2|La paga|

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Chic@s este capítulo es para mayores de 18 años, pero como hay chicas que no hacen caso, está en su responsabilidad leerlo.
                
                 Disfrutenlo.




















Las calles seguían oscuras por lo que el joven especie podía andar sin miedo a que los otros humanos lo maltratasen sólo por su sangre y apariencia.

Corría por las silenciosas calles para llegar más rápido al edificio donde la joven que lo ayudo reposaba en su escritorio. Esta se había quedado dormida al intentar concentrarse en aquella materia que le hacía la vida imposible, sus pensamientos antes de dormir mañana me las arreglare y así cayó dormida sobre su escritorio.

La luz de aquel edificio seguía prendida, por lo que el joven supuso que la chica seguía despierta, con una sonrisa, y un poco de nervios se acercó a la entrada de ese lugar, el muchacho  nunca antes había sentido aquellos nervios hacia una chica, así que se le hacía muy raro todo aquello. Entro en los pasillos y por suerte supo recordar hacia que lugar le había dirigido aquella humana.

Con pasos sigilosos se acercó a la puerta que supuso era de la chica, pero al intentar entrar no pudo, estaba con chapa y el ya no sabía como entrar, pero como arte de magia se le prendio el foco.

Corriendo por la parte trasera, único el lugar que quería, la ventana, por suerte estaba abierta y el muchacho con mucha facilidad entro colgandose de un árbol que estaba realmente cerca de la ventana. Al entrar por ventana, observó a su alrededor por si se había equivocado, pero más bien no, camino y se extraño al ver mucho el lugar, nunca antes había estado en un lugar así. Con pasos lentos se acercó a lo que supuso era la cocina- porque estaba en la sala - vio el refrigerador donde yacía la comida que ella le encargo. Cruzó otra puerta, y vio que había una cama en el centro de la habitación, quiso acercarse a ella pero vio un pequeño bulto a su lado derecho moverse, se puso en alerta al instante, pero se relajó al ver a la muchacha que lo ayudo dormida, se acercó a ella y pudo observarla detalladamente.

Es realmente bella, sus pensamientos fueron interrumpidos al ver los hermosos ojos de la joven abrirse. La chica grito por el miedo pero se tranquilizó al ver a Draghor a su lado.

--¿Que haces aquí Draghor?, es muy tarde,y ¿además ya curaste a tu hermano?-- el joven sólo asintió y mejor era responder a la primera pregunta.

--Hace un  rato le dije que le iba a pagar lo que me dio -- se rasco la nuca nervioso-- ahora vine a eso, ya le dije que no tengo dinero, pero le lo puedo hacer algún trabajo si quiere -- el joven rogaba por que no fuera un trabajo, sino algo un poco más subido de tono.

La muchacha se quedó pensando, ella no recordaba haber escuchado eso, pero como siempre era tan despistada con lo que no le interesaba que no había notado lo que el le ofrecía.

--Déjalo pasar, de todos modos no me importa aquello-- Draghor se quedo sorprendido por tal dicho, no se esperaba que ella le dijera eso, pero el no lo dejaría pasar.

-- Por favor déjeme pagarselo de alguna manera, sino mi conciencia me mataría-- mi cuerpo también. La joven trataba de pensar en un trabajo que el le podría hacer, por un momento pensó en que el se lo podría transcribir lo que estudia, en una hojita para hacer trampa, pero se resignó, ella tenía que pasar el año limpiamente.

--Bueno, pero no se que me lo podrías hacer-- el muchacho pensó y se le vino algo a la cabeza, tal vez ella aceptaría, pero por ahora no hay que cantar victoria.

Sólo TuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora