☺ Capítulo 10 ☺

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  —Eres una artista increíble.

—Gracias —digo, agradecida por el cambio de tema—. ¡Oh! Eso me recuerda. Te hice algo. —Bajo mi mochila y la abro.

—Oh, oh, oh, ¿está hecho de macarrones? —bromea Louis vertiginosamente.

—Ahora no lo tendrás —me río—. Te burlaste de mis macarrones

Acercándose a mí, Louis réplica.

—Me encanta el arte con macarrones.

—Bueno, entonces te sentirás decepcionado. —Saco el dibujo—. Lo diseñe para ti, haces que se vea bien, y bueno, hice la moto lo mejor que puede. Por lo tanto, no es la mejor. —Con cuidado, se lo entrego a Louis.

—________ —susurra en voz baja—, esto es fantástico. ¿Lo hiciste anoche?

Asiento y le respondo.

—Sí. —Me acerco a mirar por encima del hombro—. ¿Te gusta?

Miro a Louis verlo. Es un boceto de él sentado en su moto, junto al claro.

—Me siento privilegiado de que me hayas dibujado. Lo enmarcaré y pondré en mi sala de estar.

—Oh, no —suspiro—. Tendrás personas allí y luego la verán.

—¿No es ese el punto del arte? —pregunta, mirándome.

Mis ojos se apartan rápidamente.

—Sí, pero realmente no le he mostrado mi trabajo a las personas.

—¿Este es mío? Me lo darás, ¿verdad?

—Sí —respondo—. ¿Por qué?

Acercándose a mí, él susurra.

—Pondré esto en mi apartamento, y lo mostraré con orgullo. Es hermoso. Necesitas mostrarle a la gente tu arte.

Levanto la vista hacia él.

—¿Somos amigos, como verdaderos amigos?

—Oh, sí. Totalmente —responde serio.

—Pues bien, estoy feliz de que hayas venido a mi vida. Me haces sentir mucho mejor conmigo misma, y me alegro de que pueda compartir la mejor parte de quien soy contigo. Eres la primera persona que realmente ve mi arte.

Con una sonrisa, Louis responde.

—Soy más privilegiado.

Eso me hace feliz. Él me hace feliz.

—Bueno, tenemos que irnos. Estoy comenzando a tener hambre.

—Gracias por el regalo.

Niego.

—No es nada, hiciste tanto por mí. —Mirando hacia él, le digo—: Todavía no sé por qué.

—Bueno, quería ayudar, pero ahora, me gustaría ser tu amigo.

Louis se detiene.

—Eres una chica genial. No entiendo por qué no tienes más amigos.

Me encojo de hombros, y respondo.

—No tengo ninguna autoestima y soy muy tímida.

—Haremos que superes eso. Vamos, vamos, ¿A menos que quieras hablarle a tu madre más sobre ESO?

—No dejarás ir eso, ¿verdad? —pregunto.

Moviendo las cejas, Louis responde.

—¡No!

—Vamos —murmuro, agarrando su mano y tirando de él a través de la puerta.

—Espera —dice Louis, tirando de mí hasta el tope. —Me acabo de dar cuenta al mirar esta foto. Este tipo en tus bocetos, es Eric.

Mi mano se acerca para cubrir mi cara.

—Tenía la esperanza de que no lo notaras.

—¿Realmente te gusta tanto?

¿Lo hago?

—Es como... el único hombre con el que he tenido un flechazo. Apenas lo conozco. Es tan lindo y muy bueno por lo que he oído.

Louis mira de cerca la foto.

—Tu foto se ve mejor de lo que él se ve en persona.

—¡Louis! —lo castigo.

—¿Qué? —ríe—. Si quieres, trato de conseguirle una cita con él.

Cruzando los brazos, pregunto.

—¿Cómo vas a hacer eso?

—Haciéndote algo que él realmente quiera —réplica Louis—. Él debe quererte por quien eres, pero si realmente deseas conseguir una cita con él, entonces te ayudaré.

—Ahora, eso sería genial. Sería un total cliché.

Con una mirada burlona, Louis dice.

—¿Por qué?

—La chica tonta consigue al chico guapo. Estoy en mi propia película.

Una carcajada sale de Louis. —¿Soy la hada madrina?

—¡Sí! —le grito, aplaudiendo con las manos—. Mira, ahí es donde no es una película. Las hadas madrinas no son por lo general chicos calientes —río.

Arqueando la ceja, Louis consigue una sonrisa desviada.

—Entonces, ¿crees que soy caliente?

Al instante, mi cara se pone de color rojo.

—¡Cierra la boca! Dios, qué manera de arruinar un momento.

Louis me agarra rápidamente en sus brazos.

—Estoy más que feliz de ser tu dios caliente hada padrino.

—¡Bájame! —me río—. Vamos.  

тнє αят σf тнє ℓιfє TERMINADA |Louis&Tú|Where stories live. Discover now