Limpia mi alma +18

Limpia mi alma capítulo 5

Limpia mi alma capítulo 5

La cena transcurrió sin ningún incidente ni hecho recalcable, Naruto tomó sake junto a todos los demás pero sin excederse al igual que el Hokage, el Kazekage y su esposa, los 2 mandatarios obviamente se contuvieron para no dar malas apariencias debido a las estrictas normativas de "decencia personal" mientras que él y su mujer no querían dar malas influencias a sus pequeñas cuando pasaran a recogerlas a casa de sus abuelos, en el otro lado de la mesa, Sakae Uchiha, no paró de beber pese a la preocupación de su nii-san, tras un gran banquete, risas, alguna que otra previsión de la futura vida del rubio, el grupo se fue dispersando hasta dar por terminada la cena, Itachi se mantuvo en silencio la mayor parte del tiempo, casi sin comer o beber, vigilante y protector con su hermana pequeña, cada vez más borracha y decaída, hasta el punto de desvanecerse sobre la mesa preocupando a los pocos que quedaban en la sala.

Naruto: Se encuentra bien?.- Muy preocupado por su compañera de equipo, Itachi puso un semblante triste observando a su hermanita en un estado lamentable.

Itachi: Si, no os preocupéis por ella, se peleó con nuestra madre esta mañana y es por eso que tomó demasiado...- Mintiendo.- Pero no quería perderse por nada del mundo esta fiesta, es por eso que vino pese a no encontrarse muy bien anímicamente, espero que no les haya molestado.- Con gesto serio.

Naruto: Oh por favor, no hay problema alguno, es más, agradezco mucho vuestra presencia aquí, espero que mañana esté mucho mejor.- Sonriendo forzadamente al ver a su amiga en ese estado.

Itachi: Por supuesto, no os preocupéis, me la llevaré a casa ya para que descanse y se reponga, fue una velada fantástica, de nuevo te felicito en nombre de todo el clan Uchiha y espero de todo corazón que logres muchos éxitos que te catapulten a la eternidad de la fama.- El rubio asintió contento y se levantó de su sitio bordeando la mesa para tenderle la mano al ambu que aceptó el gesto con una sonrisa forzada.

Naruto: Gracias a vosotros, espero no decepcionarles, muchas gracias de nuevo por vuestra asistencia y deseo de todo corazón que Sakae se recupere.- Dicho esto, el Uchiha mayor se levantó tomando delicadamente a su hermana cargándola sobre su espalda para salir a paso lento del restaurante ante la atenta mirada de los pocos comensales que quedaban a esas horas, Kakashi tosió levemente llamándoles la atención.

Kakashi: Bueno, yo también he de irme, y te lo recomendaría a ti también Naruto, mañana a primera hora te quiero en mi despacho.- Con esto dicho, el Hokage abandonó la sala no sin antes despedirse con un leve cabeceo y una sonrisa, el resto fue retirándose en un lapso de unos 30 minutos quedándose el rubio y la pelirosa solos.

Naruto: Bueno, parece que solo quedamos tú y yo... deberíamos pagar la cuenta y marcharnos a recoger a las "terremotos" de casa de tus padres.- Su esposa se repegó a él apoyando su cabeza en su hombro sonriendo.

Sakura: Pagué la cuenta por adelantado... podemos irnos cuando desees.- El muchacho sonrió acercando sus labios a los de su amor dándole un pequeño beso.

Naruto: En ese caso, deberíamos irnos ya y recoger a nuestros soles... mañana me espera otro día infernal...- La ojijade rio levemente abrazando el brazo de su esposo.

Sakura: Al final... parece que no te agrada mucho el puesto de Hokage...- Su rubio suspiró con una pequeña sonrisa mientras jugueteaba con los cabellos rosas de su amada.

Naruto: La verdad... es que no mucho... pero teniendo a mi amada esposa y niñas esperándome en casa, cualquier trabajo es el mejor del mundo.- Besando a su esposa para después coger el peluche y marcharse cogidos de la mano a recoger a sus pequeñas.

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Itachi llegó a su casa, abrió la puerta encontrándose con todo a oscuras, como era normal, sus padres se habrían marchado a dormir hace rato, mejor, así no verían el estado de su pequeña hermana, con cuidado de no hacer mucho ruido, subió las escaleras para llevarla a su cuarto, abrió la puerta y la posó delicadamente en su cama mirándola con tristeza, restos de lágrimas eran palpables en su hermoso rostro... había sido una noche muy dura para ella, se dispuso a marcharse pero unos pequeños gemidos de su hermana centraron su atención.