Obligada a regresar a su pais , Alisha emprendera un viaje de negocios en un pais que no recuerda donde encontrara nuevas tradiciones y una cultara diferente a la que está acostumbrada. Alli siendo una Extraña conocera a varias personas que se volve...
Kiran era perfecto hasta en eso, había sido criado con otra cultura y un poco reservado en esa área, pero ya que estábamos juntos ya no había porque no hacerlo. Era un poco complicado preparar la habitación del hotel porque él se enteraba de todo, pero pude ingeniármelas para traer flores, velas y otras cositas de la una de las tiendas del Hotel. Kiran al principio estaba de lleno en la administración del hotel, pero desde que estoy aquí me a dedicado la mayor parte de su tiempo.
Caída la noche llegó a la habitación que obviamente era la más grande del hotel y al entrar y ver la con una luz tenue, las flores sobre el piso y la cama rodeada de velas quedo sorprendido, no todo tenían que hacerlo los hombres y él me había ayudado mucho desde mi llegada. Entro despacio admirando todo y yo me asome desde la puerta del baño con una bata transparente. Con una sonrisa que no le cabía en la cara se acercó hacia mí y coloco sus manos sobre mis muslos subiendo dentro de la bata hasta mi espalda quitándomela y dejándome desnuda. Comenzó a besarme apasionadamente mientras le quitaba su chaqueta y desabrochaba los botones de su camisa dejando al descubierto su pecho velludo que me ponía caliente al sobarlo, pegada a la pared podía sentir su pene erecto comencé a quitarle la correa del pantalón y se lo quité junto a su bóxer dejándolo al descubierto todo erecto y lubricado.
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Bajamos un poco el ambiente metiéndonos en el jacuzzi, su pene sobresalía del agua y las burbujas donde estuvimos un rato bebiendo vino, besándonos, sobándonos y hablando de nuestro día. Salió del jacuzzi cogió una tolla para secarme. Me levanté y me arropo en ella y me llevo a la cama y me acostó delicadamente y comenzó a jugar con mis senos a lamerlos y morderlos. Bajo lamiendo mi cuerpo hasta llegar a mi vagina, tenía una lengua mágica que me hizo lubricar de inmediato y ya dilatada me miro para que le diera consentimiento y al decirle que si entro su gran pene y fue algo riquísimo verlo moverse sobre mi y al son de la noche continuamos expresando nuestro, lo que habíamos pasado ambos no fue fácil pero estábamos juntos, ya no era un extraña, estaba en casa con mi amor dispuestos a escribir una gran historia juntos.
FIN
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