¿Seguimos siendo humanos? (Capítulo de Owen)

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La relación entre Damon y Audrey se iba a pique, el experimento no solo había incrementado nuestros poderes, sino también nuestros instintos, así que Damon amaba tanto a Audrey, que ahora, no solo podía tener su compañía.

Así que el plan era apartar a Audrey, él lo quería así.

Mientras ella dormía, él había velado sus sueños todas las noches; pero él se había apartado de ella cuando ésta despertaba, y la ignoraba.

Había llegado el momento de poner nuestros poderes en práctica, y al ver el rostro de Audrey, no podíamos negarnos.

El primero en pasar fue Damon, sencillamente, siempre iba primero el líder, y Damon lo era.

Cuando se transformó, era otra persona, otro ser humano, más parecido a un animal que a una persona. Su cabello le cayó sobre los ojos, tapando casi por completo los ojos negros salpicados de sangre, su boca se retrajo en una mueca horrible que mostraba sus dientes, pero no eran dientes humanos, sino filosos colmillos. Sus músculos se habían ensanchado aún más, y todos sus tendones de los brazos, se habían saltado. Su cola, ahora más velluda que antes, se agitaba tensa, y se veía más larga y fuerte. Damon saltó hacia la selva, y su salto fue poderosamente alto, y tan largo que desapareció, por unos segundos, dentro de la madre selva; y entonces, en cuestión de un latido del corazón, estuvo de regreso.

Era increíblemente rápido y letal, además, de que ahora, ya no podía escuchar su corazón, haciéndolo casi invisible. Audrey se limitó a mirarlo solo un par de veces, sin rastro de sorpresa, más bien, se veía concentrada.

Los siguientes fueron George y Bástian, ambos compartían el ADN de una Serpiente Taipán; al transformarse, se volvieron dos enormes figuras escamosas, su piel brillaba ante la luz, despidiendo una serie de colores; sus ojos se volvieron de un color amarillo, del color de la arcilla y se rasgaron, volviéndose escalofriantes; sus rostros se habían distorsionando, mostrando sus dos pares de filosos colmillos, puntiagudos y encorvados. Ambos escupieron hacia un par de árboles, a más de quince metros de donde estábamos, justo en la copa; ambos arboles de deshicieron en cuestión de segundos, después, abrazaron una roca, que triplicaba su tamaño en largo y ancho, y la redujeron a escombros. Sonrieron complacidos ante su exhibición. Audrey los miró pensativa, yo conocía esa mirada.

Los siguientes fueron Corban y Mateo, ambos compartían el ADN de una Viuda Negra Española.

Cuando cambiaron, todo en ellos cambió, una protuberancia salió desde sus espaldas, pero en vez de ser una masa, resultó ser un par de “Patas de araña” con unos aguijones en cada punta; de cada una de ellas escurría un líquido amarillo y espeso; ambos miraron ambas patas, que respondían a sus órdenes. Sus ojos ahora, eran del color de la sangre, salpicados con motas negras en toda la pupila. Su mordida ya no tenía veneno, el veneno ahora residía en las nuevas extensiones de sus cuerpos.

La telaraña, que salía de sus bocas, era dura, ya no era seda pegajosa, sino cemento seco, fuerte y resistente. Ambos sonrieron contentos ante su exhibición.

Audrey seguía mirando fijamente la exhibición, algo tramaba, y no era bueno.

La exhibición de Peter fue la más corta, con el ADN de Sanguijuela, su aspecto no cambio mucho, su piel se volvió más brillante, sus ojos se volvieron completamente negros, y aterradores, sus dientes se volvieron puntiagudos, y ahora no solo era una fila, sino dos filas de dientes; atrapó a un pequeño animal que corría por la selva y le mordió la garganta; se desangró en solo un par de segundos. Y podía camuflajearse demasiado bien, dio un breve paseo por la selva, y se perdió de vista, Audrey lo miró atenta y sonrió.

Christian fue el siguiente, el ADN de la Araña Zebra corría por sus venas; y también tenía ahora dos extensiones de hueso en la espalda, dos patas con aguijones en cada extremo, destilando un potente acido. Su telaraña no era tan dura como la de Corban, sino que era pegajosa y babosa; además que tenía un salto tan potente como el de Damon, solo que con menos fuerza.

Lady Killer II .- Perfeccionando a la AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora