Capítulo 6

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Erick:

Desde que ocurrió lo del beso, Joel no volvió a tocar el tema. Tampoco se volvió a acercar a mí cariñosamente.

—¿Ya te vas?—pregunté mientras él acomodaba su camisa.

—Alguien tiene que mantener esta casa—dijo arreglando ahora su cabello.

—Si es un reclamo, te recuerdo que tú fuiste el que me prohibió seguir con mis estudios y trabajar—me paré de la cama—Te voy a hacer el desayuno.

Antes de que cruzara la puerta Joel me tomó de la muñeca.

—No creo que quieras terminar con un golpe en la cara, así que cierras la boca y no opinas porque no te pregunté, vete a prepararme algo—dijo por fin soltándome.

Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, empecé a sacar lo que necesitaría y antes de prender la estufa sonó mi celular.

>>—Hola Zabdi.

>>—Ey Er! ¿Qué tal si salimos hoy al parque? Paso a bucarte luego de la universidad.

>>—No creo que pueda Zab, Joel estará en casa para esa hora.

>>—Vale, no pasa nada—dijo suspirando.

>>—Perdón amigo, juro que te lo recompensaré.

>>—Te tomo la palabra, te llamo luego que ya entro a clases, te quiero.

>>—Yo también, adiós.

—¿Con quién hablabas?—dijo una voz gruesa a mis espaldas.

Mi cuerpo se paralizó y respiré tratando de sonar normal.

—Con Zabdiel—dije haciendo el café.

—¿Y quién es Zabdiel?—se puso a mi lado.

—Un amigo, va a la universidad a la que asistí cuando llegamos a este país.

—¿Quién te dio permiso de que te hables con un tipo que no conozco?—dijo girándome para mirarlo.

—Por Dios Joel, tu lo conoces, muchas veces ha venido a casa.

—No me importa, me imagino todas las veces que te has revolcado con él, eres repugnante Erick—dijo empujándome.

—No es lo que tu piensas yo...—me dio un puñetazo en la cara haciendo que caiga a suelo.

—No voy a permitir que te revuelques con nadie, tu eres mío y ya lo sabes, prefiero matarte a que estés con otro hombre—dijo pateándome en el estómago.

Mi cuerpo estaba hecho bolita en el suelo mientras sollozaba, mi mente estaba bloqueada y solo sentía dolor, mucho dolor.

—Me voy, me quitaste el hambre—se fue.

Cuando escuché la puerta cerrarse me levanté como pude y fui al baño de visitas que teníamos abajo, abrí el botiquín, agarré una pastilla y me la tomé, luego me apliqué una pomada para las lastimaduras.

Comencé a llorar de la frustración porque cada paso que daba para subir las escaleras me dolía como el infierno.

Solo quería recostarme y dormir, como si el sueño fuera mi escapatoria y la manera de no sentir más dolor.

[...]

Me desperté sobresaltado cuando sentí un beso en mi frente.

Era Joel.

—¿Te sientes bien?—dijo acariciando mi mejilla. Fruncí el ceño.

—¿Que hora es?—acoté extrañado.

—Son apenas las 4, al parecer dormiste mucho tiempo, toma, te traje una pastilla...supongo que aún te sigue doliendo—me extendió un vaso de agua y el medicamento. Aún con el ceño fruncido agarré la pastilla y la tomé.

—Pensé que tal vez podríamos ver una película, ¿Qué te parece?—dijo sonriéndome débilmente.

Y ahí lo comprendí, era su manera de disculparse conmigo.

Joel jamás perdería su orgullo para decirme la palabra "perdón".

Mi mente todavía no pocesaba esto.

—Está bien, ¿Aquí?—dije refiriéndome a la habitación.

—Si—afirmó abriendo las sábanas para recostarse al lado mío, luego tomó el control remoto y encendió la televisión—Mmm ¿Esa te parece bien?—señaló a la pantalla.

Asentí sin prestar atención y él se acomodó más a mi lado luego de darle play a la película en netflix.

—¿Te sucede algo?—pregunté bajito mientras lo miraba.

—No, nada—dijo dándome un beso en la comisura de mis labios.

Asentí y comencé a mirar la película, los fuertes brazos de mi esposo rodeaban mi cintura y mi cabeza se recostó en su fornido pecho.

Al menos iba a disfrutar mientras duraba.

—¿Quieres que te traiga algo de tomar?—pregunté mientras me acomodaba más sobre él.

—No Er, deja de hacerme preguntas y disfrutemos este momento ¿Sí?

—Esta bien, lo siento—dije apenado, Joel sonrió comprensivo y me abrazó más fuerte—Te amo.

No me respondió, solo pegó sus labios a los míos y los comenzó a mover suavemente, casi me derretí ante su tacto. Le seguí el beso y me perdí en sus labios.

No se cuanto tiempo nos besamos y nos quedamos perdidos entre nuestras miradas, pero elevamos la vista al televisor cuando escuchamos la música de los créditos finales.

—Creo que nos perdimos gran parte de la película—dijo Joel y ambos reímos.

—Pero valió la pena—dije dejando un pico en sus labios.

—¿Quieres salir a cenar?—acarició mi mejilla.

—Si, no estaría mal.

—Perfecto, vete bañando que yo voy a llamar a Richard para que nos reserve una mesa en uno de los mejores restaurantes.

Asentí saliendo de la cama y fui directo al closet para agarrar un bóxer y una camiseta, y luego me dirigí al baño para darme una ducha.

Al entrar en la ducha hice una mueca por el dolor que sentía en mi cuerpo, pero aún así traté de relajarme.

Luego sentí unos brazos rodearme de atrás y un beso en mi cuello.

—¿Llegué tarde para tomar una ducha contigo?—dijo Joel.

—No, llegas en el momento perfecto—me di vuelta y rodeé su cuello con mis brazos para luego acercarme a sus labios y besarlo.

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⏰ Última actualización: Nov 25, 2019 ⏰

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