Un gran padre

Capitulo 4

Izuku estaba sentado en su propia oficina, totalmente recargado en la parte de atrás de su asiento, mientras tenía sus pies arriba de su escritorio con la mirada hacia arriba viendo el techo blanco del lugar.

No había recibido ninguna llamada de emergencia sobre un ataque de algún villano o un accidente en la ciudad, por lo que estaba algo aburrido, tampoco es que deseara que pasara una de esas cosas, lo que menos quería es que a los ciudadanos les pasará algo bastante grave.

Esto no era nada nuevo, ultimamente en estos dos años, los crimenes han bajado a un 4% desde que se había convertido en el héroe número uno, por lo que ahora los villanos le pensaban más de dos veces antes de cometer alguna catástrofe y evitar salir heridos por el héroe profesional Deku o por sus amigos. Al ser el noveno portador del One For All, el poder aumento mucho más como le había explicado All-might, siendo mucho más fuerte que este último.

La liga de los villanos desapareció desde que recién se convirtió el siguiente símbolo de la paz, por lo que no se ha sabido nada sobre Shigaraki y sus aliados por más que investigaron, aún así, no bajarían la guardia, Tomura no era alguien que se quedaba con los brazos cruzados y lo más seguro es que estén ideando un plan en este momento.

Cabe decir que, en estas tres horas que lleva en su oficina, también ha estado preocupado por como Ashido está cuidando de Daichi, no es que desconfiara en su ex compañera de clase, es solo que si no mal recordaba, Ashido no había cuidado de un niño antes, es cierto que ella a ido guarderías con muchos niños alrededor de ella, él había visto que Ashido era muy querida por los pequeños debido a su personalidad, aún así, no era lo mismo que estar a cargo de un niño y cuidar de él. Pero tampoco se arrepentía de haber dejado a su hijo a cuidado de ella, conociendo a Ashido en todo este tiempo, lo más seguro es que ella lo manejaría bastante bien.

Y no se equivocaba.

La vibración y el tono de notificación de su celular interrumpió sus pensamientos, agarró su dispositivo movil que estaba sobre su escritorio, deslizando un dedo sobre el para desbloquearlo y entrar al apartado de mensajes, viendo que Ashido le había mandado un mensaje.

Cuando entro a la conversación, vio una foto tomada por ella, para ser más específicos una selfie, se podría ver a Mina con una gran sonrisa, haciendo un guiño mientras que con una de sus manos hacia un signo de paz, atrás de ella se podría ver a su hijo igual de sonriente, haciendo el mismo signo de paz pero con las dos manos. Al ver bien la foto, vio que los dos estaban en la sala de estar de la casa sentados sobre el suelo, mientras que entre medio de los dos estaba un juego de mesa sobre la pequeña mesa de la sala.

No tardó en adivinar que los dos estaban jugando, juzgando por la expresión de los dos, sobre todo la de su hijo, ambos se estaban divirtiendo y se la estaban pasando bastante bien. Todas sus preocupaciones que tenía hace unos momentos desaparecieron al ver a su hijo con esa sonrisa, habia pasado un buen tiempo que no sonreía de esa manera, verlo tan alegre y feliz apesar por la dura situacion por la que están pasando.

Estaba bastante agradecido con Mina, sabía que la causa por la cual su hijo estaba así era por ella, debido a su personalidad infantil, pero también comprensible y divertida, haciendo que todo los malos momentos por los que están pasando sean olvidados por un momento por la gran aura de positividad que proviene de la chica rosada.

Una gran sonrisa se formó en el rostro de Izuku.

— Ha pasado un buen tiempo desde que no sonreias de esa manera, Midoriya.

Izuku se sobre salto al escuchar la repentina voz de provenía debajo de él, asustando lo repentinamente, cuando miro abajo, vio el rostro de su compañero Mirio en el suelo, con su típica expresión feliz.