Capitulo 16

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11:40 p.m.:

Siete horas y veinte minutos para que finalice La Purga:

-Leo, tenemos que irnos- lloriqueó Libra, en medio de un ataque de estrés , mientras envolvía el tobillo del rubio.

-Sí, tienes razón, solo...- reprimió un grito ante el punzante dolor que se hacía presente -Apúrate y vayámonos- exhaló aire con fuerza y se preparó para incorporarse de una vez por todas.

-Bien, creo que ya está- murmuró el signo de aire, agarrando las manos del león y tironeándolo hacia sí mismo.

-AI- el chillido salió con total claridad.

-Shhhh- Libra pasó el brazo del chico sobre sus hombros y ambos comenzaron a arrastrarse hasta la puerta, la cual estaba rota (a causa de todos los tipos que habían roto todo a diestra y siniestra) por lo que salieron sin el más mínimo problemas.

Bajaron con mucha dificultad el tramo que les faltaba, pero tenían un poco menos de presión sobre sus espaldas, pues ya no había nadie más.

Salieron por la parte trasera del edificio y se encontraron con todos los cuerpos reventados, ni siquiera alguno se buscaba a mover, estaban inertes.

Libra volteó y vomitó, Leo le siguió segundos después. Nunca había visto a un muerto en sus vidas, y mucho menos reventado.

Se apresuraron a alejarse de allí, era desagradable, además tal vez había más que venían en camino y no iban a arriesgarse.

El camino fue sin rumbo, no tenían idea de a dónde diablos ir; los servicios públicos estaban cerrados. 

-La iglesia- recordó Libra -Leo, la iglesia debe estar abierta. Hay que ir-.

La más cercana estaba a solo treinta cuadras, así que suspiraron algo tranquilos. Pero... tu vida puede cambiar en solo medio segundo, ¿no?

Se pegaron a las paredes y disminuyeron la velocidad, no querían llamar la atención. En varias ocasiones oyeron algún par de tiroteos, pero eran lejanos.

Faltaban solo ocho cuadras, ya podían divisar la punta de la torre.

-¿Qué mierda es eso?- interrogó Leo al aire.

La calle siguiente estaba decorada.

Varias guirnaldas de luces se hallaban colgadas a lo ancho de la calle; serpentinas y boas navideñas se enroscaban a los palos de la luz y varias muñecas estaban sentadas en pequeñas sillitas alrededor de algunas mesas pequeñas, justo en el medio.

Lo perturbador era que sobre la mesa descansaban dos cuerpos, a juzgar por el tamaño, eran niños entre seis y nueve años, estaban abiertos desde la garganta hasta la panza baja y sus tripas estaban distribuidas en pequeños platitos.

Las vísceras coloreaban el suelo, tiñendo de un tono granate a la gravilla.

Los focos eran negros, y la tinta invisible quedaba a la vista. 

Todas las paredes -hasta una considerable altura- y el suelo se hallaban escritos: mis bebés van a comer. Una y otra vez se repetían hasta el cansancio.

-Hay que irse, ya- murmuraron ambos, girando.

-¿Irse?, ¿a dónde?- la voz era espeluznante.

Debía tener unos setenta años, su cabello era corto y con rulos, vestía ropa totalmente común, y tampoco se había preocupado por taparse el rostro. Llevaba colgada la cabeza de un hombre anciano de unos de los brazos.

-Era mi esposo- contó al notar que los chicos miraban aquél insignificante detalle -Me lo comí, era muy molesto- se justificó.

Ambos estaban petrificados, mantenían los ojos muy abiertos y trataban de resolver en cómo salir de allí sin que los mataran; pero, era una vieja, ¿cómo diablos podría caminar o correr hasta ellos sin que se fueran antes?, es decir, Leo estaba lastimado pero tenía una ventaja de siete metros por sobre ella.

-No me están tomando en serio, ¿no es así?- la mujer sonreía con arrogancia, y sacó un cuchillo santoku de atrás de su espalda y comenzó a moverse con lentitud hacia ellos.

-Quédese quieta- ordenó Leo, sintiendo que le faltaba el aire.

-Nunca nadie me toma en serio, pero es cierto yo no puedo correr- se acercó a una jaula que parecía invisible a causa de todas la otras cosas desagradables que había a su al rededor -Yo jamás podría alcanzarlos, pero mis otros bebés sí- quitó el seguro y varios ladridos comenzaron a oírse.

-No por favor no- Libra le tenía fobia a los perros, y era capaz de quedarse plantado llorando, y vaya que el león lo sabía.

-Libra, hay que subir, Libra- Leo acababa de ver una escalerilla que subía hasta la terraza del pequeño edificio que había al lado de ellos -LIBRA MALDITA SEA, DEJA DE LLORAR-.

El chico de cabello violeta paró de llorar y observó a su mejor amigo señalarle el lugar por el que debían ir. Asintió con rapidez, y se movió hacia allí temblando, aún quedaban unos segundos para evitar a los perros, la mujer los estaba acariciando.

Leo subió primero y le siguió pegado Libra, quien lo ayudaba con su pie lastimado.

GUAUGUAUGUAUGUAU.

Los perros estaban justo debajo de ellos, y no atrapaban los pies del librano solo por escasos centímetros.

-Maldita sea, ¿por qué diablos no se dejan matar?, sería divertido. Hasta puedo concederles un último deseo si así lo desean- la vieja había comenzado a hablar mientras preparaba una Winchester que tenía guardada en caso de que alguien se resistiera. 

-Vamos Leo, esos ruidos no se escuchan nada bien- apresuró Libra que oía como la mujer colocaba las balas dentro.

Estaban a punto de llegar a la azotea, cuando la mujer gritó:

-Un paso más y los reviento a ambos, así que mejor que bajen-.

El tiro se oyó fuerte y claro. Libra comenzó a llorar, dándose cuenta de que él no tenía nada, entonces Leo...

-LEO- gritó mirando hacia arriba, sin ver a nadie, en qué momento su amigo ya no estaba más allí -LEO-, en medio de su desesperación comenzó a voltearse hacia todos lados, encontrándose con un escenario nefasto.

...

961 palabras




















-Acá estoy imbécil. Sube- el rubio se apareció sobre la azotea y de un tirón atrajo a su mejor amigo hacia su cuerpo.

Ambos se abrazaron con fuerza, y luego de unos segundos se acercaron al borde, confundidos.

¿Quién había disparado?

Un chico pelirrojo de abundante cabello los miraba desde abajo, sonriendo, con la mujer muerta al lado de su pies y los perros degollados.

...

1023 palabras

:v lol

Doce Horas Para Sobrevivir [Zodíaco] {Yaoi}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora