Cuba fue un parte aguas en sus vidas. Erik huyó con el corazón destrozado, sintiéndose culpable. Raven se quedó, ahora Charles le necesitaría mucho más que antes. Hank, Alex y Sean, eran sus pupilos, le querían y estarían para él. Raven y Erik estuvieron en contacto siempre, las llamadas constantes a la mansión pasaron desapercibidas para Charles, eran meses duros y amargos, llenos de dolor y analgésicos. La vida se tornaba cada vez más oscura, Alex y Sean fueron enviados a la guerra, no había nada que salvar de ese lugar que alguna vez fue un cuartel de jóvenes unidos por un ideal. Ni las múltiples cirugías ayudaron a Charles, las arduas terapias lo dejaban adolorido y sin fuerzas, ¿Valdría la pena luchar por algo perdido?, era una constante en su mente. Erik se había ido hace tanto, y se llevó con él, ¡todo!, su risa, su paz, su fe y sobre todo su amor.
Raven nunca fue precisa con Erik, siempre le contaba medias verdades, nunca le había dicho que Charles estaba peor que después del accidente, oía voces y lamentos de todos, humanos y mutantes, clamando ayuda con desesperación, dejándolo casi al borde de la histeria, de las largas noches llenas de pesadillas y del constante dolor que hundía la vida de su hermano, nunca se lo dijo. Ella quería que Erik volviera por amor a Charles, no por lástima o arrepentimiento.
Erik por su cuenta, se fue lo más lejos posible intentado hacer una vida de bajo perfil. Encontró un trabajo detestable, pero daba para pagar la renta de su humilde morada. Siempre había unas monedas en su bolsa para una llamada, siempre era al mismo lugar, preguntando por el bienestar de la misma persona, su único y gran amor.
Charles navegaba por mares de dolor y desesperanza, esos clamos no cesaban día y noche, ni sus sueños estaban vacíos, eran inundados de súplicas y esa punzada que lo atravesaba como un hierro candente en la espina dorsal, hacia viajar a cada terminación nerviosa una descarga de dolor, dejándolo casi sin vida al llegar la mañana. Había otro dolor más sordo y profundo clavado en su pecho, en el centro de su corazón, ahora estaba seguro que él no volvería, no traería consigo la primavera, y nada. Todo había sido producto de su imaginación, nunca le había amado. Era una verdad indiscutible, el no vendría. Le había entrego su amor y su cuerpo, y Erik no había siquiera esperado a ver sí el sobreviviría, cómo llegó sé fue.
Ya no había motivos para luchar, sus chicos ya no estaban. Raven y Hank se tenían el uno al otro. El amor que tenía por Erik ahora era dolor, no había luz ni esperanza. Ya no había nada, incluso el mismo no era ni la sombra de lo que había sido. No había nada, ni una pizca. Grandes y sonoras risas, ojos brillantes, andar grácil y refinado, ni su mente se pudo salvar, él era brillante y ahora era una maraña de pensamientos y lamentos, una mueca lo acompañaba siempre, los ojos ahora eran la profundad del océano, insondables y perdidos, la piel blanca ahora era lechosa y ni hablar de lo demás.
Charles Xavier había muerto en Cuba, juntos con sus sueños y esperanzas, junto al amor que no se dio o que quizás nunca existió y ahora estaba esté ser, esté ente, que era puro dolor y lamentos. Pensó en tomar la decisión más lógica en su caso, no podía cerrar los ojos fingir que nada sucedía pero si podía dejar, abandonar ese cuerpo. Y lo hizo, desconecto su mente, toda su genialidad y brillantez se fueron a ese lugar placentero, ahí no había dolor y voces. Pero su subconsciente lo traicionó, llevando su mente a la playa, a esa playa. Ya no había misiles, ni balas. Solo las olas del mar, y esa figura masculina con sus bellos cabellos cobrizos sentado sobre la arena. Era un buen lugar para quedarse, se sentía una paz inexplicable y ahí se quedó, y no volvería jamás.
Pero su cuerpo seguía en la mansión, frente al gran ventanal de su habitación, sentado en la silla de ruedas mirando a un punto fijo, Raven llegó y le habló bajito, lo pensó dormido. Nunca obtuvo respuesta. Veía con horror eso bellos ojos azules, mirar a algún sitio, pero estaban vacíos, ya ni siquiera podía ver dolor en su rostro, era prácticamente el cuerpo de un muñeco, de a poco su cabeza ya no podía ser sostenida por su cuello. Llamó a los gritos a Hank y Logan, ellos estaban igual de consternados. No sabían que había provocado el estado catatónico de Charles, Hank empezó con las pruebas médicas, análisis y monitoreo cerebral. Encontraron las respuestas, era tan insoportable la perdida y el dolor que su mentor había decidido fugarse mentalmente de aquel indescriptible vivir.
Así pasó un mes, Raven lo atendía con sumo amor y cuidado, Hank le platicaba las últimas locuras que había creado en el laboratorio e incluso Logan le leía por las tardes, nunca hubo cambios, de vez en cuando, rodaba sus ojos en dirección de alguno de ellos. Hank les pedía seguir con esas actividades, cuándo pasaban días y ni siquiera obtenían un ligero pestañeo del de los ojo azules, desesperaban, pero debían mantener la calma y hacerlo partícipe de todo, tratar de hacerlo regresar.
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DESPERTARES (CHERIK)
Fanfiction¿Y sí la solución a todo es dejar de luchar, rendirse al más sublime abandonó?, ¿Es posible regresar de las tinieblas atraído por el poder más grande del Universo? Será que el amor nos puede salvar.