May Death Never Stop You

Cap.4

Cuando terminamos y todo volvió a su estado normal, trate de agarrar una madera que flotaba y me recosté, más bien me desplomé sobre él. Jadeante, despatarrada y exhausta, con los pies colgando, estabamos deshechos después de haberlo consumado, estabamos felices y oscilantes en el agua. Jimmy, en ese momento, había quedado con ganas de más, y mirándome fijamente casi como reprendiendome por mi deseo de querer parar y descansar dijo:

—¿Qué?, ¿vas a dormir ahora?

—Y a roncar.

—¡Dios, que chica!

Me fuí a la orilla, me tumbé boca arriba con la smanos detrás de la cabeza, sobre la cálida arena. Por delente de la luna pasó una nube que tranformó la noche azul brillante en algto pálido y gris. El aire estaba tranquilo. Oí a Jimmy salir del agua y dirigirse a nuestra cabaña. Intentaba de acostumbrar mis ojos a la oscuridad. Apenas podía distinguir u silueta al desnudo. Esa, sencillamente, impresionante. Lo vi tratando de escurrir el agua de sus cabello. Después arqueo la espalda y eschó la cabeza hacia atrás.

Yo por mi parte, estaba quedándome dormida en la orilla. Traté de  reflexionar sobre lo que me había ocurrido, sin aún acabar de entenderlo. Jimmy seguía moviéndose. Empezaba a perderlo de vista. Cuando se confundió con la oscuridad, tomé una decisión: se lo diría, se lo diría todo.

Asentí, para mi misma con la cabeza y cerré los ojos. Me sentía un cera, la nada misma, me sentía al decir verdad horrible. Escuché al agua lamer suavemente la orilla. Entonce oí la puerta de un coche abrirse. Me senté.

—¿Jimmy?

Salvo mi respiración, el silencio era absoluto.

Volvía a buscar su silueta. Era díficl distinguila, pero alcanze a verla en su momento. O me lo imaginé. Ya no estoy segura, ni siquiera se si ya importa. En cualquier caso, estaba totalmente inmóvil, tal vez mirando hacía mí. Quizá parpadeé- en realidad, tampoco estoy muy segura- pero , cuando volvía mirar, ya había desaparecido. El corazón se me subió y me golpeó la garganta al gritar:

—¡Jimmy!

No hubo respuesta.