras la joven seguía con su delirio. Un joven con orejas puntiagudas, colmillos visblemente notables, cabellera rubia, ojos color miel intenso y rasgados, buscaba comida en uno de los basureros de la calle, pero no encontraba nada. Lo necesitaba urgentemente para el pequeño bestia que lo esperaba en su hogar.
El joven lamentablemente hizo caer la tapa del gran contenedor, así produciendo un horrible sonido que despertaria a cualquiera de ese departamento. El muchacho se odiaba por ser tan torpe en los momentos urgentes, dejó pasar el hecho que alguien hubiese oído tal estruendoso ruido.
La jovencita al acercarse aún más a ese libro horrendo- según ella- escucho un tormentoso sonido que la hizo saltar, la joven con sorpresa se levantó de su asiento dirigiéndose a la puerta del apartamento, en esos momentos odiaba el hecho de vivir en el primer piso, era el más cerca a la puerta del edificio. Sujetando con una mano la cuchilla que su tio le regalo en su cumpleaños número cinco, para defenderse. Y otra abría la puerta del apartamento, la joven tenía miedo, porque ella sabía que ese ruido no podía provocarlo ningún habitante del edificio. Todos los que vivían allí eran de su colegio y todos se habían ido a una fiesta que un compañero del lugar había invitado a todo ser que estudiaba en aquel instituto, ella no había ido porque tenía que estudiar para el tonto examen de historia, de todos modos a ella no le gustaba ir a fiestas, ella prefería quedarse a escuchar musica o dormir, muy simple pero muy satisfecha salía al hacer tales cosas cuando se le antojaba.
El muchacho seguía revisando el contenedor, pero no hallaba nada que le sirviera, por accidente rasgo su polera con un palo de hierro y su ropa se destrozo, para que no le estorbara se quito lo que resta de la polera, no le importaba andar en esas fachas, de todos modos sus genes lo hacian estar en estado cálido.
Cuando se trató de meter más adentro escucho como una delicada y temblorosa voz le llamaba la atención, y se puso tenso.
--¿Quién es usted y diga por que está aqui?-- la joven trataba de mantener su voz firme, y no caer desmayada, con todas sus fuerzas ahuyentaba al miedo, no quería parecer débil a lo que fuera que sea lo que estaba frente a ella - le hice una pregunta hable.
El muchacho se dio la vuelta rendido y observo atónito a la joven que estaba frente a el. Parecía una muñeca de porcelana según el, por lo que su interés aumentó hacia la chica.
--Soy Draghor-- su voz era dura e intimidante, al instante hizo flaquear a la muchacha, ella no comprendía como alguien así, le hizo reaccionar de tal manera, nunca se puso nerviosa ni miedosa delante de un chico, por lo que le sorprendía aquello, pero luego pudo captar algo que le hacía diferente a los demás chicos que conoció.
--Eres un..eres un...eres un....-- la joven no podía ni siquiera completar tal oración por la confusión que sentia, señaló con su dedo a la boca de Draghor, donde sobresalían los pequeños colmillos a la vista de la muchacha.
--Un bestia-- el joven trato de acercarce a la muchacha pero esta retrocedió por miedo -- necesito tu ayuda por favor, es urgente-- lo joven no entendía nada, pero supo al instante que el no era peligroso, por lo que dejó el palo de escoba a un lado del contenedor u se acercó al muchacho.
--¿Qué rayos..?
-- Te lo ruego-- imploró.
--En que quieres que te ayude-- la joven pregunto con extrañeza a las palabras de Draghor.
***
El muchacho se sentía raro al estar dentro de un edificio que no fuera su hogar, no negaba que le gustaba pero tampoco se sentía de lo más cómodo en aquel lugar.
--Necesito comida, tengo que llevar comida a mi casa para mi hermano que está enfermo y tiene hambre-- pauso y le dijo lo pensaba hacer-- te daré lo que pidas, menos dinero, puedo trabajar para ti o te lo puedo hacer cualquier cosa-- estaba desesperado por llevar la comida a casa, por lo que dijo aquellas palabras sin pensarlo.
Apenas entraron en su lugar, Violet preguntó tanto como pudo, al menos lo necesario para estar informada con el estado de salud de un niño.
La muchacha no sabía que hacer, pero no podía dejar que aquel chiquillo bestia. Que le dijo que era su hermano. Muriese de hambre, si estaba en sus manos ayudar una vida sin duda lo haría. Así que no pensó ni siquiera en lo que el muchacho le había propuesto, y dio una respuesta.
--Esta bien. Sigueme-- el joven se extraño al no escuchar primero las exigencias, pero supuso que al entregarle lo que necesitaba le diría lo que quería, así que le siguió sin quejas, Pero con la desconfianza latente.
El muchacho se sentía raro al estar dentro de un edificio que no fuera su hogar, no negaba que le gustaba pero tampoco se sentía de lo más cómodo en aquel lugar
Llegaron a una puerta y la muchacha entro dejando la puerta abierta para que Draghor entre, se dirigió a la nevera de su cocina y con señas le dijo al muchacho que se acercase, cuando el estuvo a su lado comenzó a sacar cosas y las puso en el brazo de Draghor.
--Supongo que más les gusta la carne ¿verdad?-- el chico sólo asintió. Pero Violet no lo vio, simplemente le dio más carne. Jamón, pollo, salchicha y más-- eso estará bien, o ¿necesitas más?-- la pregunta sorprendió al muchacho porque lo que le daba era más que suficiente y eso, les duraría para todo el mes, y el siguiente.
--Esta más que perfecto, gracias muchas gracias. Ahora.... que puedo hacer por..- la chica le interrumpió para preguntarle lo más importante:
--De qué está enfermo tu hermano-- ella quería ver si podía encontrar algún medicamento para el niño pero quería saber la enfermedad.
--Tiene fiebre y gripe- algo aturdido por la pregunta respondió Draghor.
-- ¿Es alérgico a alguna pastilla?
-- No a que yo recuerde.
--En ese caso toma estas pastillas par que mejore la fiebre y preparale con el pollo una sopa y eso calmara la gripe, no lo hagas entrar en calor pero tampoco lo saques al frío, ahora ve y curalo -- le empujó hacia la puerta hasta cerrarla en la cara del chico, este simplemente hizo caso y corrió directo a su hogar. Por suerte aquella muchacha le había enseñado algo para curar a su pequeño hermanito.
Apenas terminara de curarlo iría directo a la casa de esa joven que hasta ahora no le había dicho su nombre, en todo el camino a casa sus pensamientos estaban creando varias formas de como pagaría lo que ella hizo por el, sólo le quedaba sonreír al imaginarse un pensamiento pervertido. El pensaba que sólo sería de una noche, que sólo la complaceria o se lo haría algún trabajo sin importancia.
Que equivocado estaba.
Aquí el primer capitulo, me siento más inspirada en Esta historia, así que voten comenten y compartan.
CHAO CHAO
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Sólo Tuyo
FantasyYo era de ella, como ella también era mía. O al menos así fue hasta que metí la pata hasta fondo.