Capítulo 10

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Camila's POV

-Bien, ¿alguien más quiere contarnos algo?-pregunté tras escuchar con una sonrisa cómo Kate hablaba feliz de que al fin había encontrado un trabajo estable.
Un hombre de pelo rubio y desaliñado levantó el brazo. Hice un gesto para que hablara, pero en ese momento abrió un hombre en la sala. Y al ver que aún seguíamos en una reunión, no llegó a atravesarla del todo.

-Perdona, creía que ya había terminado la reunión.

-No pasa nada.

-Quería hablar con usted, esperaré fuera a que terminen.

-De acuerdo.-dije algo extrañada ya que no conocía al hombre de nada.

Volví a centrar mi atención sobre el hombre que quería participar y escuché atentamente lo que quería contarnos. Un par de personas hablaron sobre el tema que había sacado el hombre y tras unos diez minutos, todo el mundo se estaba levantando de sus asientos. Fijé mi atención Kate ya que era la última que quedaba en aquella sala a parte de mí.

-Kate, ¿puedes decirle que pase al hombre que entró antes en clase cuando lo veas?

-Sí, por supuesto.

-Gracias.

Le di la espalda para empezar a recoger las sillas y ponerlas apiladas en la pared del fondo. Al poco escuché unos pasos a mis espaldas y me giré, esperando a que el hombre me dijera algo.

-Hola, soy Marcus Kane, soy uno los anfitriones del turno de mañana.-dijo el hombre de aspecto jovial, mientras le tendía una mano.

-Encantada, soy Camila Cabello.-me presenté estrechando su mano con una de las mías.

-Siento lo de antes, no quería interrumpirte.

-No tienen importancia. ¿De qué querías hablar conmigo?-me dirigí a la máquina de café que había sobre una mesa y empecé a prepararme uno.

-Venía a preguntarte por uno de los que solían venir a mi reunión. Él me comentó que en el trabajo iban a cambiarle el turno por lo que cambiaría también  de reuniones, sólo quería asegurarme de que así era.

-Ha habido un par nuevos, ¿cómo se llama? 

-Wells.

-Mmm... Sí, vino el martes, pero hoy no ha venido.-tras esa última frase su car adquirió un tono pálido-Tranquilo, muchos de los que vienen a mis reuniones faltan ocasionalmente. no hay por qué preocuparse.

-El no. Cuando entró en mis reuniones habló personalmente conmigo, me dijo que se comprometía a venir todos los días. Y que si faltaba a tan solo una reunión hablara con su madrina.

-Creo que ayer pasaron los datos de Wells a mi oficina. Si me acompaña...-nada más terminar de hablar empecé a andar hacia mi despacho. Abrí la puerta, dejándola abierta para que él entrara. Fui detrás de la mesa y abrí el último cajón del archivador. No tardé mucho en encontrar su nombre y saqué el fichero para luego colocarlo en la mesa-Veamos...-pasé la primera página del fichero y busqué un número de contacto-Clarke Griffin...-leí sin poder creérmelo.

-En realidad no me sorprende, se conocen y son buenos amigos, o eso tengo entendido.

-¿Conoces a Clarke Griffin?-esa pregunta produjo un cambio en su estado. Su cara se transformó, aunque no supe muy bien a qué se debía ese cambio.

-Sí, bueno, yo... ehh...

-¿Quieres contactar tu con ella ya que la conoces?-le interrumpí ya que veía como el hombre empezaba a sentirse en un aprieto. Empezaba a sospechar de qué conocía a la artista, y si tenía razón comprendía que quisiera esquivar el tema.

-Eso estaría bien.

-Bien. Tome el número.-dije girando el fichero hacia él. En cuanto me hizo una señal positiva con el dedo pulgar, cerré el archivo y volví a guardarlo en el sitio de donde lo había cogido.

-Gracias por todo, señorita Cabello.-me dijo una vez habíamos salido al pasillo que conectaba las salas de reuniones.

-No es nada. Y por favor, llámeme Camila.

-De acuerdo, entonces yo soy Marcus.-dijo tendiéndome la mano de nuevo. Se la estreché con la mano que tenía libre y le dediqué una sonrisa.

-Oye, sé que sólo conozco a Wells de una reunión. Pero, ¿te importaría avisarme, si, ya sabes, sabes algo de él?

-Claro, toma, apunta tu número.-dijo mientras trasteaba en su móvil, el cuál me dio instantes después con la página abierta de un nuevo contacto. Apunté mis datos y se lo devolví.

-Gracias.

-No hay de qué.

Nos despedimos y salí del edificio reviviendo esa corta pero reveladora visita de Marcus Kane. Entonces pensé en Wells, ojalá no le hubiera pasado nada.

Entonces sentí un golpe, y al instante todo el café que quedaba en mi vaso se derramó por mi camiseta, maldecí en voz alta a la vez que con la mano que no había sido cubierta por el ardiente líquido me separaba la camiseta de la piel ya que había traspasado rápido la tela. Escuché un "¿Estás bien?" de la persona causante de aquel desastre y levanté la mirada para verificar mis sospechas sobre a quien le pertenecía aquella voz.

Lauren's POV

Iba andando por la calle cuando noté como alguien se chocó contra mi brazo y después algo ardiendo me recorría la manga de mi chaqueta de cuero.

-Pero ¿qué...-la maldición susurrada se cortó cuando vi que la propietaria de aquel golpe era Camila-ohh.. ¿Estás bien?-pregunté al ver que intentaba separar su camiseta empapada de su cuerpo.

-Lauren... Yo... Lo siento, no miraba por donde iba.

-No tiene importancia. Lo bueno de las chaquetas de cuero...-dije mientras sacudía las gotas de café de mi manga-es que no traspasa. Sin embargo tu camiseta...-dirigí mi mirada a aquel punto. El café había provocado que a través de su camiseta su sujetador fuera bastante visible.

-Ohh Dios.-dijo al darse cuenta de la situación e intentó cubrise el pecho mientras miraba a ambos lados de la calle.

-Toma, póntela.-le sugerí mientras me quitaba mi chaqueta.

-No, va a pestar a café luego.

-No me importa, me gusta el olor a café.-hice una pausa y al ver que aún dudaba seguí hablando-Venga, no voy dejar que vayas por la calle así. No me pongas a prueba.-le dediqué una sonrisa de medio lado, eso siempre surgía efecto con las chicas. El efecto Jauregui lo llamaba mi hermano. Aceptó la chaqueta se la pudo y cerró la cremallera-De todas maneras, ¿qué hacías por...-miré a mi alrededor y al ver tras suya el edificio del que había salido me detuve. Reconocí al instante la estructura-ahh...

Ella se quedó unos segundos callada y por rabillo del ojo vi como se giraba sobre sus pies para mirar hacía el mismo lugar que yo.

-No es eso, yo... soy anfitriona de un par de reuniones a la semana.

Dirigí la mirada a sus ojos para buscar cualquier indicio de que mentía, pero tras un par de segundos mirando aquellos ojos castaños dudé que alguna vez aquella mujer hubiera mentido. Me quedé prendada de lo que ese color chocolate me hacía sentir. Un carraspeo por su parte hizo que aquella extraña hipnosis de la que había sido víctima.

-Bueno, ehh... ¿qué te parece si te invito a un café ya que he derramado el tuyo casi entero?

-En realidad ha sido culpa mía.

-Un detalle sin importancia.-respondí volviendo a sonreírle de medio lado-¿Qué me dices?

-Estaría bien.-dijo sonriendo de una forma que casi volvía a dejarme sinel habla.

-Perfecto. Vamos, conozco un sitio increíble.-le ofrecí mi antebrazo para que se agarra a él y así lo hizo. Su tacto fue más intenso que todas las relaciones de una noche que había tenido en los últimos meses.

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Se que es un capítulo cortito pero no quería estar tanto tiempo sin actualizar. Así que espero que os haya gustado.

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⏰ Última actualización: Dec 05, 2018 ⏰

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