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En el colegio te observaba de lejos, temiendo acercarme y lograr que te alejaras. Una de las motivación que tenía para levantarme temprano para ir al colegio eras tú, solo tenía que verte aunque sea un momento, sólo un momento, eso era todo lo que podía lograr y lo que me hacia feliz. Te he contemplado tanto que tal vez y en algún momento lo notaste y no me dijiste nada. Ahora ya no te veo como todos los días lo hacía, es más, hace dos años que no te contempló, pero a veces al cerrar los ojos te puedo volver a ver.

Latidos que nunca escuchasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora