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Palabras: 6086

[Leer con calma]

A veces, las cosas pueden no parecer justas. Pero cada caso es particular.

Justamente lo digo por ti, que debes llevar tu vida prohibiendo el acto más normal que pudiera yo haber imaginado.

Pero pienso que más allá de lo que puede parecer, puedes expresarte tan bien con tus gestos que no me hace falta tan siquiera oírte para saber que es lo que haces en cada momento.

Cada movimiento hecho por tus delicadas manos me ínsita cada vez a centrarme en ti. Por eso mismo, te recitaré con los mismas señas, lo que guardo en mi corazón.

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Lengua de Señas

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Sabes que es extraño cuando te enteras que una persona lleva días intentando hablar con otra, ya que exactamente ese es el caso de Bon, un chico de piel morena y hebras azules que hipnotizan al conjunto de sus ojos esmeralda. Un joven de gran corazón, diría cualquiera de sus amigas para describirlo, excepto Meg, quien agregaría a la oración 'y un torpe' para seguido sonreír con algo de gracia.

Más regresando al problema del celestino, cabe resolver algunas dudas. Estas se dan porque hasta hace unos pocos días alguien lo había saludado...

Y para cualquiera, podría ser la escusa más estúpida para seguir a alguien, más conociendo como en moreno suele ser, describiría que en el preciso momento en que sus ojos se pusieron en contacto con unos rubí de entre la multitud de alumnos fue lo suficiente para que se llenará de curiosidad, claro, si a eso le agregas el como aquel desconocido levantó su brazo y meneo su mano mientras que sus labios sonreían en un tímido saludo, seguido de que dió la vuelta sin esperar una respuesta de su parte.

Jamás se había interesado en alguien antes, eso lo recordaba bien. Pero podía comparar el sentimiento de ese momento al mismo que tuvo cuando escuchó con concentración suficiente las bellas melodías que una guitarra podría producir, eran la mismas ansías de querer crear tales sinfonías con fervor. Sólo que en este caso, eran ansias de conocer a aquel extraño.

Por eso mismo, decidió que hablaría con el chico del saludo, llegando al pensamiento lejano de que podría estar a su lado y llevarse bien con él no evitando alegrarse con mucha emoción.
Para eso, a la segunda hora de clase de un Martes tomó una hoja cualquiera y una pluma, cuidando que nadie lo viera escribió con demasiada rapidez las ideas que surcaban fugazmente por su mente, haciendo lo que parecía, un extraño boceto.

Sonrió con victoria y alegría al acabar de escribir, doblando la hoja con cuidado mientras que con determinación pensaba en poner en práctica su ingenioso plan cuanto antes:

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-Parte número 1. Observar sin parecer un acosador

Esta sin duda, era algo difícil, tenía que mantener sus ojos y presencia en un sigilo tan silencioso que ni sus amigas debía enterarse. ¡Y vaya que lo logró! Se sentía como un experto ninja esa semana, pero valía la pena saber en que momento de clases le podría hablar sin que le interrumpiera.

-Parte número 2. La parte número dos estaba escrita de una forma tan extraña, que ni él entendía que decían sus propias palabras. Eso mismo pasó con las demás partes.

Lengua de Señas ∆BonxBonnie∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora