❥ Conociendo a mi prometido. 2/2

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- ¡Yut Lung! - Se escuchó a la lejanía.

Los tres pelinegros giraron la vista hacia el lugar dónde los gritos desesperados se oían.

- ¡La servidumbre Lee exige verle! - Comentó él que parecía un amigo bastante cercano de Yut Lung, vestido como la guardia real mientras corría sin detenerse ni un minuto hasta que finalmente llegó frente a los tres individuos.

El chico se quedó viendo a Eiji y luego a Yut, después a Sing y nuevamente a Eiji. - ¿Oye ya llevas a otro chico al calabozo?

La fina mano del de coleta se afianzó a su kimono, temblando por la ira reprimida. - ¡Shorter! ¿No ves que estoy guiando al príncipe? ¡Deja de retrasarme o esta noche te dejaré en los congeladores! - Gimió enojado Yut Lung, dando vuelta sobre sus talones y caminando sin prestar atención al que parecía ser su guardia personal.

Shorter sólo respondió al príncipe Eiji con una sonrisa avergonzada. - Está bien Yut, no molestaré. ¡Pero debes escuchar cuando te digo que esto es importante! ¿Por qué no me dejas guiar al príncipe a mí y tú vas a atender a tus superiores? - Propuso con una sonrisa nerviosa.

- Pfff. - Soltó una risa amarga y rebosante de desprecio el chino.

Pensaba rechazar la oferta de una muy mala forma, hasta que su pequeño hermanito lo interrumpió, pescándolo por el antebrazo - ¡Yut, hazle caso a Shorter! ¿Qué tal sí es algo muy importante? Nuestra gente tendría muchísimos problemas con el rey Dino. -

Él menor tenía razón, era algo de suma importancia... Pero para la familia Lee, no para Golzine.

En el clan Lee siempre era necesario contraer un matrimonio arreglado para poder tener dominio sobre alguna propiedad en tierras ajenas y aumentar ganancias, tanto el integrante como el cónyuge de éste mismo compartirían sus bienes.

Sin embargo desde que las propuestas de matrimonio fueron abiertas para el antepenúltimo miembro de ésta familia, tanto doncellas como caballeros habían lanzado a la borda las propuestas que ya tenían para así poder ser participes en las elecciones de compañero para el joven Yut.

Claramente su mal genio era una simplemente algo que le hacía más atractivo al gusto de los pretendientes. Ganó demasiada fama como una belleza erótica que ambos géneros ansiaban poseer, pero esto a él no importaba demasiado.
Y no veía como una "propuesta de matrimonio" por parte de algún cerdo arrogante podría tener más relevancia que cumplir un cargo que el mismo rey había solicitado a su persona.

¡Patético, una total falta de profesionalismo!

- Caballero, ¿Puedes llevarme tú ante el heredero Aslan? No es importante quién me guíe.
Simplemente quiero ver a su alteza. - Comprendiendo la situación en la que estaban todos, Eiji decidió por fin meter manos en el asunto.

Shorter rascó su sien confuso, casi asustado. Hasta se señaló con el pulgar y viró la cabeza hacia ambos lados del campo.

¿Era con él acaso?

Regresó su vista hasta la de Sing, y al ver como éste alzaba los hombros, casi o más confundido que él, decidió asentir suavemente hacia Eiji. - El príncipe Aslan lo espera.

Y al no escuchar críticas de Yut Lung ante sus acciones, caminaron calladamente por el verde césped, dejando a la anatomía andrógina muy por detrás.

Durante unos minutos se mantuvieron así, para luego de un rato detenerse ante un hermoso jardín con todo tipo de arboles y arbustos.
Eiji seguía sin hablar, ahora hipnotizado en el millón de flores silvestres, casi embobado por la belleza natural.

El silencio se extendió hasta que Sing soltó un bostezo y le murmuró al guardia: - Psss. Hey, que buena actuación, Shorter. ¿Te imaginas qué cara pondrá el idiota ese cuando sepa que lo engañaste?

Eiji abrió los ojos desmesuradamente, esperando escuchar las palabras contrarias, más al alzar el rostro notó como la cara bronceada del tal "Shorter" había cambiado radicalmente, hasta estar más blanca que un papel.

Claro que éste volteó sobre sus talones y rápidamente trató de explicarse. - ¡S-Su majestad, no es lo que usted cree! Fui enviado por el príncipe Aslan. ¡É-él...! E-es decir... ¡Él...!  —

- Él simplemente no quería ver a esa zorra mal disciplinada a la cara. -

Una tercera voz vino desde un arbusto lleno de rosas que estaba al lado de ellos.

Un chico de cabellera rubia, con la cara sucia por la tierra y con artefactos de jardinería los veía inclinado desde el suelo.

A Eiji le pareció gracioso el aspecto que éste tenía, pues sus mejillas estaban llenas de lodo al igual que su ropa, y las hojas caían desordenadamente en su cabello.

- ¿Y sí el "amo Yut" supiera que se expresa así de él usted no se metería en problemas, caballero? - Inquirió burlón el heredero de Fish.

Shorter instintivamente se relajó y soltó un ruidoso suspiro al ver de quién se trataba.
El niño por su parte comenzó a reír escandalosamente por lo irónico de la situación.

- Pfff, no creo que tuviese mucho problema con eso, incluso sí fuera así, él debe morderse la lengua. - Admitió el joven, mientras se levantaba con lentitud y arrancaba una de las rosas más llamativas como regalo para Eiji.

El rubio entregó el obsequio y después se dirigió a Shorter para así chocar los puños con él.
Un acto bastante fraternal ante los ojos del pelinegro.

- Amigo, Yut nos matará.

- No, lo hará contigo solamente. Yo viviré un día más. —
Shorter bufó irritado ante las palabras de su mejor amigo, casi tragando su llanto.

Ahora los verdosos ojos del "jardinero" se fijaron en los oscuros de Eiji.
Las miradas parecieron conectarse casi al instante.

Algo incómodo por la profundidad que el desconocido le observaba, decidió apartar la mirada primero. - Joven caballero. ¿Puedo preguntar su nombre?

Sing quién al fin parecía al fin haber calmado su risa, una vez más soltó en carcajadas, tanto por los pucheros de Shorter, como por la escena tan absurda que se estaba creando ante él.

El rubio rió también.
Su risa parecía un suave ronroneo bastante sensual

— ¿Qué es tan gracioso? — Eiji preguntó, frunciendo levemente el ceño.

No hubo contestación por parte de nadie, pero una vez que el adverso detuviera su risotada, simplemente respondió a la duda anterior.

— Soy Ash; pero puedes llamarme Aslan Jade sí así lo desea mi marido. —

. . .

— ¡¿EH?!

[ N/A ]

¡Buenas tardes, queridos pececitos!

Bien, no tengo excusa ante mi irresponsabilidad, pero quiero que sepan que he estado hasta la médula de trabajo, y justo ahora regresaré a estudiar, pero prometo que no me perderé nuevamente, ahora mismo iniciaré con otros capítulos para que vayan siendo publicados como había prometido.

Por cierto. ¿Qué opinan de la historia?
¿Les está gustando?

¡Gracias a todos por comentar y votar!
Pueden seguirme también y me estarían apoyando bastante con eso. ✨

Buenos mis pececitos, los quiero muchísimo, y gracias por haberme tenido paciencia.

¡Nos leemos luego!

El principe y la bestia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora