Oscuro » [Kookmin]

"R"

Jimin no había salido de su cama desde que habló con su persona especial.
Desafortunadamente para él, su escolta lo obligo a tomar aire libre y aunque rogó porque lo dejara ahí, el hombre hizo caso omiso y lo arrastro hasta afuera, acompañándolo hasta la playa.

La playa; aquél lugar que Jimin amaba y comenzaba a detestar. ¿Es que siempre iba a ser así? Sus acciones se repetían tanto que todo comenzaba a aburrirle.

Jimin se sentía deprimido.

No quería hablar con nadie, no quería escuchar a alguien decirle que saliese a hacer algunas cosas.

¿Qué se supone que podía hacer él? Apenas podía caminar sin necesidad de alguien por donde vivía. Sería mucho peor si saliese a alguna otra parte.

Jimin ya no sonreía.

Aquella sonrisa había desaparecido junto con sus ganas de seguir  intentándolo. Aquella ilusión de estar con alguien, ser amado, comprendido, todo había desaparecido.

"El amor es ciego"

Jimin no necesitaba ver a alguien para poder amar. Él no necesitaba a una persona hermosa a su lado ¿de qué servía?

Él solo deseaba que alguien lo quisiese tal y como era.

Una lágrima recorrió su mejilla.

Desde aquél día no había sabido de él. No había sentido su presencia, nada, absolutamente nada.

Y dolía, realmente dolía.

Creyó que al ser ciego jamás iba a experimentar el dolor en el amor pero entonces ¿qué es lo que dolía tanto? ¿qué es lo que le quemaba por dentro?

Quizás solo exageraba.

Pero solo se ama verdaderamente una vez. Él lo hizo.

Jimin realmente se había enamorado de alguien opuesto, de alguien invisible.

Suspiró pesadamente.

Arrojó su bastón lejos y caminó lentamente hacia el agua, sus pies descalzos al toque de la arena.
Se acercó más y más, las olas se oían mas fuertes y el agua ya lo había tocado. Siguió avanzando, su respiración se volvió más rápida, su mente se invadió con un montón de recuerdos o mejor dicho, sonidos y tactos. Aquél día que lo adoptaron, cuando lo amaron y cuando lo rechazaron, cuando lo usaron y lo mimaron, cuando lo amenazaron, cuando lo tocaron, cuando escapó y cuando supo de él. Todo volvió, todo lo guardado.

El agua llegaba por arriba de sus rodillas y el miedo comenzaba a invadirlo totalmente. Cerró los ojos listo para lo siguiente.

Dio un paso, dejó de controlar su cuerpo y solo se volvió libertad. Espero el sonido de él chocando contra el agua sin embargo, eso no sucedió.

Solo sintió como alguien lo agarraba fuertemente por atrás abrazándolo.

—Lo siento...— susurraban en su oído—Lo siento tanto...— Jimin tembló. Aquél tacto aferrado a su cintura lo sorprendió. —No vuelvas a hacer eso... Nunca más, no lo hagas...— sonrió ligeramente. Él había vuelto.

Quizás nunca se había ido.

—No lo haré... No lo haré...— susurró también. Era como si todo lo malo se hubiese esfumado, se sentía bien, se sentía bien otra vez.

Caminaron lentamente hasta la arena, al llegar sintió como aquél tacto se alejaba nuevamente. Rápidamente buscó la mano del contrario sosteniéndola como si su vida dependiese de eso.

—No... No te alejes de nuevo por favor...— suplicó Jimin. Se escuchó una cálida risa y luego una mano posarse en su rostro, acariciándolo suavemente.

—Te prometo cariño, que esta vez no volveré a apartarme de ti...

—Eso me hace feliz...— susurró para sí mismo.

—Te quiero Jimin... Lamento mucho haberte dejado solo...

—T-tú ¿me quieres?— preguntó, eso no podía ser posible... Quizás escuchó mal.
Nuevamente aquella risa cálida invadió sus oídos junto con aquel tacto que seguía acariciándolo.

—Desde que te vi en aquella calle, empapado, débil, a merced de este cruel mundo, desde ese momento cariño, te quise.

Jimin sonrió.

Alguien sí le quería.