Parte única

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N/A: ¡Hola gente bonita!

Mi pareja me regaló un fanfic cherik que escribió para mí... y fue tan hermoso que lo quise compartir con todos, obviamente con su permiso; espero les guste. Es un fic triste, pero hermoso (?)

Disclaimer: Los personajes de X-Men pertenece a los respectivos autores. Esta historia fue escrita por Arthur JP Todd, yo sólo comparto con su autorización.

Ubicado un par de años después de First Class... los eventos de las películas siguientes no sucedieron.

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ALLOW ME TO DIE


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—Sabes, yo solía ser alguien que fingía ser normal —dijo Charles justo después de despertar del desmayo que había sufrido por el dolor. A la fecha, no podía ya mantenerse consciente más de 5 minutos sin antes desfallecer.

El hombre que lo acompañaba le observó y asentía con la cabeza; a su vez, Charles volvía a cerrar los ojos y una lágrima brotaba del rabillo de su ojo. Él simplemente monitoreaba cualquier reacción, suministraba los medicamentos que mantenían a Charles dormido y que disminuían el dolor.

Disminuían solamente, ya no existía la palabra eliminar.

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Charles abrió sus ojos nuevamente y tal vez por un reflejo, se levantó y vomitó ácido estomacal, ya que realmente, no había alimento que volviera con la mezcla amarillenta que salía de su boca.

El hombre en el mismo cuarto, se levantó por un poco de papel higiénico y limpió con diligencia el piso sucio. En su rostro, no había alguna facción que se pudiera calificar como asco; mejor dicho, había pena.

Tristeza, tal vez.

—Debe ser el peor trabajo del mundo —dijo Charles, limpiando las puntas de su cabello que se llenaron con su vómito.

—No lo sé —contestó el otro—, deben existir peores.

—Ja... —Charles quería comenzar a reírse, pero escupió sangre en su lugar, ahora sobre la sábana impoluta. Se limpió con pesar, un poco avergonzado por ello—. Entonces debes tener una vida peor que la mía.

El hombre terminó de limpiar, tiró la basura en el cesto y volvió a sentarse en una silla cerca de la cama. Lo observó un momento y escribió algo más en su bitácora.

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—Vaya, hoy despertaste de un muy terrible humor, Charles.

—Hoy regresaron las voces. —Charles hizo presión en su cabeza con su mano derecha, quería detener la molestia que le carcomía—. Creo que olvidaste darme algo.

—Probablemente lo olvidé —respondió el otro sin mover algún músculo.

Charles perdió nuevamente el conocimiento.

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Charles abrió sus ojos súbitamente.

—Charles, ¿estás despierto? —escuchó una voz que le preguntó sobre él, pero sintió de un momento a otro un intenso dolor.

—¡Ah! Charles comenzó a llorar y manoteaba al aire con fervor, tenía muchas ganas de llorar. —¡Ah, mi ojo! —Gruñidos inaudibles comenzaron a salir de su boca, muchas de ellas eran maldiciones —. ¡Apágala!

Allow me to die [CHERIK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora