Cuidando a los Pasquarelli - PAUSADA

Capítulo 3

Narra Karol

Y ambos comenzaron a gritar varias cosas, las cuales, ni yo, ni la bebé tendríamos que escuchar. La bebé porque es una bebé, y yo porque es algo privado.

Salgo de la casa junto a Mia y comienzo a verla con más determinación. Es una niña bastante linda y tierna. Aunque se haga popó por todos lados. Yo solo tengo un hermano mayor que ahora no vive en la ciudad, pero prácticamente soy hija única. Me encantaría tener una hermana menor. Es una princesa, eso es.

Comienzo a pensar en otra cosa... ¿qué Ruggero no es un Pasquarelli? Digo, que yo sepa es un Pasquarelli..., ¿por qué la zorra colorada esa dijo que no lo es? Raro.

-Lo siento -escucho a mis espaldas. Volteo y me encuentro con Ruggero. Hablando de Roma..., el gruñón se asoma.

Okay, eso no pegó.

-¿Por? -pregunto.

-Por lo que tuviste que presenciar y soportar recién -se mira las manos. Yo me pongo de pie junto a Mia.

-Oh, no te preocupes. A menudo tengo que soportar zorras despechadas con ganas de coger -asiento y el ríe.

-Que modesta -sonríe. Oh, por Dios, esa sonrisa es lo más lindo que vi en mi vida. No. Karol, ¡NO! Concéntrate en la charla.

-Sí, perdón -contesto avergonzada.-, pero pasé eso desde que tengo 11 años, así que no te preocupes -asiento.

-¿Por qué? -pregunta confundido.

-Cuando tienes un hermano que en la adolescencia fue un regalado y mujeriego, pasas por esas cosas... -muerdo mi labio inferior.

-Oh, te entiendo. Es lo que nos sucede con Liam. Lo queremos hacer cambiar, pero no nos escuccha.

-¿Liam es un mujeriego? -pregunto sorprendida.

-Sí, lamentablemente sí -contesta metiendo sus manos en sus bolsillos.

-Oh, que lindo -digo sarcásticamente. También tendré que soportar a varias putas más. Ni que se le ocurra a ese adolescente hormonal tocarme, porque le pego con una regla en la cabeza.

-Lo sé -ríe.

-Bueno, ummm... Iré a pedir pizza -contesto.

-¿Me la das? -pregunta él refiriéndose a Mia.

-Claro -sonrío entregándosela.

-Hola, princesa, ¿cómo andas? -le dice a la bebé con una voz muy tierna. Awww, que ternura que son. La niña ríe y yo sonrío enternecida.

Salgo de allí.

-¿Quieres la pizza con pepperoni? -le pregunto antes de entrar a la casa. El asiente.

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Apago la alarma de mi móvil casi tirándolo por la ventana. Trato de levantarme y escucho movimiento en la casa. Al tratar de levantarme casi me caigo al suelo por enredarme con las sábanas, pero como soy inteligente y me caí. Casi me caigo. Casi.

Me dirijo al baño ya vestida y me lavo la cara, al mirarme al espejo noto que estoy más despeinada de lo normal.

Yei, voy a tardar dos horas en peinarme. Cojo el peine y comienzo a peinarme. Luego de diez minutos logro alisar total y perfectamente una mitad del cabello, ya me duele la mano. Ahora falta la otra mitad. Escucho un ruido y salgo corriendo del baño con el peine en mano.

Bajo a la planta baja y escucho ruido en la cocina.

-Ash -escucho bufar a Luca.

-¿Qué fue eso? -pregunto.

Están todos los hermanos desayunando.

-Se le cayó una taza a Luca -contesta Chiara mordiendo la tostada.

-Raro que no se rompió -Luca guarda la taza en una alacena.

-Y... ¿quién les hizo el desayuno? -pregunto.

-Yo -contesta cortante Ruggero.

-Oh, no sabía que se levantan a las 08:00 en vacaciones -sonrío haciendo una mueca mientras me siento.

-No te preocupes, estamos acostumbrados -dice Liam, el cual ahora noto que está en bóxers pero con una camiseta gracias a Dios.

-Ammm... ¿Karol? -pregunta Chiara.

-¿Si?

-Tu... cabello -hace señas sobre su cabeza. Me miro en la pantalla del móvil de ella y sí, mitad del cabello peinada, mitad del cabello no.

Mia ríe.

-Oh, Dios -contesto y salgo corriendo al baño.

Y escucho sus risas.

-Pequeña familia rara -murmuro luchando con mi pelo. Pero de pequeña, esta familia no tiene nada.

-Oye, ¿qué piensas de la marihuana? -pregunta Liam entrando al baño sin permiso.

-¡Oye!, ¿no sabes tocar a la puerta, más que nada del baño, cuando hay una mujer dentro? Imagínate que justo estuviera desnuda bañándome o haciendo pipí... -digo enojada.

-Verte desnuda no me importaría, créeme -levanta una ceja y ríe. Yo abro mi boca sorprendida y furiosa-. Ahora, responde a mi pregunta.

-¡Ni se te ocurra probar la marihuana! -grito- ¡Ni cualquier otro tipo de droga!

-¡Ni en broma tomo droga, Karol! Solo vine a preguntarte eso porque no se me ocurría otra cosa y Ruggero me dio 30 para que te preguntara algo -dice y se va.

¿Eh? Termino de peinarme y bajo nuevamente.

-¡Terminamos! -grita una chica que no conozco saliendo de la casa y dando un portazo.

¡Mierda! ¡Esta familia cada vez es más rara!

-¿Y eso fue? -pregunto.

-Al parecer me quedé sin mejor amiga -murmura Liam confundido-. Oye, esto no se queda así -agrega y abre la puerta. Ahí está la chica, la toma del brazo-. ¡No terminamos nada! -exclama.

-¡Me enteré de que en vez de ir a mi casa fuiste a por comida y de allí te fuiste con una chica! ¡Te entiendo lo de la chica pero, ¿que me cambies por comida?! ¡Eso no te lo perdono! ¡Amas más la comida que a mí! -finge que llora.

Cada vez entiendo menos.

-¡Fui a buscar comida para ti! Y luego me crucé con una chica linda, y bueno... ¡Pero la comida era para ti! -exclama él.

-Aww..., ¿enserio? ¿Cómo sabes que amo la comida? -pregunta ella.

-Porque te conozco y te quiero mucho -sonríe Liam.

-¿Enserio? ¡Volvemos! -la chica lo abraza y ambos sonríen.

-¡Todos vosotros sois una familia de locos! -grito tomando a Mia en brazos y llevándola a cambiarle el pañal- Vamos Mia, eres la que medianamente está más cuerda -le digo y salimos de allí.

04/02/2019