Prólogo

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Jimin era un frágil niño de tan solo dieciséis años, baja estatura y un autoestima al borde del final. Posee unos labios rojizos con una textura suave y gruesa, unos hermosos ojos negros como la oscuridad y un cuerpo digno de tener, cabello negro azabache el cual cae sobre su liza frente.
Con ambos ojos cerrados se encontraba postrado en la arena de una playa mientras escuchaba el canto de las aves y las olas del mar chocar. Inhalaba y exhalaba tratando de descifrar cada olor, cada fragancia que traía el viento intentando formar algo pero era inútil.

Él solo veía oscuridad.

Cansado sitúa ambas manos en aquella arena agarrándola para que luego esta se deslizara por sus dedos haciéndolo soltar una carcajada neutra. Golpetea una de sus manos por el sitio buscando su bastón y al encontrarlo lo agarra haciendo que se levante con él, golpe tras golpe sobre la arena mientras él es guiado por sus instintos y aquél estúpido palo de madera.

Una media sonrisa se forma en su cara al poder sentir como el agua salpicaba con el tacto del bastón sobre ella. Él sabía que no podía alejarse y que aunque así fuera, no iba a sucederle nada pues sabía que nuevamente lo estaban vigilando.

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Comenzó a vagar por el angosto sendero de las calles de seoul y como siempre no podía faltar su pequeño amigo; su preciado y estúpido bastón.

Jimin sabía muy bien su camino pues no era la primera que rondaba por ahí. Le encantaba el lugar aunque no lo viese, le encantaba porque podía sentir la buena vibra de las personas,
le encantaba porque no era juzgado.

Las personas al verlo pasar ya ni se sorprenden, ellos creen que Jimin es un ser majestuoso por el hecho de que siempre anda solo y aún así, él nunca está perdido.

Muchos dicen que es la gracia de Dios que ilumina su oscuro camino.

Otros dicen que son sus ángeles guardianes guiándole al saber.

Algunos pocos osan de decir que Jimin es muy inteligente y que el ser ciego no le afecta en su vida.

Pero lo que nadie sabía era que Jimin si tenía un ángel guardián.

Uno al que no podía ver,

Pero si sentirlo junto a él.

Oscuro » [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora