Oscuro » [Kookmin]

"O"

"Jungkook"

Jimin nunca había escuchado un nombre tan lindo y único.

Le repitió varias veces, así aunque sucedan miles de cosas, lo recordaría por siempre.

"Jungkookie"

Era como si aquél día en el que habían hablado por primera vez se hubiese repetido.

Pero esta vez era mejor, mucho mejor.

Estaban sentados frente al mar. Jimin se encontraba recostado en el pecho de Jungkook mientras que el nombrado lo rodeaba con sus brazos.

Era como un sueño, algo jamás imaginado.

—No te imaginas la cantidad de veces que anhele estar contigo. Sentir tu suave piel, tus rasgos, escuchar tu voz... Y ahora, me da miedo que todo sea un sueño...

—No lo es cariño, creeme que no lo es...— dijo dando un suave beso en la cabeza de Jimin.— Todo cambiará precioso, prometo que todo cambiará. Esta vez me quedaré a tu lado, está vez ya no me dejaré ganar por el miedo.

—¿M-miedo?— preguntó confundido Jimin.— ¿A qué te refieres?

—Jiminie... A veces nos dejamos llevar por los comentarios de los demás. Queremos aferrarnos a la idea de ser quien otros quieren que seamos, nos complementamos a base de críticas, opiniones, palabras estúpidas de la gente. Y caí, caí ante ellos. Creí en lo que decían, temí ante sus reacciones.

—Aún no lo entiendo...

—La gente me miraba mal cuando estaba cerca tuyo... Ellos hablaban de mí como si me conociesen, decían que estaba loco, que te haría daño, que era un acosador, que solo iba a enfermarte.

—Kookie...

—Tenían asco de que me gustases Jiminie... Y yo, me dejé llevar por ellos... Fue por eso que me aparté, lo siento tanto precioso, no debí hacerles caso...— Jimin negó.

—Eres un idiota Jungkook...— Jimin se giró lentamente hasta agarrar con sus pequeñas manos el suave rostro de Jungkook e hizo un puchero con sus labios. Tenía los ojos cerrados y las cejas un poco fruncidas. Jungkook rió con ternura ante ello.— Pero aún así, me gustas...

Jungkook dejó de reír para mirarlo atentamente, a su parecer, Jimin era el ser más hermoso que había visto, era el ángel más hermoso caído del cielo, caído en sus manos. A él jamás le importó que Jimin no viese, lo que lo enamoró fue aquel corazón puro que poseía, aquella bella sonrisa que jamás se apagaba, aquella valentía que tenía. Jungkook amaba todo de Jimin, Jungkook amaba a Jimin.

—También me gustas cariño... Cada parte de ti me gusta... todo en ti es hermoso.— Jimin sonrió, sus manos trazaban el rostro de Jungkook con delicadeza, quería grabar aquella figura.

Se quedó así hasta que sintió un suave y cálido tacto en sus labios.

Jungkook lo estaba besando.

Todo en Jimin vibró, su cuerpo quedó estático, su corazón latió como nunca, su respiración se hizo pesada.

Se sintió amado.

Se quedaron así unos segundos cuando Jimin comenzó a mover sus labios lentamente, buscando más.

El beso se hizo desenfrenado, sus lenguas jugaban entre sí, estaban abrazados, riendo en cada respiración para luego volver a besarse.

Tal vez Jungkook había sido un idiota, pero al final, era su idiota, suyo.

Jimin era el mundo mágico de Jungkook.

Y Jungkook había aparecido para hacer su mundo oscuro más resplandeciente.

Fin.