Sálvame

Cap 2: St. George's College

Primer día en el colegio.

Colegio St. George's, mi nueva cárcel.
Nuevos "amigos" y profesores... mi vida sin duda es un desastre, no tengo salvación alguna.

Eso de ser la "famosa" alumna nueva, que todos te observen como si fueras un bicho raro, no es nada lindo y lo peor de todo es que mi queridísimo padre no me da dinero para aunque sea comer algo, al menos tengo un poco guardado, también me toca caminar pero de eso si no me resigno ya que al menos conoceré más el lugar aunque... De verdad no conozco nada y de seguro se están preguntando por cómo logré llegar al colegio, simple, pedí un taxi con el poco de dinero que tenía guardado.

Lo mejor de una escuela nueva es que te pierdes y no sabes a quién pedirle ayuda porque desconoces a todos.
Simplemente hermoso.

-Bienvenida a St. George's College, señorita Muriel.

Dice una señora, como de unos 56 años. Detesto que me digan Muriel, ya saben, por mi padre.

-Gracias, por favor, si no es molestia, llameme por mi nombre, Angheli.

No se si soné dura, pero es insoportable que me llamen por mi apellido.

-Bueno Angheli, por favor pasa, te acompaño a la dirección para que puedas anotar tu horario o sacarle una foto, como prefieras.

-Esta bien.

No me digne a decir nada más, lo único que quería era salir corriendo de ahí.

-Por cierto, mi nombre es Ana, Ana Clinton, soy la secretaria.

Pensé que era la directora pero resultó ser la secretaria.

Al llegar a la dirección, me asusté, el director es un señor que da miedo, mucho miedo, cualquiera se espantaria.

-Bienvenida, joven Muriel.

Otra vez, ¿acaso no saben mi nombre?

-Gracias y por favor llameme por mi nombre, es Angheli.

Quizá me escuché dura e ignorante, pero como dije, lo único quiero es salir corriendo de aquí.

-Mis disculpas Angheli. Vamos directo al grano, ese es tu horario.

Dijo mientras señalaba un papel pegado a la pared junto con muchos otros. ¡Genial!, se acerca la hora de "Busquen a Angheli".

-Tu grado es 5to y el salón A-7, está en el segundo piso, primera a la derecha y luego a la izquierda, junto al laboratorio.

Terminó el director, que por cierto, se llama Stephan. No entendí absolutamente nada de su dirección.

Bueno... llegó la hora del infierno, la hora de perderme, esta escuela es grande comparada a la que asistía. Espero no llegar tarde a las clases de Matemáticas, y que estén viendo los mismos temas que yo veía en mi antigua escuela, si no, Angheli Muriel Martínez, estará perdida.

Quince minutos y después todavía seguía perdida; me rindo, mejor me voy para la casa y le invento una excusa a mi padre...

A quién engaño, seguro me mata si falto a clases.

Mientras pensaba, siento como alguien choca conmigo.

-Huy, perdón, no te vi.

Dijo la voz de un hombre y al mirarlo, supe de quién se trataba... Lucas.

-Tranquilo.

Exclame mientras miraba a mis alrededores para ver si veía mi salón.

-¡Wow! Pero si sos vos, Angheli, ¿qué tal? ¿qué haces acá? ¿no me digas que te matricularon? ¿qué buscas?