Master Piece

Capítulo 2 : Un relicario vacío.

"Cuántas veces tuvo que morir para sentirse con vida...

entre el rigor de la hambruna y dolorosos insomnios,

que sólo unos cortes profundos raspando sus huesos

podrían perforar ese frío tan férreo que alberga".

Eran exactamente las 3:00pm.

Se despertó sobresaltada y jadeando, alternando su mirada llena de desconcierto en el baño espacioso.Por unos momentos, fue invadida por las ganas de vomitar sobre aquella imagen tan desastrosa, no recordaba claramente lo acontecido y le pareció que estaba a punto de ahogarse.

- ¿Cómo... dónde estoy?.

Intentando levantarse botó algunas botellas al piso y éstas tronaron exageradamente, el estrepitoso eco quedó rebotando en su cabeza logrando que espabilara. Conteniendo la respiración soportó el dolor agobiante para salir de la ducha, y hurgando en su ropa encontró algunos suministros con lo que comenzó a vendarse el cuerpo lentamente, parecía una musa grabada en contraste perfecto...

Las paredes de un tono "vanilla", su piel tersa e inmaculada, enaltecían el charco de sangre, agua y restos de comida que dejó en su respiro, sin embargo, ya era tiempo de marcharse. Debo limpiar éste desorden minuciosamente, pensó. Ya que había mucha evidencia de su instancia en la casa como para irse tan campante, pero la visita fue más acotada de lo que ella esperaba. Cuando sus agudos sentidos se percataron de un particular sonido proveniente del portón principal reaccionó de inmediato, fue a recoger sus cosas, se puso un gran abrigo que halló de improvisto, y comenzó a correr hacia una aparente puerta trasera.

En el exterior pudo divisar el grueso muro que rodeaba el terreno, sabía que no lograría sortearlo así que calculó la forma más eficiente. Utilizando una manguera que estaba extendida en esa sección del patio preparó una especie de soga, aunque no quería darse el lujo de perder más tiempo siendo atrapada era muy probable que fuera descubierta al lanzarla. Respiró profundamente, y la aventó con todas sus fuerzas por encima del muro... pero falló. A esa distancia ya era capaz de escuchar las voces de muchos hombres que se acercaban.

"Maldición... Si no acierto ésta vez pronto me verán".

El segundo intento... tuvo éxito, la peculiar soga se ancló entre las ramas del árbol que era su única salida. Confiando en sus escasas probabilidades subió por la infalible muralla.

"Cada segundo cuenta".

Alguien se percató de su presencia y gritó:

-. ¿Quién anda ahí?. ¡Un ladrón!.

-. ¡Espera!. Vengan, atrapémoslo.

Klei sin prestar atención a los sujetos se apresuró a sobrepasar la cúspide del muro, pero justo antes de que lo consiguiera fue abandonada por el azar... El estruendo de tres disparos cerca de sus piernas alertó a todos alrededor. 

-. ¡No estamos jugando bastardo, te mataremos!. exclamó uno enfurecido.

Luchando por evitar la caída se aferró a cuánto pudo lastimándose los brazos... la cegadora luz del cielo... y un escalofrío en su espalda.

Sintió que era su fin.