Las cosas iban bien para una buena parte del colegio. Unos jugando con sus amigos, otros estudiando, unos con sus parejas, otros practicando para deportes o actividades de la escuela; para JaeBum... La suerte no estaba de su lado ese día.
Primero, tuvo un exámen de química del cual no tuvo tiempo para estudiar ya que literalmente había sido sorpresa y ninguno de sus compañeros de clase tenían idea de tener aquel tedioso test. Luego, en literatura tenía que mostrarle a la maestra todo su portafolio con el trabajo que había hecho, no es que no tuviese organizado y finalizado el trabajo de esa clase, si no que había olvidado el maldito portafolio en su casa y la maestra se molestó con él (cosa que nunca hacía y le dolió mucho ver a su maestra favorita gritarle por primera vez). Y por último pero no menos importante, en su clase de natación un gilipollas había empapado su cuaderno y libreta de dibujo. Todo eso le había pasado y apenas eran las 11:00 de la mañana, le quedaban 4 horas más en la escuela y ya de por sí había sido una mierda de día.
-¿Te sientes bien, Bummie?- pregunta una chica a la cual había visto una que otra vez por los pasillos de la escuela pero con la que nunca había hablado. El rubio mira de arriba a abajo a aquella chica, intentando pensar si la conocía o no. Era de estatura media, cintura delgada, cabello negro y largo, ojos avellana, labios medianos, caderas un poco anchas, piernas largas y pestañas delgadas. A cualquiera volvería loco, pero a él no tanto.
-¿JaeBum?- vuelve a hablar la muchacha.
-Oh, disculpa.- sonríe un poco el chico, incómodo.
-No hay problema.- sonríe la chica- Quería preguntarte si vas a ir al baile de "Regreso del Rey" este sábado.- la chica lleva un mechón de cabello detrás de su oreja, bajando la cabeza con falsa timidez y una diminuta sonrisa.
-No. No me gustan esas cosas y tampoco tengo con quién ir, me da igual.- JaeBum rasca su cuello e intenta no sonar tan cruel o rudo, sea como sea era una chica y tenía que respetarla aunque no la conociera y ya le cayera un poco mal.
-E-es que... Quería saber si podías ir conmigo.- la chica relame sus rojos labios, mirando el suelo.- Ya que eres el chico más lindo de la escuela y ambos somos de primer año, me pareció buena idea ir juntos para... Tú sabes, conocernos mejor.
-Mira, no te conozco y apenas voy comenzando la escuela. No busco nada con nadie ni tampoco busco ir a eventos escolares en los que acaben con alcohol, drogas y sexo. También está muy pero muy claro que no eres de primer año, tienes aproximadamente unos dieciséis años cuando yo tengo catorce. No quiero ser rudo pero, no me interesa ir a ningún baile contigo o sin ti. Perdona.- JaeBum suelta con demasiada honestidad aquellas palabras. La chica claramente no se inmuta de eso y sigue con su "inocente" imagen.
-No es así, Jae. Yo sólo quiero que nos conozcamos un poco más, como compañeros y ya.- la chica muerde su labio inferior, toma asiento al lado de JaeBum y le sonríe- Soy una maleducada. Perdona. Me llamo Chou Tsuyu.- extiende su delgada mano hacia el chico, quien no hace más que levantarse y hacer una reverencia.
-Me tengo que ir, tengo cosas que hacer.- y con eso toma su mochila y toma su camino por el pasillo de los casilleros. Con la cabeza baja y los libros en sus manos pasa por un gentillo alrededor de uno de los murales de noticias. Curioso, se acerca y hace un poco de espacio entre la multitud para ver qué era aquello tan importabte para tal bullicio.
-¡¿Quien mierdas es Im JaeBum y porqué fue aceptado él y no yo?!- habla alterado un chico, señalando un cartel con una lista de nombres y números al lado, con el nombre de la Academia de Artes a la que él y sus amigos planeaban ir. Con más curiosidad aún se acerca y revisa todos y cada uno de los nombres en aquella lista. Estaba a nada de colapsar cuando mira su nombre y un par de números a la par, escrito con paréntesis un "Aceptado" justo después de aquella serie de números.
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sweet jaebummie
Fiksi PenggemarDonde el pequeño JaeBum es víctima de los "cariños", de sus hyungs pero su inocencia toma esos "cariños" como eso nada más, pasando por alto las segundas intenciones de seis chicos hambrientos de su cuerpo y virginidad. ¿O serán más que seis chicos...