Luciferianos y Sitnalta

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En una elegante y lujosa mansión se escuchaban el choque de las copas de vino y las risas de aquellos seres Luciferianos ( similares a los vampiros) aristócratas. Riéndose y bailando al compás de la musica de fondo.

En la mesa principal se encontraba una chica guapa de figura escultural, de cabello blanco y ojos amarillos, con un vestido negro desnudando su cuello y hombros.
Estaba sentada en la silla a lado de su madre la gran Diosa del Inframundo, conquistadora del paraíso aquel lugar donde solo encontrabas paz y armonía.
Kikyo su madre era respetada y temida por toda la bola de cobardes presentes en esa absurda fiesta, organizada con el único fin de celebrar que el único planeta de la tierra, que se había resistido Sitnala ya había sido destruido.

Sitnalta era un lugar del planeta Terrano, en los cuales habitaban seres de luz, con altos conocimientos y gran sabiduría.

Eran un peligro pues con estos seres la humanidad abriría los ojos a la realidad que se les ha ocultado  por millones de años, los humanos han sido controlados mediante la religión y la política para convertirlos en el ganado energético de seres extra dimensionales como lo eran los Luciferianos y la sangre azul, era por eso que aquel lugar tuvo que ser destruido y no era la excepción pues cualquier lugar con energía positiva tenía que ser eliminado.

Los luciferianos son una estirpe la cual son presentados como vampiros, con la diferencia de que estos suelen alimentarse de las emociones humanas negativas, como lo que es el odio y el miedo. Ellos creen que la única emoción pura es el odió que les impulsa a llegar a ser grandes.

Su forma de gobernar era aplicando la ley del mas fuerte escalando para tener mayor poder. Eran algo así como un Senado que dictaba las reglas, según ellos, ya que realmente mi madre las imponía como lo dicho anteriormente el mas fuerte impone, los demás obedecen.

Con la misma plática de siempre y la presencia de aquellos seres hacían que Izayoi se sintiera asqueada, pues no estaba de acuerdo con la esclavitud y el extermino de los seres de luz que querían ayudar a la humanidad. Sin embargo como la buena chica que era solo miraba y callaba, actuando con elegancia solo sonreía de forma hipócrita y fingía estar de acuerdo.

Pues la mirada dura de su madre le impedía cualquier falta de desobediencia.

Su vida había sido siempre hací desde que tenia memoria, por fuera era toda una dama , pero por dentro quería gritar rebelarse y luchar, pero ella sabia que eso nunca seria posible.

Lo que ella más amaba era los combates  cuerpo a cuerpo, con armas dimensionales o espadas, tenia un espíritu aventurero y en sus tiempos libres los cuales eran a veces muy pocos, se transportaba a diferentes dimensiones en busca de algo nuevo.
El tiempo transcurría tan lento, hasta que escucho algo que llamo su atención.

A su lado se encontraba Mementh el segundo mando de la cabeza principal de aquella estirpe, hablando de algo que no tenia contemplado.

- Kikyo Sitnalta fue destruida completamente, ningún ser de luz pudo resistir nuestro ataque. Ahora solo queda la destrucción de los seres humanos.

Al decir esto todos los presentes se miraron entre sí y mirando a Kikyo esperaban una respuesta mientras esta se mantenía con el semblante frío, cuando de repente una carcajada diabólica salio de sus labios.

- La energía humana no debe de ser exterminada necesitamos de su campo electromagnético, nos alimentamos de ellos. Que idiotez, viniendo de alguien con un alto rango como usted, la segunda cabeza de la estirpe Luciferiana.

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